Rodeado de su gente, de los miembros de su familia, de sus padres, de sus empleados, de todos aquellos que tienen que ver con el sueño que se inició en 2015 cuando la más prestigiosa guía gastronómica distinguió el trabajo ingente que supone para un restaurante de Huelva, situado en una calle sin salida y fuera del centro de la ciudad, merecer uno de los galardones en forma de estrella que premia a los mejores establecimientos de todo el mundo.

Uno de ellos está en Huelva y ayer el responsable de este “sueño”, se mostraba “encantado” de haber conseguido algo que es todavía mucho más complicado, como es el de renovar un galardón que, según quienes lo conocen, aseguran que lo más complicado es poder revalidarlo año tras año.

El de Xanty Elías es un proyecto gestado por alguien que creyó en sí mismo desde el primer minuto, en una idea de respeto por su trabajo y por los clientes a los que se debe. Tiene una máxima y es que quien se sienta a sus mesas “esté sonriendo desde el segundo plato”.

Ayer volvieron a ser la familia que compone Acánthum, quienes volvieron a sonreír. Este año llegó un poco más tarde de lo normal; la estrella, tan perseguida como merecida, se hizo esperar y los nervios no le permitían apartar la pantalla del móvil ni un solo minuto. Al final, poco después de las 21:00 se confirmó y desató la alegría por haberlo vuelto a hacer. De un callejón de Huelva al olimpo de la gastronomía.