War Room

'Online' y 'offline': dos caras de un mismo mundo

  • El reciente asalto al Capitolio muestra como el fanatismo sorteó las restricciones impuestas por los canales tradicionales y encontró refugio en plataformas alternativas 

War Room | Online y offline: dos caras de un mismo mundo

War Room | Online y offline: dos caras de un mismo mundo / Efe (Huelva)

El asalto al Capitolio por extremistas partidarios de Donald Trump es el ejemplo palmario de que no existe un mundo online y otro offline. El fanatismo sorteó las restricciones impuestas por los canales tradicionales y encontró refugio en plataformas alternativas. Al final, la violencia virtual se concretó en un atentado real que nos ha estremecido y que pone en evidencia que nos vivimos en dos realidades paralelas, sino que ambas son las caras de la misma moneda.

Los llamamientos a la violencia contra los miembros del Congreso por parte de movimiento pro-Trump y de grupos marginales como QAnon y Chicos Orgullosos han estado circulando durante meses por la red, un activismo que ha acabado transformándose en violencia en el mundo real. Y esto ha sido posible porque, a media que Facebook y Twitter comenzaron ya durante el verano a silenciar a estos grupos, lentamente fueron migrando a otras redes sociales alternativas, como Gar y Parler.

En 2018 se lanzó la red social Parler y se ha ido convirtiendo paulatinamente en el refugio de grupos extremistas a media que Twitter reforzaba su política contra las noticias falsas. Con su discurso de libertad de expresión total, durante las elecciones norteamericanas fue una de las ‘apps’ más descargadas, una especie de oasis donde proyectar sin censura todo tipo de teorías y conspiraciones de fraude electoral. Esta misma semana ha dejado de estar accesible en internet después de que Amazon, Google y Apple hayan vetado el acceso a sus servidores.

Como alternativa a Twitter, los extremistas también están utilizando Gab, cuyo fundador ha anunciado que ha reservado una cuenta para Donald Trump que suma ya más de 400.000 seguidores.

Según Renee DiResta, investigadora del Observatorio de Internet de Stanford, la violencia de la turba de extremistas que asaltó el capitolio es el resultado de movimientos en línea que estaban operando en redes cerradas de estos medios sociales donde la gente compartía las afirmaciones de fraude y de robo de las elecciones a Donald Trump. En opinión de esta investigadora, se trata de una demostración del “impacto en el mundo real de las eco-llamadas” y de que “lo que se dice en el mundo online se mantiene de alguna manera offline”.

Los grandes acontecimientos mundiales y la política no pueden entenderse ya sin la comunicación digital que, como nos demuestran los recientes sucesos, es imposible disociarla del mundo real. A medidas que las plataformas tradicionales intentan poner coto a la mentira (de manera tímida en opinión de muchos expertos), surgen nuevas aplicaciones y redes sociales que operan como refugio de las noticias falsas, donde circulan a gran velocidad fuera de control.

En el otro extremo, la comunicación política también se sirve de nuevos instrumentos para comunicarse con públicos poco atraídos por la política y a los que resultaba complicado acceder. Se espera que los políticos se incorporen a Tik Tok para llamar la atención de las nuevas generaciones. De igual manera, el poder de Twitch para concentrar a personas en un mismo espacio vía streaming es una oportunidad para la política, ya que fácilmente se pueden abrir nuevos canales con contenido exclusivo orientado a los más jóvenes.

Además, las apps están desarrollando nuevas funcionalidades, como el marketplace de Whatsapp para recaudar fondos o los chats en vivo de Telegram, que abren nuevas oportunidades a la comunicación política.

Se trata de la lógica evolución de un mundo que ha cambiado en los últimos 50 años más que en toda la historia de la humanidad. Un mundo que, gracias a internet, ha acabado con la hegemonía del poder de la opinión que hasta no hace mucho detentaban sólo los medios de comunicación y una reducida élite de la sociedad. El concepto ‘prosumidor’, es decir, que todos podemos ser consumidores y productores de información y de opiniones sin que exista filtro y de manera sencilla, es determinante para entender la importancia del mundo digital en la comunicación política.

El mundo en la red

El estratega digital Santiago Uribe afirma que desde el año 2015 el mundo está en red y los políticos tienen que adaptarse a este cambio en la sociedad. En su opinión, “es incompresible encontrarse con actores políticos que siguen entendiendo internet como un mero altavoz para difundir sus mensajes, olvidando la esencia de las redes sociales: generar emociones a través de la interacción”.

La política se está transformado y en ello tienen mucho que ver la tecnología y las redes sociales. De hecho, el experto en estrategia política, Antonio Sola, considera que el “modelo político actual está en decadencia. Los partidos no están acabados, pero se tienen que renovar, y la tecnología puede cambiar la política tradicional”. También las redes sociales se encuentran en un proceso de transformación, a juicio de Sola. “Las redes no pueden ser el vertedero de la comunicación política del siglo 21. Tal como las conocemos hoy están en vías de extinción, y van a ser las madres de nuevas criaturas en la democracia que viene”.

Todos estos cambios tienen que ver con el surgimiento del líder digital que vaticina Antonio Sola, al que define como más persona que político, con más liderazgo y menos vanidad, con ideas, y con capacidad de entender a las nuevas generaciones que incorpora la tecnología de manera integral. De la mano del líder digital llegará en un horizonte de 20 años la “democracia directa digital”, un sistema según el pronóstico de Sola que acabará con la intermediación de la política y sitúa a los ciudadanos en la toma de decisiones.

Volvemos al punto de partida inicial. ¿Un líder en el mundo digital difiere del líder en el mundo real? Para Antonio Sola son la misma cosa, porque están definidos por los mismos cuatro elementos: valores, energía, determinación e ideas.

En la última década, los avances en la comunicación política han sido muy destacables porque las redes y la tecnología han “hackeado” la política, según el experto Daniel Ivoskus. También tiene claro que no existe una disociación entre ambas realidades y que la identidad digital debe ser lo más parecida a la identidad real: “no existen dos mundos, el digital y el terrenal. Es uno solo; porque cuanta más diferencia haya entre uno y otros, menos credibilidad, menos confianza, y de eso se trata también la comunicación y la política”.

www.charotoscano.com

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