Volkswagen, prueba superada
Estos días, el Circuito de Monteblanco de La Palma del Condado ha sido el escenario de la octava edición del Volskwagen Race Tour, una prueba que tiene como objetivo ofrecer a los clientes de la marca la posibilidad de probar las últimas novedades.
En esta ocasión la cita constaba de cuatro pruebas: dos en el paddock, una en el propio circuito de Monteblanco y una cuarta es una pista especialmente diseñada para comprobar las prestaciones todo terreno de los Touareg y los Tiguan. Sin duda la gran novedad era disfrutar de la experiencia de conducir el nuevo Beetle, descendiente del popular "escarabajo", cuyas primeras unidades llegarán a España el próximo mes de enero.
La jornada dio comienzo con una introducciones de lo que habrían de ser las diferentes pruebas, a cargo de Maite Rincón, product manager Volkswagen; Miguel Ángel de Castro, director técnico Race Tour y Javier Vicente, monitor 4x4, incidiendo en todo momento en que los afortunados probadores disfrutasen de la experiencia, dejándose aconsejar por los monitores y teniendo confianza en el vehículo que tenían entre manos, todo dentro de la más elemental prudencia como es lógico.
"Son ustedes unos afortunados por estar aquí y deben disfrutarlo, porque sólo unas 20.000 personas pueden disfrutar de esta experiencia cada año en toda España entre todas las marcas", señalaron en la introducción, apuntando que el año pasado únicamente 1.600 personas tuvieron en sus manos un volante Volkswagen en otro Race Tour.
En el paddock había dos pruebas en otras tantas superficies. En una de ellas se instaló un circuito de conos al que denominan Mickey Mouse, en el que se trataba de hacer una demostración de habilidad para descubrir las mejores cualidades del Polo GTI, "utilizando músculos que seguramente ustedes no sabían que tenían", advirtieron.
La segunda prueba era sobre una superficie encharcada, para simular una situación de conducción inesperada. Las pruebas de frenada en este terreno deslizante tuvo como protagonista al Golf Cabrio, "el Golf de siempre, nuestro Golf, pero con una capota blanda que se puede activar incluso sobre la marcha". El ejercicio tenía por objeto notar las dos posibilidades de frenada, con ayuda o no de los controles del vehículo, en ambos casos tratando de esquivar el peligro simulado.
La tercera prueba era, quizá, la más apasionante, porque ofrecía la posibilidad de conducir en circuito y sentirse por unos minutos Fernando Alonso en pista, sin Vettel ni Hamilton a quien batir. Uno mismo disfrutando las sensaciones de la alta tecnología que ofrece el nuevo Beetle, "más masculino", como lo definieron. También se podía alternar el Beetle 2.0 TSI de 200 CV con el Golf 35 Aniversario.
Y, finalmente, los todo terreno, el Touareg y el Tiguan, que completaban la prueba más espectacular sobre un terreno especialmente diseñado para comprobar su eficaz comportamiento en su hábitat natural. Sin embargo, advirtieron que "se ha preparado para sacar el 40% de lo que el coche puede ofrecer, para no asustar a nadie con situaciones que pueden parecer inaccesibles pero que la memoria inteligente del coche sabe resolver".
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