Huelva Paranormal

Vírgenes milagrosas, vírgenes prodigiosas

  • La historia de la Virgen de la Cinta es muy particular, la tradición nos dice que un zapatero llamado Juan Antonio sufrió un fuerte dolor regresando de Gibraleón...

Vírgenes milagrosas, vírgenes prodigiosas

Vírgenes milagrosas, vírgenes prodigiosas

Aquel buen hombre cayó al suelo tocándose el costado e invocando a la Virgen, encontró en el suelo un cinto que se ató alrededor de la zona fruto de su repentina afección  sanando de inmediato. En honor de aquella milagrosa sanación se construyó una capillita en el lugar, en la pared se pintó la imagen de la Virgen con el Niño en su regazo desnudo con unos zapatitos y portando en su mano derecha una cinta recordando aquel hecho milagroso, la Virgen en su mano izquierda es representada portando una granada que simboliza todas sus virtudes.

En sus cuatro vidrieras podemos encontrar otra curiosa y milagrosa historia que nos narra una leyenda en la que la Virgen de la Cinta da la libertad a un marinero onubense y las conversión de un musulmán, dice así: “Estando este cristiano en un lugar de Berbería, afligido por la mala vida que su amo le daba, se encomendó a Nuestra Señora de la Cinta, y milagrosamente se le apareció y le dijo que le sacara de allí. Su amo el moro oyó hablar al cristiano con Nuestra Señora, y le dijo ¿qué mujer es esa que habla contigo? Y respondió que era Nuestra Señora de la Cinta, que lo había de sacar de allí. Y respondió el moro yo te pondré donde no te saque”.

“Aquí es donde este moro mandó hacer un Arca, y metió al cristiano dentro, y tomando un gallo le cortó el pescuezo, y le dijo al cristiano cuando este gallo cantare tendrás tu libertad, y cerró la caja, y le echó dos mármoles encima y él se tendió encima del arca, y milagrosamente vino a parar al Humilladero”.

“Aquí es donde despertó el moro y le dijo al cristiano: en tu tierra estamos. Y respondió el cristiano: ¿No te lo dije yo, que esta señora era poderosa? Abrió el arca y envió al cristiano al Lugar a que diese cuenta del milagro que había obrado con él la Virgen. El cristiano vino entre el Cabildo Eclesiástico y Secular y hallaron al moro humillado delante de la Virgen”. “Aquí es donde quisieron fabricar la Ermita, y por el peligro del mar que daba donde estaba Nuestra Señora, cortaron el paredón y colocaron donde hoy se conserva, la imagen de Nuestra Señora trayéndola en procesión y el moro acompañándola: y el moro recibió el agua del Bautismo, sirviéndole el cristiano de padrino, donde quedaron sirviendo a Nuestra Señora hasta la muerte”.

La Virgen de la Cinta, es de obligada visita, se encuentra todo el año en el Santuario del Conquero o “ermita de la Cinta”, dónde también se encuentra la verdadera y primitiva imagen de la Virgen: una pintura en el muro del altar mayor. La talla que procesiona es una imagen del círculo de Benito Hita del Castillo realizada en 1760. La tradición dice que la Virgen debe bajar a Huelva el tercer domingo del mes de Agosto, durante el rezo del Rosario procesionando entre Agosto y Septiembre de su santuario a la Catedral de la Merced en Huelva.

El prodigio de la Virgen de las Angustias

A orillas del Guadiana, encontrar la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, del siglo XVI. En su interior vamos a encontrar una bella imagen de la Virgen de las Angustias que tiene una curiosa historia.

Cuenta la leyenda piadosa, que debe contener el germen de la verdad, que la imagen fue encontrada en el río, en tierra de nadie, entre España y Portugal, siendo los hermanos “Los Coritos” los que la “pescaron” al recoger las redes y artes de pesca. Al tirar encontraron una caja de madera en cuyo interior se encontraba la talla de la Virgen María con Cristo en sus brazos, a modo de piedad.

El lugar del hallazgo está cercano a la localidad lusa de Castro Marín y, debido a ello, comenzó una agria disputa que finalizó con una decisión salomónica: se repartirían en tiempo a la imagen, seis meses en un país y otros seis meses en el otro. Al 50% entre España y Portugal. Pero, cuando era trasladada a Castro Marín, se desató un temporal y no pudo llegar a dicha localidad, así cada vez que trataban de llevarla para cumplir el acuerdo con los portugueses. Así se entendió desde el buen país vecino que no era voluntad de la Virgen de las Angustias salir de Ayamonte.

El pueblo, gozoso, decidió construir una ermita en honor de la patrona ya de la villa. La obra iba a buen ritmo hasta que llegó la parte final que era la techumbre y comprobaron, con horror, que no había madera suficiente para la misma. Rezaron a la Virgen para su intermediación y, apenas unos días después, un barco llegó a puerto con mucha madera que no le servían y se usó, con agradecimiento, para acabar la obra pensando que había sido un milagro divino.

La Virgen de las Angustias sufrió gravísimos daños durante la Guerra Civil, y rehecha en 1937. En el año 1972 se restauró su policromía y en 2010 se perfeccionó aspectos de acabado y eliminar restos de anteriores restauraciones. Es una imagen muy devocionada y se la considera muy milagrosa, uno de los “milagros” más importantes fue la protección dada al pueblo el 1 de noviembre de 1755, fecha del trágico terremoto de Lisboa.

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