Huelva

La Virgen del Pilar sale en procesión tras un paréntesis de un año por el barrio de La Hispanidad

  • La salida procesional coincide con el 50 aniversario de la parroquia de la barriada onubense

La Virgen del Pilar en su salida procesional.

La Virgen del Pilar en su salida procesional. / Rafa del Barrio (Huelva)

La imagen de la Virgen del Pilar salió en procesión por las calles de la barriada de La Hispanidad, una salida procesional que coincide con el cincuentenario de la parroquia. Pasados unos minutos de las siete de la tarde, la pequeña talla, portada en andas por un grupo de jóvenes de las hermandades del barrio, salió del templo.

Fuera, en la Plaza de los Descubridores, vecinos y devotos aguardaban para acompañarla durante su recorrido por la feligresía. Tras un paréntesis de un año, debido al coronavirus, la imagen volvió a procesionar por las calles de su barrio, y en esta ocasión inició su caminar con la marcha Encarnación Coronada, interpretada por la Banda Municipal de Música, dirigida por Francisco Navarro. El itinerario fue más corto que en anteriores años.

Abrió la comitiva la reina y la corte de las fiestas de 2019 y formó parte de la misma una representación de las hermandades de El Cautivo y El Resucitado. En la presidencia iba el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; el presidente de la asociación de vecinos, Andrés García, y el párroco Teodoro Bernal, y acompañaron los portavoces de los grupos municipales del PP y de Vox, Jaime Pérez y Wenceslao Font; la concejal de Comercio, Tania González, y el concejal no adscrito, Néstor Santos.

Al pasar por la capilla de El Cautivo, los portadores mecieron la imagen y realizaron una parada ante la puerta. Las andas llevaban un sencillo exorno floral en las esquinas, formado por flores de color malva, rojas y blancas. El párroco señaló que es “la expresión del barrio”.

Respecto a la parroquia, indicó que es de “identidad abierta” y que como párroco intenta “tener esa presencia” ante la gente del barrio. Recordó que “fue una parroquia emblemática, muy dinámica” por la que pasaron “grandes párrocos”, y que celebrar su cincuentenario es “un estímulo, ganas de vivir y trabajar por nuestra gente, hay que hacer un equilibrio entre la fe y la necesidad de la gente”.

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