Vigilia de San Benito en El Cerro de Andévalo

Si no estuviéramos viviendo una pandemia, el programa de actos de la Vigilia de San Benito comenzaría el sábado con un rezo del Padre Nuestro ante el Estandarte en la Casa Hermandad y el posterior recorrido por las calles del municipio. A continuación habría una oración en la cruz del Llano para, posteriormente, partir hacia la ermita. Durante el camino se haría una serie de oraciones y alusiones a la vida del Santo, en dos lugares emblemáticos del camino de San Benito, como son “Las Arcas” y el olivo de “Cuerna”. Una vez llegados a la ermita, a las 23 horas, sería el rosario, despidiéndose el sábado de esta manera.

El domingo, habría una procesión alrededor de la ermita y la posterior misa a las 12 horas. Una vez terminada la misa, se procedería a la entrega del “Dao” en la casa Hermandad. A las 16 horas se saldría para realizar el camino de vuelta, una vez realizada una oración ante San Benito.

Esta situación que vivimos, ya el año pasado no nos dejó celebrar la Vigilia, y este se celebrará de una manera muy especial y distinta. Todos los actos serán en el municipio y se ceñirán a los exclusivamente religiosos, siendo los que siguen:

El sábado a las 19 horas y en la iglesia parroquial Santa María de Gracia se rezará un rosario, y el domingo habrá un rezo del ángelus y posterior misa en la iglesia parroquial a partir de las 12 horas.

La pandemia que desfigura por completo la actual vigilia de San Benito, no la priva de los elementos religiosos del culto al Santo, lo verdaderamente importante en esta festividad.

Semana Santa cerreña

Así sería una Semana Santa en El Cerro de Andévalo, pero la pandemia va a reducirla a los cultos eclesiásticos con las consabidas restricciones dentro del templo:

La Semana Santa en El Cerro de Andévalo comienza con la tradicional “subida de la Virgen”, que se realiza siempre en viernes y dos semanas antes del domingo de Ramos. Procesiona la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, nombrada en nuestro municipio como la Virgen de los Dolores; el recorrido de la procesión desde la ermita que lleva su nombre y que se sitúa en el Prado de San Sebastián, y hasta la Iglesia Parroquia, un recorrido ascendente siempre, es lo que hace que a esta primera procesión de la Semana Mayor, se le conozca como la “Subida de la Virgen”.

El Viernes de Dolores, vuelve a procesionar la Virgen de los Dolores, coincidiendo con el Viernes de Dolores, día de su onomástica. Esta talla obra del escultor sevillano Castillo Lastrucci, fue realizada en 1939 y desde entonces procesiona por las calles de nuestro municipio. Muy venerada por los cerreños, únicamente ha sufrido una restauración en 2004 por parte de un sobrino nieto del autor, Jesús Lastrucci.

El Sábado de Pasión en la Iglesia Parroquial se pronunciará el pregón de la Semana Santa como pórtico de la Semana Mayor.

Procesión de Domingo de Ramos, una procesión donde los niños están muy presentes, ya que hay una pequeña representación viva de la Entrada de Jesús en Nazaret, representada por ellos. Cada año comienza en un lugar diferente del municipio y va hasta la Iglesia Parroquial.

El Miércoles Santo. Procesión del Cristo atado a la columna. No se conoce bien el autor de la talla, aunque se atribuye a Francisco de Villegas en 1640. En cuanto al recorrido procesional, éste cambia cada año, aunque su salida desde la parroquia y su entrada en la ermita de la Virgen de los Dolores, es fijo.

En torno a las 22 horas, se produce el traslado del Cristo Yacente desde la ermita de Nuestra Señora del Mayor Dolor hasta la Iglesia Parroquial. El Cristo, tapado con una sábana, es trasladado en silencio hacia la Iglesia donde permanecerá hasta su llevada nuevamente a su ermita, el viernes santo.

El Jueves Santo, se realiza la Eucaristía de la Cena del Señor, a las 19 horas en la Iglesia Parroquial. La semana santa cerreña, es eminentemente religiosa, donde los cultos en el templo son la razón fundamental de la misma, siendo la parte procesional- artística, más un complemento a la semana Mayor.

Después de la Eucaristía, procesionan Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra del escultor León Ortega y realizado en 1962. Esta Hermandad existe desde esta fecha y cuenta con un total de 250 hermanos/as. Acompañando al Cristo, vuelve a procesionar la Virgen de los Dolores, procediéndose uno de los actos más bonitos y esperados de nuestra Semana Mayor, el encuentro de ambos, madre e hijo, en la Plaza del Cristo. La mínima iluminación que se hace en la plaza y la música solemne de nuestra banda de música, le confieren un halo intimista muy apreciado por los cerreños.

El Viernes Santo, después de los Santos Oficios, procesionan el Cristo Yacente, una obra del escultor sevillano García San Juan, de los años 50 del siglo XX y perteneciente a la Hermandad Sacramental y la Virgen de los Dolores.

El Sábado Santo, celebramos la tradicional quema del Judas, un acto que se celebra desde hace años en el municipio y que en los últimos años ha sido apoyado por el Ayuntamiento para que no se pierda esta tradición. Consiste en hacer muñecos de paja que después son colgados, quemados y arrastrados. Quiere rememorar el acto de traición de Judas, que al final terminó suicidándose a través de la horca.

El Domingo de Resurrección es el día más bonito de nuestro municipio, a opinión de muchos. La mañana amanece con una procesión del Santísimo bajo Palio y nuestra señora la Virgen de Albricias, la procesión acompañada ya, por los lanzaores de San Benito, tamborilero y Banda de Música, es el reflejo de la alegría, de la fiesta, resucitó Jesús de Nazaret, es tiempo de celebrarlo. Cuando termina este acto, el Ayuntamiento invita a todos los cerreños a un café en la ermita de la Trinidad, deleitado por un concierto de la Banda Municipal. Esta es la espera de un acto importante, aquel que abre los actos relacionados con la romería de San Benito abad. Es el Aviso General, un acto en el que las jamugueras vestidas de antigua, el mayordomo y los lanzaores, protagonistas de la romería, realizan un recorrido por todas las calles del municipio para invitar a todos los cerreños a la romería. En las plazas se interpretan los bailes típicos de nuestra romería: la lanza, la folia o el fandango, acompañados por la música de la gaita y el tamboril, son un reflejo de un nuevo tiempo, la primavera, la fiesta, la renovación de un compromiso ancestral, la devoción de un pueblo a San Benito Abad.