En estas últimas semanas Venezuela no está pasando desapercibida para nadie ni aquí en Huelva tampoco. Cuando llaman a la manifestación en las calles de Caraca que se reproduce en las capitales españolas se pudo ver a un grupo de venezolanos delante del busto de Simón Bolivar de la plaza de los jardines de la avenida Guatemala.

Aspecto del busto a Simón Bolívar en Huelva.

Venezuela también tiene un referente en lugar tan importante en lo colombino como es en La Rábida. Es una hermosa escultura colocada allí a finales de la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América.

El pasado miércoles fue un lector del periódico, Leonardo Valladares, quien habla del monumento de Venezuela y del mal estado del mismo.

Viene esta denuncia unida al hecho de la reciente celebración del 93 Aniversario de la salida del Vuelo del Plus Ultra en este entorno entre La Rábida y la Punta del Sebo, donde está el monumento a esta gesta aérea y el dedicado a Cristóbal Colón.

El reportaje gráfico de Josué Correa muestra el mal estado del entorno, más propio de descuido en un espacio como La Rábida, que suele estar muy mimado y cuidado. Este lugar es lo mejor que podemos ofrecer de nuestra historia.

Así que sorprende bastante, más cuando recuerda la llegada el 16 de diciembre de 1992 a La Rábida de La Guacamaya, nombre del helicóptero venezolano que cumplía ese día una hazaña sin precedente, la de cruzar el Atlántico para conmemorar el tercer viaje que hizo Colón, pero a la inversa a tierras americanas.

La aventura fue protagonizada por Francisco Pacheco Díaz , promotor de la idea a través de la Fundación Tokoara, y Tomás Spanier Kuert, que aterrizaron en la que desde entonces lleva el nombre de Plaza Macuro de La Rábida, que es el nombre del lugar donde arribó Cristóbal Colón en aquel viaje.

Ahora, a los pies del monasterio se recuerda el aterrizaje del helicóptero, donde quedaron grabadas sus huellas en el cemento, así como las de los dos tripulantes.

Completan la plaza una piedra traída desde el Orinoco y una escultura realizada por el artista Rafael Barrios.La misma tiene solo apariencia volumétrica, si se mira de perfil es prácticamente plana.

Para aquella aventura se creó la Fundación Tokoara y se creo esta plaza con un presupuesto de 140 millones de pesetas, aportado pro diversas instituciones.

Volviendo al principio, nos solidarizamos con el pueblo de Venezuela oprimido por el dictador Maduro. Nos gustaría que se restaure este entorno rabideño y sirva igualmente de referencia en la unión de ambos pueblos, de Venezuela y España, desde este lado del Atlántico. Para que constituya una respuesta simbólica de apoyo a los venezolanos.

Esperemos que el Ayuntamiento de Palos de la Frontera o la Diputación Provincial de Huelva actúen. Lo pongan lindo y vayamos pronto a festejar un nuevo camino de luz en Venezuela.