Veinticinco años de Ministerio

Misa de acción de gracias Celebración del Día de la Sagrada Familia

El obispo José Vilaplana celebra las Bodas de Plata de su nombramiento · El Papa, en su felicitación al prelado, exhorta a "caminar alegres y fuertes en la luz de Cristo"

Monseñor Vilaplana presidió la eucaristía, asistido por el cabildo catedralicio y otros sacerdotes.
Monseñor Vilaplana presidió la eucaristía, asistido por el cabildo catedralicio y otros sacerdotes.
Enrique Morán / Huelva

28 de diciembre 2009 - 01:00

Con una exhortación del papa Benedicto XVI a los católicos de Huelva y a su pastor concluyó la celebración de las Bodas de Plata episcopales de monseñor José Vilaplana, que tuvo lugar ayer en la catedral de La Merced. En una carta de felicitación enviada al obispo de Huelva con motivo de sus 25 años de ministerio el pontífice invitó a los fieles onubenses a "caminar alegres y fuertes en la luz de Cristo", mientras que el mensaje para el prelado hizo especial mención en que proclame "la bondad de Dios".

El templo se quedó pequeño para el gran número de personas que quisieron acompañar al obispo en tan emotivo momento. Para ello se desplazaron hasta Huelva su hermano Rafael en representación de su familia y el vicario general y varios sacerdotes de la Diócesis de Santander, lugar en donde Vilaplana ejerció su ministerio durante varios años.

Todos los estamentos de la Diócesis de Huelva tuvieron su lugar en la celebración eucarística, a la que también asistieron diferentes responsables de la sociedad civil, como el alcalde de la capital, Pedro Rodríguez.

La misa de las Bodas de Oro contó con la intervención de la Coral Polifónica Gaudeamus que fue dirigida por Ildefonso Moreno. La ceremonia religiosa fue oficiada por el propio Vilaplana asistido por el cabildo catedralicio y demás sacerdotes.

La celebración del día de la Sagrada Familia y la coincidencia con el acto que tenía lugar en Madrid en esos mismos momentos no pasaron inadvertidas en la misa de La Merced, en donde se hizo hincapié en que la Iglesia es una familia diocesana bajo la guía de su pastor, el obispo. En su homilía, monseñor Vilaplana declaró que "el futuro de Europa pasa por la familia y la Iglesia no puede permanecer quieta ante tantos problemas a los que tiene que enfrentarse la familia cristiana". Pero su intervención dio comienzo con una referencia al obispo emérito, Ignacio Noguer actualmente ingresado.

El obispo de Huelva difícilmente pudo contener su emoción al dirigirse a su hermano Rafael y reconocer la labor que desde años ha ejercido en cuidar de sus padres. "Sin ningún mérito por mi parte -prosiguió- el Señor me concedió la gracia de ser obispo siendo nombrado por Juan Pablo II y tomando esta responsabilidad a través de quien en aquel momento era arzobispo de Valencia, Miguel Roca". Monseñor Vilaplana hizo un corto recorrido por los lugares adonde le ha llevado su ministerio: "He conocido mucha gente buena en estos años en Valencia, Santander, Huelva y cuando he tenido ocasión de desplazarme hasta América Latina y África y siempre he tenido presente que la Iglesia es una gran familia; somos la familia de los hijos de Dios".

Finalmente, el obispo hizo un llamamiento a la fidelidad que "está reflejada en la Sagrada Familia que hoy conmemoramos, ya que es una virtud que está puesta a prueba por los oportunismos y los compromisos a corto plazo que tanto frecuentan en la actualidad".

Tras la conclusión de la misa de acción de gracias, monseñor Vilaplana permaneció en el altar en donde un buen número de asistentes pudo felicitarle personalmente por estos 25 años de ministerio.

José Vilaplana fue ordenado obispo el 27 de diciembre de 1984. Fue nombrado obispo auxiliar de Valencia y en 1991 asumió la responsabilidad de la Diócesis de Santander. En la Conferencia Episcopal Española es el presidente de la Comisión Episcopal del Clero.

El 17 de julio de 2006 fue nombrado obispo de Huelva, tomando posesión de este cargo el 23 de septiembre de ese mismo año en la catedral de La Merced.

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