Varias líneas de investigación y muchos testimonios ante la Policía

Familiares y personas del entorno fueron entrevistados por los agentes · El rastreo con perros de la Guardia Civil descartó la hipótesis de que la niña acudiera a una función infantil en La Orden

Un helicóptero de la Policía Nacional sobrevoló las calles de la capital en apoyo a la búsqueda de la pequeña.
Un helicóptero de la Policía Nacional sobrevoló las calles de la capital en apoyo a la búsqueda de la pequeña.
R.m.m. / Huelva

15 de enero 2008 - 01:00

El día después de que Mari Luz Cortés fuese vista por última vez por sus padres, la investigación sobre la misteriosa desaparición de la menor seguía varias líneas que, según las fuentes consultadas por este periódico, parten del propio entorno familiar y vecinal de la niña.

Desde primera hora de la mañana de ayer la Policía escuchó a las personas más cercanas a la pequeña y su familia, las primeras en explicar a la Policía Judicial los detalles que recordaban de la tarde del suceso, sobre Mari Luz y responder a las numerosas preguntas planteadas por los encargados de la investigación. Los padres de la pequeña, Juan José Cortés e Irene Ramírez, permanecieron en la Comisaría durante varias horas ratificando aquellas declaraciones realizadas en primer lugar sobre la desaparición de la niña, que salió de su casa a las 16.30 horas del domingo para comprar chucherías después de que la madre, quien estaba en un estado de sopor tras haber tomado un relajante muscular, le diese un euro.

El quiosquero fue protagonista de las declaraciones por ser a priori la última persona del barrio que vio a la menor al venderle las chucherías, también estuvo durante horas hablando ante los agentes encargados de la investigación. Tras su breve conversación con la niña se pierde a priori la pista del barrio, puesto que la declaración hecha al principio por una vecina que aseguraba haber visto a la pequeña con otras dos niñas parecía quedar descartada después de comprobarse que, debido a la distancia desde donde vio a las pequeñas, podría tratarse de otras niñas. Fuentes policiales refirieron que había personas que decían haber visto a la niña, pero sus declaraciones no habían llevado a ninguna certeza por el momento.

Otras personas de la barriada también expusieron ante la Policía todo aquello que podía ser de ayuda. Según explicó ayer una de las vecinas del lugar, hace veinte días ya se produjo un susto en el barrio cuando un grupo de niños jugaba en la calle y, según los menores, un hombre se acercó a una niña e hizo la intención de llevársela, ante lo cual comenzaron a tirarle piedras. Otra residente aseguraba que el pasado verano tuvo un susto similar con su hija.

Más allá de las declaraciones del entorno, los diferentes cuerpos de seguridad investigaban los posibles caminos seguidos por Mari Luz. Además de los rastreos de las policías Nacional y Local y de la búsqueda de los Bomberos en pozos y colectores, hasta la capital se desplazaban miembros de la unidad canina de la Guardia Civil para realizar una búsqueda más precisa de la pequeña. Acompañados de miembros de la familia, estos agentes realizaron un rastreo por zonas de menor tránsito como obras y descampados e intentaron dilucidar la senda seguida por Mari Luz en su desaparición. A finales de la tarde, los efectivos del Instituto Armado habían descartado una de las posibilidades que los padres se habían planteado en primer lugar, que la pequeña hubiese ido desde su casa a una función infantil que se desarrollaba en la explanada junto al centro social Los Desniveles, tras rastrear todos los posibles caminos hasta la zona y no encontrar nada.

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