Ocurra cuando ocurra, el derribo del muro que constriñe a la capital hasta el punto de haber condicionado todo su desarrollo, no se podrá reprochar al Ayuntamiento de Huelva el no haber tenido listo el siguiente paso. El portavoz del Equipo de Gobierno y teniente alcalde de Desarrollo Urbano, Francisco Moro, acompañado por el teniente alcalde de Infraestructuras, Felipe Arias, anunciaron ayer que el Pleno que se celebrará el próximo lunes 28 de julio dará luz verde al documento que supone "la actuación urbanística más trascendente que se va a desarrollar en la ciudad en la próxima década": la ordenación urbanística de la zona en la que desde hace décadas se erige la tapia.

Un gran bulevar recorrerá de este a oeste, desde Pérez Cubillas hasta la misma orilla del Odiel, la zona de la ciudad que ahora permanece deslavazada, desconectada e infrautilizada. Será el denominado Parque del Ferrocarril, la antítesis del espacio opresivo y sin posibilidad de expansión que ahora sufren los barrios que limitan con el muro. Zonas verdes, carriles bici y nuevas infraestructuras viarias además de una gran rotonda que unirá la Plaza del Punto, la avenida de Italia, Miss Whitney y la calle B, una vía de nueva creación que correrá paralela a la avenida de Italia al otro lado del Ensanche Sur y que permitirá liberar a la avenida de Italia de la densidad de vehículos que ahora soporta.

Se trata de un espacio que integrará la "ciudad consolidada" con el Ensanche Sur a través de una "ambiciosa propuesta" en la que el peatón tendrá un papel preponderante. "Estamos modernizando la ciudad de Huelva", dijo Moro, "adaptando el Ensanche Sur a la posibilidad de que sea una ciudad más accesible, con mejor movilidad y que aparezcan todos los requisitos de una ciudad saludable". Y en ese objetivo, la restricción del tráfico en la zona del Punto, excepto para el transporte público y residencial, es una de las claves.

Será posible gracias a la creación de esa gran rotonda, de 3.421 metros cuadrados, que unirá dos zonas de estancia, de 3.101 metros cuadrados y 2.228 metros cuadrados respectivamente. La rotonda desviará el tráfico rodado a la calle B, que cobrará mayor protagonismo en la trama circulatoria, por lo que contará con cuatro carriles y mediana central (como la avenida de Andalucía). "Va a permitir una comunicación constante, segura y rápida para las grandes infraestructuras que van a aparecer en la zona del Ensanche, especialmente la nueva estación del ferrocarril que estará muy cercana a la rotonda", especificó el teniente alcalde.

La avenida de Italia se convertirá así en una calle "más urbana", con tres carriles de circulación, aparcamiento en línea en ambos márgenes y amplios acerados, uno de ellos unido al Parque del Ferrocarril que tendrá integrado el carril bici. Este gran parque lineal, que según informó Moro tendrá en algunos tramos hasta 200 metros de ancho, se está consiguiendo "trozo a trozo", incluyéndolo en las distintas urbanizaciones del Ensanche, la Nueva Estación o la calle Cervantes.

En esta ocasión se apuesta por ampliar la zona de Pescadería, justo a los pies del Muelle del Tinto, duplicando el parque existente, que de 45 metros de ancho pasará a tener 85 metros de ancho, ganando 12.160 metros cuadrados de zonas verdes, "liberando por completo el paisaje para que el gran parque lineal termine en una amplia explanada verde, que permita contemplar el Muelle del Tinto en todo su esplendor".

Con mayor amplitud de la que actualmente tiene la Avenida de Andalucía según indicó Francisco Moro, hay ya tramos del Parque del Ferrocarril que están iniciados, como los espacios que antes formaban parte de Tráfico Pesado.

La otra gran beneficiada en este nuevo documento de integración de la nueva estación con el casco urbano y el Ensanche Sur es la avenida Miss Whitney, probablemente la más cegada por la existencia del baluarte que separa las vías férreas de la vida capitalina. Tras la caída del muro esta avenida también ganará en espacio y en horizonte y será decisiva en el flujo del tráfico que recorrerá el borde sur de la ciudad.

En cuanto al carril bici, Moro hizo hincapié en el papel que juega este elemento en el proyecto municipal de una ciudad más humana. Su introducción en el Plan Parcial del Ensanche Sur, como conexión con la trama de carriles bici prevista en el resto de la ciudad dentro de los Programas derivados del Plan Andaluz de la Bicicleta en colaboración con la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, es una apuesta "mucho más ambiciosa, ya que integrado en este documento supone una apuesta por la movilidad urbana que define el concepto de la nueva ciudad que queremos construir. Una ciudad accesible, en el más amplio sentido de la palabra, construida para el disfrute y la calidad de vida de los ciudadanos".

Para el disfrute de los ciudadanos también se conservarán algunas infraestructuras ferroviarias que el Consistorio considera que guardan valor patrimonial. Se trata de los hangares ferroviarios, una vivienda tradicional inglesa , una nave ferroviaria a dos aguas que según Moro se encuentra en buenas condiciones y puede resultar de utilidad a la ciudad y los depósitos elevados, que "consideramos que pueden ser algo significativo". De hecho, el de la avenida de Italia fue encargado en 1878 a los talleres de Río Tinto por Guillermo Sundheim para proporcionar agua a los trenes de la época, que eran de vapor, y desde entonces marca la silueta de la zona.

En definitiva, un proyecto que "mejora lo que existía hasta el momento" y que permitirá la modernización, la conexión y la disponibilidad de zonas verdes en estos barrios "históricos", pero condicionado a la llegada de la estación y la caída del muro. "Ya me gustaría tener una fecha de inicio", lamentó Moro. "Sería aventurado por mi parte dar una fecha, pero hay actuaciones que ya se están haciendo, las que no están condicionadas por la caída del muro, y esto es una preparación para el día que eso suceda".