Urbanismo retira a Prasa el suelo comercial de Isla Chica por el impago de 6 millones

El Ayuntamiento resuelve mañana la adjudicación para abrir las negociaciones a otros inversores interesados en el centro comercial · Se reiniciará el expediente, con la mano tendida a los comerciantes de la barriada

El solar de Isla Chica lleva pendiente de intervención urbanística desde el derribo del estadio, en 2007.
El solar de Isla Chica lleva pendiente de intervención urbanística desde el derribo del estadio, en 2007.
Inma Gallego/ Huelva

19 de julio 2011 - 01:00

Un guión accidentado, en el que los mandatarios del PP siguen buscando el final feliz para la tierra prometida de Isla Chica. La operación de los terrenos del antiguo estadio afronta esta semana su enésimo punto de giro: el Ayuntamiento retirará a Prasur, filial del Grupo Prasa, la parte de suelo municipal destinada a un centro comercial en la zona colindante con Muñoz de Vargas.

Según ha podido confirmar este periódico, el Consejo de Gestión de Urbanismo tiene previsto aprobar mañana la resolución de la enajenación de la cuota de condominio municipal de la parcela delimitada para uso terciario en la Unidad de Ejecución 'Plaza Houston-Estadio Colombino'. El motivo: en un margen de seis meses, no se ha consumado la venta. La empresa ejerció a finales de enero su derecho preferencial (como copropietaria) para comprar el suelo anteriormente adjudicado a una sociedad de 104 comerciantes de la barriada. Sin embargo, en todo este tiempo, Prasur no ha hecho efectivos los pagos al Ayuntamiento por valor de 5.912.969 euros, por lo que la Gerencia rescindirá el contrato, como hiciera con los citados comerciantes, tras varias moratorias, sin que estos consiguieran la financiación para adquirir el total de la parcela (no sólo la cuota municipal, también la de Prasur), 26.000 metros cuadrados con un valor de tasación inicial de 15,8 millones de euros.

En la trastienda de todo este asunto, hay constancia de que la intención de Prasur era revender a un tercer grupo inversor toda la reserva terciaria de la operación, donde se contempla, asimismo, la construcción de un hotel anexo al centro comercial. No obstante, como han reconocido desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento, el recurso que -en plena precampaña electoral- interpuso la sociedad de comerciantes para impugnar judicialmente la adjudicación a Prasur, tuvo un efecto de inhibición para los inversores interesados.

La postura del Ayuntamiento en este nuevo punto de inflexión viene a conciliar posturas, reiniciar las negociaciones y garantizar la participación de los comerciantes de la barriada en el proyecto. Así lo hizo constar el primer teniente de alcalde y concejal de Desarrollo Urbano, en la entrevista de estreno del mandato publicada por Huelva Información el pasado día 3: "Tengo que retomar el expediente y las conversaciones con la empresa a la que se le adjudicó [Prasur], porque no ha cumplido. Y tenemos que seguir hablando con los comerciantes de Isla Chica para llegar a un acuerdo para que sean los principales agentes que actúen en el proyecto, aunque no sean los únicos. Se le adjudique la parcela a quien se le adjudique, la idea es que los comerciantes de Isla Chica tengan un protagonismo y un tratamiento especial. Como ellos no tiren de la parcela -subrayó- aquello no sale adelante".

En este impás, como avanzó el edil en la mencionada entrevista, la perspectiva del Consistorio es avanzar con la urbanización que ya comenzó por la Plaza Houston -y que proseguirá con la remodelación de la Plaza del Estadio- y reivindicar a la Junta de Andalucía la construcción del centro de salud previsto en el otro extremo del solar del estadio, en paralelo a la calle Pedro Alonso Niño.

Se dilata el tiempo de Isla Chica, en los escollos de una actuación que tiene su génesis en 1999, en la operación de salvación del Recreativo que supuso la construcción del Nuevo Colombino para liberar este centro neurálgico del barrio, primero vapuleado por la guerra política, su escala en los tribunales y, después, la sequía de esta crisis.

Aparte del edificio comercial, el hotelero, las dotaciones sanitarias y la reforma de las dos plazas, en las cinco hectáreas que aglutinan esta Unidad de Ejecución se contempla la construcción de 36 viviendas, aparcamientos, un equipamiento social, y un parque con un auditorio y un estanque artificial, el Jardín Marisma. La propuesta se remonta al concurso de ideas que ganaron unos arquitectos madrileños en 2003, inspirando el diseño de todo el conjunto en las formas sinuosas de las marismas y cabezos onubenses. Una realidad virtual que queda, como todo en este tiempo, a expensas de algún brote de financiación.

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