Huelva

La Universidad de Huelva lidera un estudio de enseñanza de lenguas a población vulnerable

  • La catedrática Carmen Fonseca dirige a un equipo investigador de mayoría onubense

Dos inmigrantes en una clase de español.

Dos inmigrantes en una clase de español. / H. I.

“Del conocimiento de la lengua para comunicarse depende su supervivencia e integración”, son las palabras de la catedrática de Filología Inglesa de la Universidad de Huelva Carmen Fonseca para definir el gran obstáculo que sufren colectivos vulnerables como muchos inmigrantes o los refugiados cuando llegan a un país cuyo idioma no hablan.

Con este planteamiento de fondo, Fonseca dirige un equipo de 16 investigadores con mayoría onubense y también de Bélgica, EEUU, Eslovaquia, Córdoba, Valencia y Sevilla. Ya cuentan con la autorización del Ministerio de Ciencia e Innovación para llevar a cabo este estudio dentro del apartado Retos del conocimiento. “Es un paso más”, explica Fonseca acerca de una trayectoria investigadora “en una línea clara de enseñanza de lenguas y optimización del aprendizaje con la música, que puede ayudar a nivel cognitivo”.

A través de desentrañar videoclips de todas las maneras posibles, la también directora del centro de investigación Coideso ha hallado métodos para que alumnos de la Universidad de Bratislava aprendan español con Manuel Carrasco y los de la UHU profundicen en el inglés de la mano de Bruno Mars, por poner sólo dos ejemplos.

El segundo germen para llegar al estudio actual es otro proyecto anterior, concretamente de Erasmus + denominado Never too late para la creación de materiales que ayuden en la enseñanza del idioma a los inmigrantes.El hilo conductor es Music Lang, un proyecto para el alumnado adulto de lenguas extranjeras. Sin embargo, en este nuevo reto a desarrollar en cuatro años el perfil es muy diferente porque “antes hemos identificado la ayuda de la música con alumnado universitario, pero hay una población vulnerable de inmigrantes y refugiados con bases lectoras mínimas y que a mayor edad menos conocimiento tienen, principalmente mujeres”.

Un perfil no ajeno a la provincia onubense, donde llegan de manera temporal o estable inmigrantes que ya parten con esa enorme desventaja que supone el escaso nivel de alfabetización en sus países de origen.

En la actualidad, existen algunas organizaciones y también servicios sociales que atienden a esta necesidad comunicativa cuya carencia “incide en su calidad de vida porque no entienden y necesitan trabajo y también tratar de encontrar una forma de legalizar su situación”. Por si fuera poco, pese a esta necesidad perentoria de entender y hacerse entender, estas personas “no tienen tiempo más que para tareas como la limpieza o el trabajo en el campo”.

En este sentido, países como Canadá tienen sistematizado el conocimiento del idioma dentro de sus políticas migratorias y en los países nórdicos es preceptivo tener unas nociones, “son los más desarrollados en este sentido y eliminan el problema de la comprensión”.

Ya han comenzado a realizar las primeras entrevistas para conocer las necesidades de estas personas y saber “qué tipo de material multimodal se puede diseñar” para enseñarles. No existe nada pensado para ellos, de hecho, añade Fonseca, este alumnado tan concreto “no existe para los profesores de idiomas”. Precisamente, este punto es otro de los objetivos que se plantean, el de “formar a futuros profesores y hacerlos conscientes de esta realidad, abrir una puerta nueva no sólo a las ONG”.

Conforme avanzan “empezamos a descubrir cosas y a pensar de otra manera”. En este proceso de formación que los propios investigadores van adquiriendo, “estamos bebiendo de fuentes internacionales”, explica Fonseca. Para ello, se han unido a la Red Europea de educación de adultos para contar así con mayor asesoramiento y también se interesan por otras realidades como la sudafricana, a través de una experta que desarrolla su labor en Capetown y “ver cómo trabaja con personas que viven en la calle”.

“Más adelante”, indica, conforme el trabajo avance y a través de un conocimiento más profundo de esta nueva manera de enseñar a un colectivo tan específico, “quizá se pueda trabajar también con videoclips y ver de qué manera es mejor subtitularlos”.

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