Retos 2021 y balance 2020 del turismo de Huelva

Turismo: Trabajar cuesta arriba en un año transitorio

  • José Manuel Díaz estima que será en 2024 cuando se regrese a los niveles que había antes de la crisis

  • Luis Arroyo señala que el principal reto es “no cerrar los negocios”

Un trabajador de un hotel onubense ayuda a mover las maletas de unos turistas.

Un trabajador de un hotel onubense ayuda a mover las maletas de unos turistas. / Alberto Domínguez

Sin movilidad no hay turismo. Esto se ha constatado este año a causa del coronavirus. Y la llegada de la vacuna es la solución tanto a nivel sanitario como para los diferentes sectores económicos. A partir de ahí, el sector turístico de Huelva tiene mucho trabajo por delante. Ya adelanta el presidente del Círculo Empresarial de Turismo, José Manuel Díaz que el ejercicio de 2021 “no va a suponer una recuperación inmediata de los niveles de 2019. Nos queda una cuesta arriba importante”, reconoce a Huelva Información.

Tanto es el camino a recorrer que el sector estima que no será hasta 2024 cuando se vuelva a la normalidad que existía en 2019. “Esto va a suponer un esfuerzo adicional a las empresas que están actualmente muy tocadas en cuanto a su capacidad financiera y por lo tanto seguiremos pidiendo ayudas”, explica Díaz, quien recuerda que es algo que “nunca” –las reivindicaciones históricas han pasado por mejorar el destino de cara a los visitantes– ha hecho el sector pero que “nos vemos obligados a ello y hay suficientes argumentos objetivos para que se nos atienda en este sentido”.

El “elevado” paro y un “PIB en caída libre” son “circunstancias macroeconómicas” que repercuten en el “bolsillo individual” por lo que el “consumo interno se prevé que caiga durante los próximos tres ejercicios”. Y todo esto, remarca el presidente del Círculo de Turismo, “influye en las ocupaciones hoteleras”. Para recuperar los logros perdidos se hará como siempre: “Con muchísimo trabajo y ofertando un producto de calidad”. Para ello, señala José Manuel Díaz, “tenemos que recuperar la promoción turística de Huelva, como mínimo, en los estándares que teníamos en 2019 y confiamos en llegar los acuerdos oportunos con el Patronato de Turismo”. Sin las ferias del sector, al menos en formato físico, entiende Díaz, que habitualmente se realizaban en los meses de enero, febrero y marzo, “hay que hacer una fuerte campaña en medios, en redes sociales a nivel nacional para posicionarnos”, en los primeros meses del ejercicio. Entre otras cuestiones, en 2021 vence el convenio laboral del sector por lo que habrá una renegociación con los sindicatos. Además, como reto, Díaz apunta el de actualizar los decretos de hoteles, apartamentos turísticos y viviendas de fin turístico. Será un año “muy intenso, de recuperación de mercado, de reincentivación de la promoción turística”, así como la renegociación del convenio y la actualización de los decretos.

En cuanto a la previsión de ocupación, José Manuel Díaz, apunta a la incertidumbre que se vive en estos momentos por lo que “las previsiones no son previsiones sino aspiraciones, pero no basadas en nada sostenible ni en un criterio objetivo”. Aun así cree que es razonable pensar que “el desastre total y absoluto de este año pues no se repite y empecemos a subir. Si nos quedamos en una ocupación de un 20%-25% en 2020 pues aspirar qué menos a llegar al 50%”. La idea es recuperar ambos mercados de visitantes –nacional e internacional– pero con la prioridad, estima Díaz, del nacional que “es el que tiene mayor fidelidad con el destino” pero aun así “tenemos que recuperar la promoción internacional”. Por último, Díaz lanzó un mensaje de optimismo: “El sector hotelero es fuerte, potente, con capacidad de resistencia, que lo ha demostrado ya. Y estoy convencido de que con esfuerzo, con colaboración público-privada finalmente lo conseguiremos”.

Por su parte, el presidente del Consejo Empresarial de Turismo, perteneciente a la Federación Onubense de Empresarios, Luis Arroyo, asegura que la vacuna del coronavirus es “la única llave para que todo empiece a funcionar”. De este modo, explica a Huelva Información que “el verano lo vemos con cierta esperanza” si de aquí a junio se ha vacunado una parte importante de la población. La idea de Arroyo para que vuelva a girar la rueda del turismo onubense es “tener un turismo nacional fuerte, más que en 2020” y pensar a final de 2021 para “empezar a tener un turismo internacional”.

Eso sí, el nuevo ejercicio será un año de “transición”, entiende también Arroyo, quien no cree que se recuperarán los niveles de 2019 hasta, al menos, 2022-2023. Aun así cree que la gente viajará en 2021, que aunque para algunos, el poder adquisitivo ha disminuido, para otros no, y “en 2020 además no han gastado. Hay un ahorro”.

Para el presidente del Consejo Empresarial de Turismo el principal reto es “no cerrar los negocios”, algo que entiende que se conseguirá con ayudas. La idea es “hacerle ver a la Administración que la necesidad es mantener el tejido empresarial”. “Ayudas no para beneficiarnos sino para cubrir costes que seguimos pagando con el negocio cerrado”. Arroyo señala tajantemente que “si las empresas cierran, tenemos que empezar desde cero y se pierde toda la experiencia”.

La estrategia de promoción pasa, en parte, por compensar todo lo que no se va a hacer en las fechas habituales. Y “no bajar la guardia” en el mercado prioritario de Huelva como son los visitantes que llegan de la propia Andalucía, o Extremadura y Madrid. Eso sí, apuesta por hacer atractivo al destino para turistas de otras localizaciones nacionales, como el País Vasco, que “es muy fuerte en Cádiz porque llegan en avión a Sevilla, pero hay la misma distancia de Sevilla a Cádiz que a Huelva”.

En cuestiones legislativas, Luis Arroyo explica se ha echado “toda la carga a las agencias de viajes” sobre la devolución de viajes cancelados “cuando nosotros tenemos pagado al mayorista el 90%”. Es decir, “una vez que se cancela un viaje, si la compañía aérea, por ejemplo, no me devuelve el dinero, a la ley le da igual, yo se lo tengo que devolver al cliente. Estamos negociando porque esto hay que cambiarlo”, con vistas a que todos devuelvan el importe correspondiente y cuando corresponda.

Dos vigilantes de playa durante una tarde de verano. Dos vigilantes de playa durante una tarde de verano.

Dos vigilantes de playa durante una tarde de verano. / Josué Correa

Un 2020 para olvidar cuanto antes

Cierre de hoteles en épocas más tempranas; sin Semana Santa; sin muchos de los puentes festivos; paseos en la playa con mascarilla.... El 2020 ha sido un año para olvidar en el ámbito del sector turístico. Todo esto se traduce en los peores números de la historia en cuanto a visitantes, pernoctaciones y ocupación. Después del 2019, el mejor año de la historia de Huelva, nadie se esperaba que 2020 fuese a transformarse en la peor pesadilla.

Con gran cantidad de reservas para la Semana Santa, apareció el coronavirus y con él el estado de alarma y el confinamiento inicial de 15 días. A partir de ahí se sucedió el desplome de las reservas en toda la provincia onubense, que además ya intuía que la temporada alta iba a ser una catástrofe en cuanto a los números y la facturación.

Tras la larga incertidumbre, a continuación llegó el plan anti covid para los establecimientos turísticos, las medidas de protección y los vigilantes de las playas para cumplir con las medidas. Un verano diferente, que terminó antes de lo normal en la provincia de Huelva con el cierre de hoteles que decidieron no continuar su temporada hasta finales del mes de octubre.

“El cómputo global ha sido desastroso”, explica a Huelva Información el presidente del Consejo Empresarial de Turismo, perteneciente a la Federación Onubense de Empresarios, Luis Arroyo. Así, señala que “los hoteles han sufrido una caída en la facturación de un 70%, las casas rurales un 60% , y las agencias de viajes un 95% por no decir un 100%”. Ante este último subsegmento turísticos explica que “no hemos tenido la opción de vender algo. Ha sido un año de parón”.

Por su parte, el presidente del Círculo Empresarial de Turismo, José Manuel Díaz, remarca que la ocupación hotelera ha caído entre un 75% y 80% por lo que “el volumen de negocio es “absolutamente dramático. De pérdidas totales”. Asimismo, remarca, entre otras cuestiones, que los ayuntamientos “han hecho caso omiso al sector, con respecto a los IBI y otro tipos de impuestos”. Así, para el presidente resulta paradójico que una actividad “por imperativo legal ha tenido que permanecer cerrada varios meses haya tenido que abonar el 100% de los impuestos correspondientes”.

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