Huelva

Tsunamis Huelva: La industria de Huelva está "preparada" para responder a un desastre natural

Vista aérea del Parque Energético de La Rábida (Cepsa).

Vista aérea del Parque Energético de La Rábida (Cepsa). / H. I. (Huelva)

Huelva presentó hace unos días su pionero plan anti tsunamis con el que dar respuesta a un desastre natural que científicos y expertos coinciden en augurar que golpeará el litoral de la provincia en los próximos años, tal y como ha sucedido a lo largo de la historia. El proyecto dirigido por el Ayuntamiento de Huelva en colaboración con bomberos, Universidad y otros colectivos está enfocado fundamentalmente a la población. No obstante, en la costa onubense se encuentra uno de los principales núcleos industriales de España. Su seguridad es una prioridad.

El año pasado se realizó un simulacro real de tsunamis por parte de la Junta de Andalucía, en la que participó la industria onubense estudiando varios escenarios, y en el que se emplearon las más modernas herramientas de simulación con el sistema europeo de satélites Copérnico y la actual geografía onubense. En dicho simulacro se pudo constatar, según explican desde Aiqbe que “las instalaciones industriales no se verían afectadas -salvo en la producción porque pararían por precaución- y, además, con el tiempo de preaviso existente, daría tiempo a preparar las operaciones en los muelles para evitar también daños de consideración”.

Todas las instalaciones industriales onubenses que lo requieren tienen sus planes de autoprotección y de emergencia interior, que asimismo están integrados en los de emergencia exterior, del que hace menos de un mes se realizó un completo simulacro real por parte de la Junta de Andalucía, constatando “el buen funcionamiento de dichos planes y demostrando la utilidad de estos”. Los planes de emergencia de la industria engloban al personal propio, así como con emergencias 112, Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria de Huelva y resto de autoridades.

Los estudios de la UHU para el plan municipal de Huelva sobre tsunamis “confirman lo visto en el simulacro citado”, sobre todo en el sentido de que no se trataría de una ola, sino de una gran marea en muy poco tiempo que entraría desde Mazagón a la Ría de Huelva, ya que el espigón actuaría de barrera, según el modelo desarrollado y para el que se realizó el simulacro mencionado con participación de la industria.

Las empresas disponen todas de sus propios planes de contingencia para responder a cualquier tipo de incidencia. Un desastre natural es uno de los escenarios contemplados. Por ejemplo, el Parque Energético de La Rábida de Cepsa (refinería) dispone de un plan de emergencia interior que define la estrategia de actuación ante cualquier situación, sea en el interior o el exterior de las instalaciones y que requiere la atención prioritaria y la movilización de medios por parte de la organización. Es un documento que está “en continua revisión, una de las cuales se derivó de lo aprendido durante el simulacro de maremoto realizado por el 112 en octubre de 2021”, destaca la empresa. A raíz del mismo, Cepsa ha dedicado “una ficha específica dedicada a este evento que ha sido incorporada en el plan de emergencias interno actualmente vigente”. Adicionalmente y en línea con la información extraída del simulacro “se corrobora que la afección de este fenómeno alcanzaría fundamentalmente a los terminales marítimos en línea con el riesgo actualizado que se midió durante la evaluación realizada”. La respuesta prevista en ese caso sería situar los terminales marítimos y las plantas del parque energético en situación de “parada segura de las operaciones”. Los profesionales de Cepsa están “entrenados para hacer frente a esta situación, y las instalaciones están diseñadas para alcanzar ese estado a en el menor tiempo posible”.

Por su parte, Fertiberia explica que el proyecto Restore 20/30 para la restauración de las balsas de fosfoyesos de las marismas del Tinto “ha sido evaluado frente a tsunamis que se pueden producir en Huelva y cuenta con una protección de escolleras frente a ellos de acuerdo con los estándares internacionales más exigentes, evaluación y protección que han sido validadas por organismos científicos de referencia como el Instituto de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Cantabria, el Centro Nacional de Información Cartográfica, el Instituto Superior de Ingeniería de Lisboa y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME)”.

La compañía defiende que “las máximas autoridades científicas de España han avalado la fortaleza y la seguridad del proyecto, que logró en 2020 la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva tras un largo y minucioso proceso de concepción, desarrollo y tramitación que se ha prolongado durante una década. En este proceso, en el que se han tramitado y dado respuesta a más de 1.500 alegaciones, quedó sólidamente constatado por organismos independientes -que ofrecen las máximas garantías de independencia y rigor científico- que Restore 20/30 es seguro y el mejor proyecto de restauración para el apilamiento”.

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