Huelva

Trucos para ahorrar en gasolina

Tráfico en la A-49.

Tráfico en la A-49. / Alberto Domínguez

El precio de la gasolina sigue subiendo y batiendo récords y las vacaciones están a la vuelta de la esquina. En Huelva, el precio del combustible supera los 2 euros el litro tanto de gasolina como de diésel en muchas de las gasolineras.

Desde el Club RACE indicaron algunos consejos para ahorrar gasolina, y de paso dinero, en tu vehículo ahora que te preparas para salir de vacaciones.

Planifica bien el viaje

Un viaje bien planificado te permitirá llegar a tu destino de la manera más rápida, fácil y segura, y, por lo tanto, realizar una conducción más eficiente con el consecuente ahorro de combustible. Alargar solo diez minutos el viaje de 1 hora provoca un aumento del consumo en gasolina o gasoil de hasta un 14%.

Arranque y puesta en marcha

Arranca el motor del coche sin pisar el acelerador: en los motores de gasolina puedes iniciar la marcha inmediatamente después del arranque; en los motores diésel, espera unos segundos antes de comenzar a moverte. Usa la primera marcha solo para el inicio. Cambia a segunda velocidad a los 2 segundos o 6 metros aproximadamente. Comienza a conducir lentamente (20 km/h en 5 segundos para ahorrar hasta un 11% de combustible) y evita acelerar bruscamente.

Comprueba la presión de los neumáticos

Los neumáticos deben ir hinchados a la presión indicada por el fabricante y según las condiciones climatológicas (con mucho frío el neumático necesita un poco más de presión). Conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la correcta hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4% en las interurbanas.

Recuerda, además, que cuando hagas un viaje con el coche muy cargado también debes aumentar la presión de las ruedas. Su nivel suele estar indicado en la tapa de la gasolina o en la puerta del conductor y, si no, en las gasolineras suele haber una tabla con las presiones de los vehículos según la marca y el modelo. Si no llevamos correctamente inflados los neumáticos, la resistencia a la rodadura será mayor y nuestro vehículo consumirá más.

Mantener una velocidad uniforme

Mantén la velocidad lo más uniforme posible, busca fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario. Para decelerar, levanta el pie del acelerador y antes de accionar el pedal de freno, si la situación lo permite, puedes dejar que sea el freno motor quien actúe primero. Si has de frenar, hazlo de forma suave y reduce de marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada.

Circulando a más de unos 20 km/h con una marcha insertada, si no pisas el acelerador el consumo de carburante es prácticamente nulo. Al ralentí, el coche consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora.

Deja lo imprescindible en el maletero

Antes de emprender la marcha, más si se trata de un viaje, debemos racionalizar el volumen y el reparto de la carga. No solo es una cuestión de espacio, conducir con 100 kilos de peso innecesarios a bordo ocasiona que el consumo de combustible, en un coche de tamaño medio, se dispare un 6%. Si utilizas el coche diariamente te aconsejamos que hagas un repaso a todo lo que guardes en su maletero y te lleves a casa lo que no necesites. No utilices el coche de almacén. Es una forma fácil y práctica de gastar menos en gasolina y ahorrar unos euros a final de mes. Además, recuerda lo peligroso que es viajar con carga en el habitáculo.

Usa el freno del motor

Si sueltas el acelerador cuando te das cuenta de que debes frenar, casi se detiene el suministro de combustible, con lo que su consumo se reduce hasta en un 2%. Conduce siempre con una distancia de seguridad adecuada (está prohibido ponerse pegado detrás de un camión para evitar la resistencia del viento y así ahorrar un poco de gasolina) y un amplio campo de visión que te permita ver dos o tres vehículos por delante.

Una buena manera de no llevarte un disgusto en el bolsillo es mantener una revisión periódica de tu vehículo

Apagar el motor en los descansos

En paradas prolongadas es recomendable apagar el motor. Un motor al ralentí durante 10 minutos (en punto muerto y con el aire acondicionado desconectado) ronda un consumo de 0,13 l/100 km de gasolina.

Aprovecha las bajadas

Utiliza los descensos para ahorrar en el consumo de combustible. Aprovecha la inercia para adelantar el cambio de marchas circulando a bajas revoluciones. En las subidas, retrasa al máximo reducir de marcha, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador, aunque nunca pisando a fondo.

¿Aire acondicionado o ventanas abiertas?

Para que tengamos aire acondicionado en el habitáculo entra en escena el compresor, un aparato que se acopla al motor. El hecho de que dependa del motor hace que éste tenga que trabajar más cuando tenemos el aire acondicionado puesto y, por eso, nuestro vehículo consume más gasolina o gasoil.

Cuando viajemos en autopista el aire acondicionado será una mejor opción que si abrimos las ventanillas del coche; en el segundo caso, además de ser un riesgo para nuestra seguridad cuando viajamos a alta velocidad, el hecho de que estén abiertas afecta directamente a la aerodinámica del coche. El viento entra en el interior del vehículo y la resistencia contra el aire es mayor. Es aquí donde el consumo de combustible va a aumentar.

Lo recomendable es que en ciudad vayamos con las ventanillas bajadas en lugar de llevar el aire acondicionado. En carretera, la situación es la contraria: mejor viajar con las ventanas cerradas y el aire acondicionado conectado.

No revoluciones el motor

Optimiza al máximo el cambio de marchas. Circula el mayor tiempo posible en las relaciones más largas y a bajas revoluciones (en la ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª o 5ª marcha, respetando los límites de velocidad). Sobre el papel, un coche diésel aconseja cambiar de marcha entre las 1.500 y 2.500 rpm. En caso de los gasolina el momento óptimo se sitúa entre 2.000 y 2.500 rpm.

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