Balance 2018 | Toros

Toreando 2018

  • Cifras y datos taurinos de un año que termina

  • Recorrido por las plazas provinciales en las que el número de festejos arroja una cifra muy similar a los de la pasada temporada

El toro 'Sereno' de Torrealta se convirtió en el segundo indultado en Huelva.

El toro 'Sereno' de Torrealta se convirtió en el segundo indultado en Huelva. / M. G. (Huelva)

Decir que la temporada taurina en Huelva se cierra con 78 festejos celebrados en su haber induce a pensar en un impresionante tropel de toreros surcando sus alberos. Nada más lejos de la realidad puesto que en su mayor parte esos números se refieren a festejos populares celebrados con motivo de las tradicionales capeas que la zona del Condado y la Campiña acogen con motivo de sus ferias patronales. En total, 53 festejos de los que Beas, Trigueros, San Juan del Puerto y Niebla significan la parte vital del toro en la calle.

Frente a tan potente cifra los festejos reglados le ponen números similares a los de la temporada pasada. Son 10 corridas de toros las que se reparten entre la feria de la capital y las de Valverde del Camino, Cortegana, en Palos de la Frontera por partida doble merced a las feria de San Jorge y la Pinzoniana de octubre, Santa Olalla, Aracena, Zalamea y Ayamonte.

Precisamente el coso ayamontino representa la agradable novedad en esta temporada después de seis años sin espectáculos en su ruedo y lo hizo a lo grande, con la presencia de un Enrique Ponce que a pesar de su extensa trayectoria concretó el paseíllo desmonterado con motivo de su debut en la feria de la Angustias. Grato recuerdo de un triunfo notable frente al desacierto y la desmotivación de un Javier Conde, compañero de cartel esa tarde septembrina.

Enrioque Ponce cosecha un su debut un merecido triunfo. Enrioque Ponce cosecha un su debut un merecido triunfo.

Enrioque Ponce cosecha un su debut un merecido triunfo. / M. G. (Ayamonte)

Pero si en algo se significa con especial relevancia la Fiesta en la temporada onubense, es en esos dos indultos de sendos toros de Torrealta y Domínguez Camacho. El primero, Sereno, dentro del serial de Colombinas; el otro, Dominante, en el festejo pinzoniano de Palos de la Frontera. Los dos dentro de dos importantes y completos encierros ganaderos. Y fue también en Palos por San Jorge cuando un torero de mucha enjundia y arte con los trastos llamado Curro Díaz se encontró con un ejemplar de Cuadri de nombre Crisantemo, bravo, noble y encastado en una tarde lluviosa del mes de abril justamente cuando el coso palermo cumplía su décimo aniversario.

La temporada se iba fundamentando por esa apertura que había propiciado la presencia de Diego Ventura y Andrés Romero frente a una notable novillada de Prieto de la Cal en la tempranera feria de Lucena del Puerto y dejaría un cierre en Niebla a cargo de un festejo sin picadores con motivo de la feria de Tosantos. Como antaño, Huelva plantaba los dos extremos temporales en la temporada española.Dos encierros lidió en Huelva el hierro portugués de Sobral. El malo le tocó a Valverde. Encierro vacío de cosas de toro bravo que decepcionó a público y toreros. Curro Díaz, Escribano y Miranda, desesperados ante tanta imposibilidad, bastante tuvieron con poner las ganas.

Víctor Puerto se apuntó al triunfo en una gran corrida de Albarreal. Víctor Puerto se apuntó al triunfo en una gran corrida de Albarreal.

Víctor Puerto se apuntó al triunfo en una gran corrida de Albarreal. / M. G. (Zalamea)

La normal se la llevó otra vez Cortegana. Allí se habían labrado dos temporadas antes su cartel de buen juego los Cebadas portugueses y allí volvería la tarde a hacerse propicia con el notable juego de los tres últimos toros de un festejo pasado intensamente por agua. Tras el temporal llegó la calma con Antonio Ferrera, Paco Ureña y David de Miranda a hombros de los aficionados tras una importante tarde de toros. Era principio de septiembre y ya el calendario se había llevado por delante los festejos que Santa Olalla y Aracena habían protagonizado con nombres llamativos sobre su albero con Manuel Jesús El Cid como eje de ambos festejos.

A esas alturas de la temporada Zalamea apostaba por revitalizar su baja cotización en la temporada onubense y apostó por devolver al aficionado una feria en la que como inicio estuviese presente el toro. Lo consiguió apostando por un hierro de esta tierra como el de Albarreal y con un veterano como Víctor Puerto al frente de un cartel al que Julio Benítez le daba un toque pintoresco, y el sevillano Mario Diéguez conseguiría su propósito de convertirse en matador de toros con una discreta actuación ante un buen lote. El toro Mangante, número 18 con el hierro de Albarreal, servía como pasaporte al escalafón de matadores del coriano.

Víctor Puerto y Javier Jiménez, sustituto de Benítez al que un parte médico avaló una de esas repentinas caídas de cartel, salvaron con brillantez una tarde en la que sólo se fue a hombros Puerto al fallar Jiménez con los aceros tras una torerísima actuación frente a una corrida de seria presencia y brillante juego como la de Albarreal.A la temporada sólo le faltaba el broche de la tradicional corrida Pinzoniana en Palos, y ese se lo vino a poner un gran toro de Domínguez Camacho al que Ferrera endosó una completísima faena haciendo historia en la plaza palerma cuando la plaza al completo solicitó su indulto. Antonio Ferrera y David Fandila El Fandi se irían a hombros y si David de Miranda no lo hizo fue porque la espada no fue certera compañera, en una tarde en la que la honestidad y el valor del triguereño cabalgan fuera de toda duda en el recuerdo de esta temporada 2018.

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