Tipos con mucha guasa
Las agrupaciones mantienen en secreto sus disfraces con el objeto de jugar, cuando se suben al escenario, con la baza de la sorpresa, la vestimenta tiene un papel fundamental en el conjunto escénico
El carnaval está directamente vinculado al disfraz, pieza fundamental para comenzar a engrasar la maquinaria de las carnestolendas. La elección del tipo es el punto de arranque de cualquier agrupación. A partir de ahí los autores comienzan a componer la música y las letras que conformarán el repertorio que los componentes de los grupos participantes defenderán sobre las tablas del Gran Teatro.
Las agrupaciones mantienen en secreto sus disfraces con el objeto de jugar, cuando salen al escenario, con la baza de la sorpresa. El nombre de la agrupación suele dar una pista de por dónde puede ir el tipo, pero no es hasta el mismo momento de la actuación cuando comparsistas, murguistas y cuarteteros desvelan el tesoro mejor guardado: su indumentaria.
Es el disfraz el que aporta la nota de color al conjunto, el que llena de magia el ambiente y sumerge a propio y a extraños en un halo impregnado de coplas carnavaleras. Hay grupos que se caracterizan por sus elaborados disfraces, prendas que saben rentabilizar en sus puestas en escenas, utilizando para ello las diversas potencialidades que éstas pueden ofrecer. Frente a estos, hay otras agrupaciones que no dedican mucho tiempo a diseñar el tipo y aprovechan ropajes y complementos de anteriores actuaciones para recrear al personaje. Todo vale para configurar el disfraz. La imaginación es una herramienta fundamental para materializarlo.
La fuente de inspiración es muy amplia, desde lo más cotidiano, pasando por personajes televisivos e históricos así como de leyendas. Tipos a partir de los cuales desarrollar un repertorio de pasodobles, cuplés y popurrís. A pesar de que es difícil innovar en el mundo de los disfraces, aún hay agrupaciones que sorprenden por su originalidad. Grupos que logran recrear en sus vestimentas fantasías carnavalera e incluso sentimientos y costumbres. Un ejemplo de ello son las comparsas valverdeñas 'El reino de los lunáticos' y 'Pasiones terrenales'. Los componentes de la primera van de fantasía lunática y la segunda recrea la libertad, el amor y la esperanza con los colores verdes, azul y rojo. Por otra parte, en la murga de Ronda 'Arme caso que es verdad si no que te digan esta ente', sus integrantes van de mentirosos.
Los personajes de leyenda han inspirado a la comparsa calañesa 'La luna llena', que lleva a escena al hombre lobo, y a la comparsa de Gibraleón que echa mano de la Santa Compaña, almas en penas que vagan por la noche.
No faltan en esta edición del concurso del Carnaval Colombino las pitonisas, que lo mismo adivinan el futuro en las bolas de cristal que leen las líneas de las manos. Son las adivinas de la murga de Punta Umbría, 'Este año lo vemos claro'. Asimismo, vuelven otro año los muñecos y peluches de la tómbola pero en esta ocasión con la murga de Trebujena, 'Este año toca'.
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