Testigos del Nazareno de Huelva

Jesús Nazareno es la luz y la ciudad lo busca desde la madrugada hasta el amanecer junto al mar. Ahora por Doce de Octubre, antes Puerto a bajo. Allí nació la devoción de Huelva a Jesús Nazareno, en el convento de la Victoria. Cuando caminaba por la cuesta empedrada hasta llegar a la Plaza de San Pedro donde, a los pies de la iglesia mayor, se celebraba el sermón de la cofradía del paso sobre una alfombra de papeles de alfajores y en un álamo el predicador le explicaba a la gente la pasión del Señor.

Aquel Nazareno es el mismo de hoy; su imagen ha sufrido los avatares del tiempo, su destrucción en el asalto a la parroquia de la Concepción al inicio de la guerra civil, en 1936, o más tarde, por causas fortuitas, en un incendio en su capilla, en 1950. A pesar de todo su devoción se ha mantenido imperecedera. Así Huelva ha permanecido siendo testigo de El. Lo mismo que Huelva Información que entonces le realizó una ofrenda flores y hoy puede testificar aquella salida extraordinaria y única de Jesús Nazareno en la tarde plena de la luz del día, y no en la madrugada como es su salida el Viernes Santo. En este mismo mes se podía haber revivido aquel acontecimiento con la salida el pasado día 19 a las 16:40 para el Acto de fe y posterior procesión magna, pero la lluvia lo impidió.

La salida del Nazareno el 22 de octubre de 1983 se producía a las seis de la tarde. Huelva Información, que acababa entonces de salir a la calle en agosto, realizó una gran apuesta informativa que no tuvo parangón. Además de la información diaria de los diferentes actos que se realizaron, se editó un suplemento especial, el primero de una larga lista de publicaciones realizadas en estos treinta años. Se celebraban 400 años de la presencia del Nazareno entre nosotros, que pregonó Rafael Román Pantrigo.

La salida sorprendía a todos cuando el Señor aparecía en una tarde radiante, mientras se escuchaban las campanas de la torre de la parroquia de la Concepción. Sonó el Himno Nacional a los sones de la Banda de Nuestra Señora de las Mercedes de Bollullos, mientras el paso comenzaba su caminar portado por su cuadrilla de hermanos costaleros y mandado por Antonio Tello y José Ramón Barroso; escoltado por la Policía Local con traje de gala.

Le precedía un cortejo en el que participaron hermandades de Huelva. Abría la de la Alegría, en la actualidad la del cautivo, Emigrantes y Rocío de Huelva, las de penitencia Borriquita, Sagrada Cena, Estudiantes, Pasión, Victoria, Oración en el Huerto, Santo Entierro y Soledad. Con representación de la Unión de Cofradías, presidida por Alfonso Carlos Ortega Vizcaya. A la Hermandad del Nazareno la presidía su hermano mayor, Manuel Castillo Cobano.

El Señor en la calle fue arropado por los onubenses que le esperaban con "¡Vivas al Nazareno, viva el Cristo de Huelva!". El cortejo siguió hacia la Plaza de las Monjas por Méndez Núñez, escuchándose el repicar de las campanas de la iglesia de Santa María de Gracia, de las Madres Agustinas. Una hora después de su salida el paso del Señor llegaba hasta las puertas del Ayuntamiento, adornado para la ocasión. Allí el alcalde de la ciudad, José Antonio Marín Rite, le hizo entrega de la medalla de la ciudad de Huelva, que luce permanentemente en su capilla y en su salida, en el cordón de su túnica. Hubo intercambio de presentes entre ambas instituciones. Aquí sonó la marcha Campanilleros.

La comitiva siguió hacia la iglesia conventual de las Hermanas de la Cruz, ofreciendo allí la hermandad un ramo de flores. En la calle Padre Andivia la Hermandad de la Esperanza esperaba a la sagrada imagen con una gran petalada. Continúo el Nazareno acompañado de sus devotos por La Paz, Rábida, Arquitecto Pérez Carasa, Palacio y Concepción.

El regreso a su iglesia de la Concepción se produjo a las 23:45 tras una jornada memorable que hoy, 30 años después, recordamos.