Teresa Peña, fija en el Convento de Santa Clara

El Monasterio de Santa Clara de Moguer pone en valor una vez más su identidad colombina y su oferta cultural, algo que está repercutiendo directamente en el número de visitantes que pasa diariamente por este enclave histórico. Concretamente, a finales de marzo, se han contabilizado 1.548 turistas. En lo que se refiere al mes de marzo, en el presente año, se han registrado 539 visitantes, frente a los 292 del mismo mes del pasado año.

En cuanto a la procedencia de los turistas que se han acercado hasta este monumento, los países de procedencia más frecuentes son Italia, Turquía, Alemania, Francia, Bélgica, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido, Austria, Chile y Portugal. Por su parte, el turismo nacional proviene, fundamentalmente, de ciudades como Sevilla, Madrid, Pamplona, Alicante, Valencia, Zaragoza, Murcia, Galicia, Granada, Córdoba, Jaén, Cádiz, Málaga, La Rioja, Gijón, Santander, Bilbao, Segovia, Mallorca, Palencia, Toledo y Canarias, además de los paisanos que se acercan desde diferentes puntos de la provincia onubense.

Este incremento significativo en el número de visitantes se debe en gran medida a la puesta en valor del monasterio en su conjunto y, especialmente, de su oferta cultural. Conservando el acento colombino, conviven eventos de carácter intercultural con otros enraizados en el mismo pueblo de Juan Ramón. Buena muestra de ello es la exposición permanente de pintura moderna de Teresa Peña (Madrid, 1935-Burgos, 2002) donde el diálogo historia, arte y fe alcanza su máxima expresión. Se trata de una obra de evangelización en la que la luz y el color iluminan el negro de fondo, para dar sentido a un mensaje cargado de expresividad y simbología. La autora ha vertido en su pintura, también en sus escritos, su inquietud por la imagen de Dios, el hombre, ese que ella ha conocido en barrios marginales en los que ha vivido buscándolo; ese al que intuyó en sus experiencias contemplativas, el mismo que la sostuvo en sus sufrimientos morales.