Hospitales

Técnicos de Mantenimiento denuncian años de instrusismo

  • Parte de la plantilla que trabaja en hospitales considera que es ilegal que no se valore su formación de grado superior de FP

Todo hospital cuenta con personal de mantenimiento propio o externo.

Todo hospital cuenta con personal de mantenimiento propio o externo. / Rosell

Buena parte del personal de Mantenimiento de los hospitales andaluces está denunciando ante las juntas de personal y los tribunales, una situación que consideran ilegal desde hace nada menos que 12 años y que provoca un maremágnum de situaciones que perjudica a los más preparados.El problema ha resurgido con fuerza con motivo de la última convocatoria de oposiciones del SAS que, según denuncian, va a dar lugar a aspirantes sin la formación adecuada desdeñando aquellos que cuentan con la titulación requerida lo que se viene repitiendo durante más de una década.

Juan Carlos Ríos forma parte de la plantilla de Mantenimiento del Juan Ramón Jiménez y señala que la inquietud está muy extendida por la mayor parte de los hospitales andaluces. Se trata de una situación en la que el propio SAS y algunos sindicatos se están aprovechando en detrimento de aquellas personas que sí tienen la acreditación legal para acceder a un puesto de trabajo, según denuncia este grupo de empleados o aspirantes a serlo. Por lo que respecta a este problema, se puede resumir en el hecho de que se está ninguneando el requerimiento de contar con el título superior de FP de Especialista de Mantenimiento de Edificios e Instalaciones Industriales (Temei).

El problema viene de lejos. Según explicó Ríos, en 2008 se publicó una orden que modificaba las categorías del Servicio de Mantenimiento. Eso se traducía en la unificación de varias categorías: mecánicos, electricistas, calefactores, fontaneros... Todo eso pasaba a Técnico Especialista de Mantenimiento de Edificios e Instalaciones Industriales (Temei), que exigía un ciclo de grado superior de FP. Por la presión de los sindicatos, la orden no se cumplió de cara alas nuevas contrataciones “para que la gente que no tenía titulación siguiera trabajando”.

Con el paso de los años, en vista de las denuncias y posibles reclamaciones, el SAS optó por contratar a los técnicos en una categoría inferior: Técnico de Acabado de Construcción que exige un ciclo de grado medio pero que realiza labores de Temei con un sueldo inferior al que le corresponde. A día de hoy, “son cientos las personas en Andalucía que están contratadas con categoría inferior para puestos de Temei con el ahorro económico que supone para el SAS y el perjuicio que representa para los técnicos titulados que llevan años sin poder trabajar debido a que las plazas están ocupadas ilegalmente. En otras palabras: es como si contrataran a enfermeros para hacer de médicos y éstos estuvieran esperando para que los llamara a trabajar”.

En 2016 se reforman de nuevo los requisitos. Para ocupar un puesto de Temei: contar con esta titulación, tener una de nivel equivalente o estar en posesión de un titulo académico igual o superior y acreditar al menos cinco años de experiencia en mantenimiento de centros sanitarios. Esos 5 años se rebajaron posteriormente a 3. Un año después, sale una bolsa oficial única en la que los sindicatos “presionaron para que las titulaciones de Bachillerato y acceso de mayores de 25 años a la Universidad valieran para entrar en bolsa”.

Los Temei afectados indican sin embargo, que el Bachillerato tiene el nivel de un grado medio tal y como señala la Ley Orgánica 2/2006 y lo mismo se puede decir del acceso a los 25 años. Todo ello se convalida de cara a unas oposiciones que salen en 2018. La ilegalidad denunciada como tal, se confirmó en 2019 con la publicación de un listado definitivo de bolsa única que integra a los que tienen grado medio o acceso a la Universidad. Todo ello ha impulsado a las personas afectadas que ven como les “roban” sus trabajos. Estas personas han instado por registro, mediante escritos y recursos, que se cumpla con la legalidad en la bolsa y en la oposición, “mientras los sindicatos presionan para que se salten las leyes y sigan por el camino equivocado”.

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