Estamos, en mi opinión personal (quizás porque es una de las setas que puedo comer sin problemas), ante la reina de las setas en la provincia de Huelva y en el resto del país donde se la conoce como oronja.

Ya en la época de Roma, hace más de dos mil años, era consumida por los césares, circunstancia de la que le viene el nombre, y tenía una aceptación al menos tan grande como la tiene hoy en día.

Yo he comido esta seta en Italia y en Marruecos, y puedo decir que tienen una aceptación magnífica al igual que aquí y una cocina muy similar a la cocina de Huelva.

Se trata de una seta potente, con un sombrero de un diámetro entre ocho y veinte centímetros, carnoso, voluminoso, al principio redondeado (hemisférico), después convexo y finalmente aplanado, su cutícula es viscosa, fácilmente separable de color naranja o rojo amarillento pocas veces cubierta con restos de la volva.

Hay una curiosidad sobre esta seta y es que es muy bonita, por lo que se suelen utilizar sus fotografías en portadas de libros y decoración de artículos; hay un restaurante en Aracena que en su decoración tiene un grupo de tanas ¡hecho en escayola!

Su carne, exquisita, es blanca, amarilla bajo la cutícula del sombrero, tierna y con sabor y olor particular a seta, mas fuerte en los ejemplares adultos.

Láminas numerosas, libres, apretadas, con el borde ligeramente con pelos y de color amarillo.

Esporas elíptico ovoidales, lisas, blancas o amarillentas, sin reacción amiloide (no tienen almidón).

Su pie amarillo oro está entre los ocho y los quince centímetros, robusto, carnoso, ensanchado en la base, lleno y después relleno de una sustancia algodonosa, anillo amplio, frágil, membranoso del mismo color del pie; volva amplia, membranosa y tenaz.

Crece en verano y otoño en bosques de castaños, nogales, encinas y alcornoques; en primaveras lluviosas se adelanta su eclosión a finales de dicha estación. Esta seta la podemos encontrar en todas las zonas mediterráneas, donde es abundante.

Su carne es excelente, consistente aunque blanda, de color blanco salvo bajo la cutícula que es amarillenta, con un sabor y olor característico a seta.

Se puede confundir con la Amanita muscaria tóxica, con efectos alucinógenos y que puede llegar a ser altamente venenosa en su variedad aureola. En la antigüedad la A. muscaria era empleada por los curanderos para producir alucinaciones. Esta seta presenta las láminas totalmente blancas.

Su cocina es amplia y muy variada

-Carpachos: carpacho de tanas al limón.

-Marinadas: tanas marinadas en vinagreta.

-Calderetas: caldereta de jabalí con tanas.

-Arroces: arroz con espárragos y tanas.

-Guisos: guiso de tanas con garbanzos a la manera de Huelva.

-Tortillas: tortilla de tanas.

-Potajes: potaje de berzas con tanas.

-Rellenos: rollo de aleta rellena con salteado de tanas.

-Pastas: tortellini Macarena.