Sólo la mitad de los enjuiciados sale condenado del Juzgado de lo Penal

El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva es el órgano especializado en violencia de género. Lo dirige la magistrada Estela San José, quien se encarga de resolver los procedimientos más complejos o aquellos que, simplemente, no se han podido terminar en un juicio rápido -en los juzgados competentes en materia de violencia sobre la mujer- porque el acusado no ha admitido los hechos que se le imputan. Entre abril y junio de este año, según consta en la estadística del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), este órgano registró 124 procesos, de los que logró resolver 82 y le quedaron pendientes al cierre del trimestre otros 98.

En total, en el segundo cuarto del año fueron enjuiciados por delitos de violencia de género en el Penal 3 un total de 81 hombres. Algo más de la mitad, 41, quedaron absueltos. El resto, otros 40, fueron condenados por agredir a sus parejas o exparejas.

La presidenta de Miriadas, Manuela Noguera, se mostró indignada por estos datos que reflejan una realidad que, desde su prisma, nada tiene que ver con la leyenda urbana de las denuncias falsas. "La mitad se va para casa y encima ataca más a la víctima, de la que se va riéndose y diciendo: ¿Ves que no has conseguido nada?".

Se plantea la presidenta del colectivo de víctimas de violencia de género onubense que qué ocurre entonces con la mitad de las mujeres que han llegado a enfrentarse a sus presuntos agresores en un juicio en el órgano de lo Penal: "¿La mitad ha mentido, ha exagerado, se lo ha inventado? Volvemos a no darle credibilidad a las víctimas; y no puedes invitarla por los medios de comunicación o socialmente para que salga y denuncie cuando pasa esto, que la mitad queda totalmente absuelto y que lo que te ha pasado pues mira, supéralo mi vida, porque aquí no ha pasado nada".

Noguera subraya que este grado de absolución de los procesados nada tiene que ver con la falsedad de los hechos, "porque estas chicas tienen que seguir viviendo sus vidas amenazadas y amedrentadas y ellos siguen viviendo sus vidas con normalidad, incluso dominándolas más; ésa es la Justicia que tenemos".

Falta, a su entender, una mayor complicidad de las autoridades policiales y judiciales y más especialistas en violencia machista, "gente que se implique a fondo" en la verdadera tragedia que viven las mujeres en el sofocante infierno de sus casas. Y menos demora en los señalamientos.

Es más, de las 40 sentencias condenatorias, el 57,5% -23 en total- fueron de conformidad, es decir, que el autor asumió los hechos "porque conlleva una reducción de la pena".

Con todo, dice la presidenta de Miriadas, la víctima al final acaba confundida, "pensando que se la invita a denunciar y al final queda como la mala a pesar de que tiene que seguir huyendo; he sido amenazada pero como todavía no me ha hecho nada, no tengo orden de alejamiento porque el policía ha valorado que no hay riesgo, quiere decir que lo tengo en la esquina de mi casa pero que hasta que no diga que me va a matar o hasta que me haga algo, la ley no interviene, con lo cual, mire usted, el miedo me lo como con papas", sentencia.