Sólo el 9% de las denuncias por caídas en la vía pública salieron adelante en 2013

El Ayuntamiento de la capital recibió en 2013 un total de 179 denuncias por caídas en la vía pública, de las que se tramitaron 98. Sólo nueve de ellas -el 9,18%- fueron estimadas: se resolvieron fijando indemnizaciones que, según explicaron desde la Gerencia de Urbanismo, oscilaron "entre cien y miles de euros". El Consistorio cuenta con un seguro, cuya póliza en vigor permite pagar en este tipo de reclamaciones "un máximo de 500 euros", de forma que del resto se hace cargo el seguro.

De las 98 reclamaciones tramitadas, 43 fueron desestimadas, lo que no es óbice para que los denunciantes hayan podido reclamar una indemnización a un tercero, mientras que 28 prescribieron. Además, 18 reclamantes desistieron de su intento.

En lo que va de año, de un total de 130 expedientes abiertos sólo 14 han sido resueltos hasta el momento: 13 desestimados y en un caso ha renunciado el reclamante. No obstante, todos los expedientes resueltos dan pie a recurso, tanto de reposición ante el propio Ayuntamiento, como ante el Contencioso Administrativo.

Las denuncias se reparten "por toda la capital", sin que desde Urbanismo hayan podido determinar un mayor número de reclamaciones de este tipo en una vía o barrio concreto. En el centro, por ejemplo, destacaron que el riesgo de caídas en el eje Concepción-Plaza de las Monjas "es mucho menor que en cualquier otro suelo de la ciudad", ya que el pavimento de mármol utilizado en el corazón de la capital "puede dar la falsa sensación de resbalar más, pero no es real", debido a que tiene "más brillo y más luz".

De esta forma, en 2013 sólo el suelo de Pérez-Carasa motivó una denuncia, mientras que los de Concepción, Palacios, Moras Claro y Gran Vía ninguna. En cuanto a este año, se interpuso una reclamación relativa a la Gran Vía, otra a Concepción y ninguna a Palacios y Pérez-Carasa.

El pavimento usado por el Ayuntamiento en las citadas calles es "de una calidad excepcional". Para su elección, uno de los factores más importantes que tuvieron en cuenta los técnicos fue su resbalacidad. "Se exigió un RD Clase 3, que es el más exigente y es el requerido para zonas exteriores de piscinas y superficies con pendientes igual o mayor que el 6% y escaleras", precisaron.

El concepto de resbaladicidad, según apuntaron, fue introducido en el Código Técnico de la Edificación (CTE) en 2006. Este término forma parte de la exigencia básica frente al riesgo de caídas y regula el nivel de resbaladicidad aceptable de los suelos. Para medirlo se utiliza el RD, valor de Resistencia al Deslizamiento, calculado según un ensayo normalizado.

La inclusión de la resbaladicidad en el CTE se produjo con el objetivo de evitar que el espacio pudiera suponer un riesgo para el usuario a raíz de las negativas estadísticas sobre de lesiones en caídas por resbalamientos. El CTE es el marco normativo que establece las exigencias que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad establecidos en la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE). Esta norma es aplicable a suelos de edificios o zonas de uso residencial público, sanitario, docente, comercial, administrativo y pública concurrencia.

Por tanto, desde Urbanismo aseguraron que "no se exige en urbanización, es decir, en exteriores públicos, aunque el Ayuntamiento lo ha cumplido en relación al eje Concepción-Plaza de las Monjas".