Huelva

Silencio en el entorno de los Bretón

  • Los vecinos de la vivienda de los padres apenas se atreven a hablar de la situación

Puertas y persianas cerradas a cal y canto en la casa de los padres de José Bretón, que deben estar pasando un auténtico calvario. Octogenarios, Antonia y Bartolomé, no salen prácticamente a la calle y sus vecinos afirman que están hundidos. Aunque son muchos los que en el entorno de la vivienda, situada en la calle Don Carlos Romero, no quieren ni realizar declaraciones porque también es muy duro para ellos ver "cómo sufre una familia sabiendo la barbaridad que ha cometido su hijo". Apenas esta declaración se escapa de quienes por allí deambulan, poco más.

El barrio de la Viñuela está consternado porque muchos conocían a este joven correcto y educado, "totalmente normal". Porque Bretón paseaba por allí cuando venía a Córdoba y tiene muchos conocidos. La hermana de José Bretón vio cómo el pasado lunes más de un centenar de personas se acercaba hasta las cercanías de su domicilio para colocar velas en recuerdo de los dos pequeños desaparecidos. Distintas fuentes han indicado que existe una especial preocupación para proteger a la familia del padre de manifestaciones que pudieran ir más allá de la mera concentración de repulsa de los hechos. Así, se habría dispuesto un protocolo de protección a la familia.

Las pintadas también han sido frecuentes. De hecho, en la casa de José Bretón aparece una en la que reza: "Hijos, asesino".

La indignación ha crecido durante los dos últimos días, después de conocerse que existen dos informes de destacados expertos en los que se asegura que los huesos hallados en la ya desgraciadamente famosa hoguera de Las Quemadas pertenecen a dos niños de dos y seis años. Las redes sociales también han contribuido a ello.

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