Huelva

El Santuario de la Cinta se llena de onubenses para rezar junto a la Patrona de Huelva

La Virgen de la Cinta en su salida por el santuario.

La Virgen de la Cinta en su salida por el santuario. / FRAN ÁLVAREZ

Huelva se entrega una vez más a la devoción. El fin de semana de plegarias a la Virgen llegó a su fin. Después de la salida extraordinaria de Soledad de María, la Patrona de la ciudad fue la encargada de poner el broche de oro a dos días cargados de sentimientos. El Santuario de la Virgen de la Cinta lucía abarrotado de fieles al caer la tarde, en unas rogativas que pedían el don de la lluvia a la ciudad en la que la sequía predomina en la actualidad. 

La Diócesis de Huelva se unió en rezo piadoso al Santo Rosario que protagonizó la Virgen de la Cinta, a la que Huelva le tiene una devoción especial. Una estampa choquera, el sol cayendo, los alrededores del Santuario llenos y la Virgen Chiquita avanzando en parihuela portada por sus costaleros. La emoción de los que contemplaban ese momento quedó retratada en sus rostros por un sentimiento la ciudad lleva intrínseco. 

La Virgen fue arropada por su comitiva, que la acompañó en el Recorrido de los Marineros por los alrededores de su Santuario. Montada en su parihuela, rezó el Santo Rosario junto a representantes de la iglesia y los onubenses, que no quisieron perderse ese momento tan entrañable que la Cinta regaló a la ciudad durante la tarde del domingo. Con esta salida, la Hermandad atiende a las peticiones del obispo de Huelva, Santiago Gómez, que pidió a la población rezar por el don tan necesario del agua para que todos los fieles imploren acabar con esta sequía que se viene arrastrando desde el mes de marzo. 

La Virgen Chiquita iba exornada al detalle en una parihuela que la mostraba a Huelva de una forma diferente. El olor a incienso se volvió a apoderar una vez más de la ciudad, que con un aprecio especial rezó junto a su madre que la vigila desde El Conquero. La devoción que profesa quedó reflejada en los onubenses que seguían sus pasos, fueron muchos los que caminaron tras ella en un tímido recorrido por las diferentes zonas de su Santuario. 

Una de las devociones más longevas de Huelva cuya historia se encuentra en forma de leyenda. Un milagro de la Virgen de la Cinta y en 1750, inspirado por la pintura, Benito Hita del Castillo realizó una escultura procesional que hoy en día se alza como Alcaldesa Perpetua de la ciudad. 

Fe, emoción, tradición y sentimiento son las palabras que definen a la perfección este fin de semana en el que la ciudad ha engalanado para pedirle a la Virgen por la necesidad del agua. Se han vivido unos momentos históricos para los onubenses que han visto a su patrona en la calle de forma extraordinaria. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios