Santa María de la Purísima

El papa Francisco declaró su santidad a las 10:32 De Huelva acudió una peregrinación de más de 350 personas encabezadas por el obispo, José Vilaplana

1. El papa Francisco, durante la ceremonia de la canonización . 2. El tapiz con la imagen de la religiosa María de la Purísima. 3. Las hermanas de la Cruz en la Plaza de San Pedro.  4. El Papa saluda a los fieles. 5. Grupo de peregrinos onubenses con el obispo, José Vilaplana, tras la misa celebrada el sábado en la Chiesa Nuova. 5. Aspecto general de la Plaza de San Pedro. 5. El ministro del interior, Jorge Fernández, y el embajador español ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga. 5. La defensora del pueblo español, Soledad Becerril. 5. Unos sacerdotes toman fotos con sus teléfonos móviles.
1. El papa Francisco, durante la ceremonia de la canonización . 2. El tapiz con la imagen de la religiosa María de la Purísima. 3. Las hermanas de la Cruz en la Plaza de San Pedro. 4. El Papa saluda a los fieles. 5. Grupo de peregrinos onubenses con el obispo, José Vilaplana, tras la misa celebrada el sábado en la Chiesa Nuova. 5. Aspecto general de la Plaza de San Pedro. 5. El ministro del interior, Jorge Fernández, y el embajador español ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga. 5. La defensora del pueblo español, Soledad Becerril. 5. Unos sacerdotes toman fotos con sus teléfonos móviles.
Juan Parejo

19 de octubre 2015 - 01:00

Pasaban 2 minutos de las diez y media de la mañana cuando se declaraba solemnemente la santidad de Madre María de la Purísima. La que fuera durante 22 años superiora general de la Compañía de las Hermanas de la Cruz alcanzaba la santidad en un proceso que ha sorprendido a todos por su extraordinaria rapidez. Ha sido canonizada sólo 11 años después de comenzar la causa para proceder a su elevación a los altares y 17 después de su muerte, un proceso más ágil del que suele requerir la Iglesia Católica, aunque la fama de santidad acompañó a Madre María de la Purísima durante toda su vida. El papa Francisco presidió la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano ante una nutrida presencia de españoles, entre ellos unos 350 onubenses que estuvieron acompañados por el obispo, José Vilaplana Blasco. Hubo una representación del colegio María Inmaculada de Huelva, especialmente vinculado a las hermanas . Junto a Madre María de la Purísima fueron convertidos en santos otros tres beatos: el sacerdote diocesano italiano Vincenzo Grossi, fundador del Instituto de las Hijas del Oratorio (1845 -1917), así como los padres de Santa Teresita del Niño Jesús.

A las 10:32 otra hermana de la Cruz había subido a los altares. En Roma, los muchos andaluces presentes se dejaron notar, y mucho, en la Plaza de San Pedro. La lluvia que se anunciaba en la Ciudad Eterna no hizo acto de presencia hasta por la tarde, por lo que la ceremonia se pudo celebrar con todo el esplendor propio de estas ocasiones. Los familiares de la nueva santa tuvieron una participación destacada en la eucaristía. Concretamente, sus sobrinos Olga y Guillermo Salvat, así como sus cónyuges, Mario Cervigón y Arancha Prados portaron las ofrendas. También Francisco José Carretero, Carre, el armao de la Macarena protagonista del milagro atribuido por la Santa Sede a Madre María de la Purísima, que se despertó sin ninguna secuela tras doce días en coma ante el asombro de los médicos. El milagro por el que fue beatificada en su día lo obró en la niña Ana María Rodríguez, de La Palma del Condado.

Como suele suceder en este tipo de celebraciones, una hermana de la Cruz portó las reliquias de Santa María de la Purísima, escoltada por otras dos religiosas con flores y velas. Finalmente, otra hermana se encargó de una de las lecturas en español. "El testimonio luminoso de estos nuevos santos nos estimulan a perseverar en el camino del servicio alegre a los hermanos, confiando en la ayuda de Dios y en la protección materna de María. Ahora, desde el cielo, velan sobre nosotros y nos sostienen con su poderosa intercesión", señaló el pontífice.

Finalizada la ceremonia, tuvo lugar otro de los grandes momentos de la jornada. Mientras el Papa se marchaba a bordo del papamóvil en la Plaza de San Pedro sonaron la marcha Coronación de la Macarena y las Sevillanas del adiós, para júbilo de todos.

Cuando el Papa se marchaba se produjo un hecho que sobrecogió a la familia de la nueva santa. Entre el público se encontraba una amiga de Madre María de la Purísima desde su juventud. A sus 99 años de edad, y pese a su delicado estado y encontrarse en silla de ruedas, Coralí Cámara y Gasset no quiso perderse la canonización de su amiga María Isabel. En Madrid, antes de viajar, comentó a la familia que el Papa la saludaría, según relató a este periódico Olga Salvat, sobrina de Madre María de la Purísima: "Nosotros no le dimos importancia. Pensamos que lo decía porque tenía esa ilusión, pero cómo nos quedamos cuando el Papa, que por supuesto no sabía nada, pasó en el papamóvil por la zona donde estaban las personas en sillas de ruedas, que estaba bastante alejada, se bajó y se acerco a ella y le cogió las manos y la cabeza. Ha sido como un milagro. Era el regalo que María Isabel le tenía guardado por la canonización".

La sobrina de la nueva santa explicó cómo no pudieron reprimir la emoción durante la ceremonia: "Ha sido muy emocionante cuando el Papa ha nombrado a los santos y las hermanas han llevado las reliquias. La Plaza de San Pedro estaba repleta. Se veía cómo la gente se perdía a lo lejos. Todo ha salido muy bien. Las hermanas están muy felices. Ver a las Hermanas de la Cruz en Roma emociona mucho. La gente por la calle las arropa, las aplaude... es muy emocionante".

El proceso que culminó ayer con la canonización de Madre María de la Purísima lo inició, siendo arzobispo hispalense, el cardenal Amigo Vallejo, quien ensalzó la figura y dimensión de Madre María de la Purísima: "Era una mujer de apariencia muy sencilla. Parecía muy frágil, pero tenía una gran firmeza en toda sus convicciones. Ha sido un día muy emocionante para los que la hemos tratado. Yo la definiría como la elegancia de la virtud. Le tenía un gran cariño a los pobres. Se distinguió mucho por eso y por su gran labor en su propia congregación. Recogió lo mejor del espíritu de Santa Ángela pero actualizándolo". El arzobispo emérito recordó cómo se inició el proceso: "Hasta los cinco años de la muerte no podíamos abrir la causa, pero como muchas de las personas que la trataron tenían una edad avanzada, pedimos una dispensa para tomarles testimonio. Se ha realizado todo en un tiempo récord. Tenemos muchos intercesores sevillanos en el cielo que seguro nos ayudan y nos echan una mano cuando nos haga falta".

En Sevilla, los días 28, 29 y 30 se celebrará en la Catedral el triduo en honor de Santa María de la Purísima, a las 18:00, y el día 31 es la misa solemne de acción de gracias que presidirá el arzobispo hispalense a la misma hora.

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