Santa Lucía: el eterno vagón de cola

Con protestas desde 2002, el barrio logró el 'casa por casa' en 2006 y aún no se ha materializado

Vista panorámica aérea del barrio de Santa Lucía, ubicado entre Marismas del Odiel y la barriada de La Navidad.
Vista panorámica aérea del barrio de Santa Lucía, ubicado entre Marismas del Odiel y la barriada de La Navidad.
R. Rendón / Huelva

03 de mayo 2010 - 01:00

El 19 de diciembre del año 2000, el Ayuntamiento aprobó el Plan Marismas del Odiel, que preveía la construcción de 2.000 nuevas viviendas y un parque lineal de 100.000 m2 al borde del Paseo Marítimo -además de zonas sociales, escolares y deportivas- que permitirían el realojo de las 450 familias de Cardeñas y Santa Lucía y otras de VPO que atraerían hasta la fachada noroccidental de la capital a nuevos residentes que enriquecieran la zona sociológicamente.

Con el proyecto concreto en la mano allá por octubre de 2002, la reubicación de los inquilinos pretendía realizarse en nuevos inmuebles en régimen de alquiler. Entonces, los vecinos de Santa Lucía asistieron al Parlamento en repetidas ocasiones, protestaron en los Plenos del Ayuntamiento de Huelva y cortaron una y otra vez la Avenida de la Unión Europea para reivindicar el casa por casa.

Los frutos llegaron cuatro años más tarde, en febrero de 2006, cuando el Parlamento de Andalucía aprobó el intercambio de viviendas -del que hasta el momento sólo se han beneficiado los habitantes de Cardeñas y de la calle Pastores de La Navidad-. Por eso los luchadores, los que pusieron toda la carne en el asador para reclamar lo que les pertenece, se sienten "decepcionados".

No sabían entonces que cuatro años después, "todavía hay un descampado y no se ha puesto ni un ladrillo" en el lugar en el que deberían haberse edificado ya las 300 viviendas unifamiliares (de 90 m2) acordadas para "vivir dignamente". La rehabilitación integral de Marismas del Odiel prevé derribar las edificaciones localizadas entre Cardeñas a la calle Pastores, pasando por Hotel Suárez y Santa Lucía, incompatibles con la nueva ordenación e inadecuadas para una zona con problemas de inundaciones. La mayoría se encuentra en suelo público, pero los titulares de los inmuebles son propietarios del vuelo, lo que les otorga derechos de realojo.

En este letargo de casi un lustro, han protagonizado varias protestas. La más reciente fue la que les llevó el pasado jueves hasta las puertas del Parlamento andaluz, donde se concentraron para reivindicar la ejecución de las casas respaldados por mil firmas. Han obtenido una promesa de reunión con la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, a la que han dado un voto de confianza. Si la reunión no da frutos, "seguiremos con nuestras protestas" para tratar de evitar más demoras.

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