Huelva

Santa Fe, la música callada

  • Ahora vendrán las profecías electorales para rescatar al cuartel de sus cenizas, cuando la crisis ha corrido un tupido velo para que el Ayuntamiento deje en punto muerto el edificio cerrado desde 2005

COMO un patrimonio amordazado, en nuestro antiguo Paseo del Chocolate, Santa Fe después, tenemos el ejemplo rotundo del mutismo, la Historia invisible en pleno centro de la ciudad: rondamos el viejo cuartel, legado arquitectónico de 1900, percibiendo en la sonata del olvido esas profecías electorales que llegarán, otra vez, como lo hicieron hace cuatro años, para rescatar el caserón de sus cenizas.

El amago del Ayuntamiento para rehabilitar el cuartel de Santa Fe buscando un convenio con la Fundación Cajasol se incubó todavía en época de bonanza, hace unos cinco años, y las vinculaciones políticas ya auguraban la alianza a un camino turtuoso que fácilmente terminaría en vía muerta. La crisis corrió después su propia cortina para aparcar el asunto, convirtiéndose, si bien en un agravante nada desdeñable, en la excusa para sumar este hito a la retahíla de asuntos que se han frenado en seco por la coyuntura económica. Desde 2006 existía un proyecto diseñado por el técnico municipal José Hernández, para restaurar el edificio como centro de arte contemporáneo, con sala de conciertos y biblioteca. Bocetos que siguen guardados en un cajón ya que, desde entonces, los mandatarios del PP no han incluido este frente abierto en ninguno de los planes anticrisis de la Junta de Andalucía y el Gobierno central. La actuación hubiera consumido del orden de 4 millones de euros, según informaron entonces fuentes del Consistorio (2 para la rehabilitación del inmueble; 2 para su equipamiento). Tampoco han prosperado negociaciones con otras entidades, ni las alternativas para poner en valor el edificio que la Policía Nacional transfirió al municipio cuando se trasladó en 2005 a la nueva Comisaría. A no ser que en este sprint de poco más de dos meses que restan para las elecciones, nos sorprenda el alcalde con alguna noticia sólida al respecto, más allá de declaraciones intencionales.

En esta línea, el cuartel de Santa Fe entró el pasado viernes en el capítulo de reivindicaciones que la Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián de Huelva llevó al regidor en su primera toma de contacto. El colectivo reclama que el edificio se recupere como centro social de un distrito que no cuenta con este tipo de dotaciones de carácter municipal para la realización de actividades como los talleres de Cultura en los barrios.

Por otra parte, el candidato de IU, Pedro Jiménez, ya ha defendido la rehabilitación de esta construcción dentro de su programa electoral para mayo, para convertir el edificio en "ateneo municipal" que dé cabida a ensayos, conciertos y todo tipo de manifestaciones artísticas.

Mientras, el vandalismo y la gota malaya del tiempo hacen estragos en esta valiosa pieza de nuestro patrimonio urbano.

El cuartel, que nació como mercado de abastos en el ensanche hacia la calle Puerto, es obra del arquitecto Manuel Pérez González. Se levantó con los materiales que trajo la revolución industrial, hierro y hormigón, rematándose con unas cubiertas concéntricas de hierro y cristal que ultimó uno de los técnicos que más legado histórico ha dejado a la ciudad: Francisco Monís (autor del Hotel París de la Plaza de Las Monjas; el reconstruido edificio de Sfera en Pérez Carasa [antigua tienda Crisluis] o la actual sede de Aparejadores). Los expertos en patrimonio destacan de esta construcción de principios de siglo la depurada composición de la fachada de ladrillo y el academicismo que asoma en sus óculos y pilastras.

Tras su estreno como mercado de abastos, el edificio del Paseo de Santa Fe tuvo distintos usos, siendo adaptado en 1911 como Escuela de Artes y Oficios por el arquitecto Luis Mosteiro. Posteriormente fue la sede de la Escuela de Capataces de Minas, Biblioteca Popular, Museo de Pintura y, finalmente, cuartel policial.

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