Todo está en tí

Salir de la zona de confort

  • Estar en esta zona no significa estar mal, pero esta tranquilidad se vuelve incómoda porque ya no nos llena y nos hace sentirnos estancados

  • Cómo gestionar los conflictos

Salir de la zona de confort.

Detrás de los cambios en nuestra vida suelen aparecer emociones como la incertidumbre, el miedo y la inseguridad. Por eso posponemos tomar decisiones y salir de nuestra zona conocida o zona de "confort". 

Estar en esta zona no significa estar mal, simplemente acomodados, pero esta tranquilidad se va volviendo incómoda porque ya no nos llena y nos hace sentirnos estancados, viviendo con el piloto automático; no hay un deseo de crecer ni ambición. Al no permitirnos los cambios tampoco nos permitimos nuevos aprendizajes, y no crecemos ni evolucionamos.

¿Por qué nos cuesta tanto dejar esta zona y salir de ella? Hay varias razones. La primera, el miedo a lo desconocido y a fracasar. Nos movemos dentro de lo conocido, que es el caldo de cultivo para sentir un vacío existencial. Ya que como vivimos es “feliz tristemente” no nos arriesgamos, nos estancamos y no crecemos. 

La vida es puro movimiento. Nosotros también cambiamos y esa incomodidad interior al salir de nuestra zona de confort es la que nos va a dar la posibilidad de crecer. En dicha zona uno no se va a dar cuenta de todos los potenciales que tiene, ya que en la comodidad permanecen dormidos. Debemos expandirnos para ir un poco mas allá, porque el que no arriesga no gana.

Hay tres zonas: la zona de confort donde hay aburrimiento y monotonía; la zona de aprendizaje donde te apetece seguir creciendo; y la zona de pánico, ya que es un salto a lo desconocido y tenemos que aceptar la ansiedad de dichos cambios.

Es curioso ver cómo la ansiedad y la incomodidad nos ayudan a progresar; todo lo contrario de la comodidad y la tranquilidad. En la incomodad se desarrolla la creatividad, que a su vez nos aporta una estabilidad emocional que nos generará mayor éxito. No intentamos cosas nuevas porque nos hemos puesto límites y esos límites son consecuencia de nuestro estado de comodidad.

Podemos crearnos “unas incomodidades útiles": por ejemplo, levantarnos una hora antes para hacer deporte, estudiar algo que nos guste para poder cambiar de trabajo, apuntarnos a una actividad nueva que nos haga generar menos amistades... Elegir actividades nuevas que nos den algo de miedo, aunque nos apetezcan: dicen que “tu mayor miedo es tu mayor deseo." Pregúntate: "¿Para qué quieres hacer esto nuevo?” Escríbelo y así cuando te entra la pereza o el boicot, vuelve a leerlo y te traerá la motivación necesaria para seguir dichas nuevas actividades. “Quien tiene un para que encuentra el como”.

Lee o estudia sobre lo que te has propuesto hacer nuevo. La información da seguridad. Ve poco a poco, primero un paso, después dos, y así sucesivamente. Ir a superar tus miedos requiere hacerlo de forma gradual.

Que tus pensamientos sean positivos y de ánimo es fundamental, ya que si vas a atacarte mentalmente, cada vez que te equivocas vas a ver un fracaso en el error y no un aprendizaje. Tu actitud, que es tu diálogo interior, tiene que ser de ánimo. ¡Tu puedes, lo vas a conseguir, a intentar...!

Cambia tus hábitos monótonos, como ir siempre a los mismos sitios, hacer siempre lo mismo porque es lo conocido. Prueba a hacer diferentes actividades los fines de semana en tu tiempo de ocio. Si desayunas siempre en el mismo lugar, prueba otro, prueba comidas diferentes. Cualquier cambio, por pequeño que sea, enriquecerá tu vida. Si no te gusta lo nuevo que has probado, deja de hacerlo; hay tantas cosas nuevas que se pueden hacer…

Elimina de tu mente el pensamiento de boicoteo: “Y si no puedo, y si no soy capaz, y si me sale mal y no lo consigo…”. Todos estos pensamientos son del ego-mente que no quiere que mejores y evoluciones.

Si necesitas en estas nuevas experiencias la ayuda de algún amigo, familiar, pídelo porque será una muleta que luego se quitará; no hay ningún problema en ello. Pide consejo si lo necesitas pero no dejes que ellos decidan por ti. Aléjate de las personas que no te animan a salir de esta zona porque ellos no lo hacen.

¡¡Sal de tu zona de confort!!

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios