El preso de la banda terrorista ETA Jon Urretabizkaia Saukillo quedó ayer en libertad tras pasar 20 años en prisión, según ha informado la Asociación de Familiares de Presos de ETA, Etxerat. Urretabizkaia abandonó a primera hora de ayer el centro penitenciario de Huelva donde ha sido recibido con familiares y amigos que mostraban banderas que reclamaban la vuelta de los presos “a casa”. Detenido el 3 de enero de 2000 en Basauri, la Audiencia Nacional le condenó en 2003 a 40 años de prisión como integrante del comando Vizcaya de ETA.

En la actualidad quedan en el centro penitenciario de La Ribera ocho internos con largas condenas pertenecientes a la banda terrorista ETA. Entre ellos, los que presentan un historial delictivo más amplio son Xabier García Gaztelu, alias Txapote quien fuera número uno de ETA y su compañera Irantzu Gallastegi. Junto a ellos están Juan Carlos Besance (uno de los etarras que reconoció haber sido entrenado en Venezuela); Bittor Franco (condenado por atacar con cócteles Molotov a una patrulla de la Ertzaintza); Fernando García Jodrá (participó en los asesinatos de dos concejales del PP, un guardia urbano de Barcelona y de Ernest Lluch); Iker Lima (condenado por violencia callejera durante las fiestas de Galdakao); Ángel López Anta (tomó parte en la preparación en 2001 del asesinato de un edil socialista vasco con un coche-bomba) y Aitzol Maurtua (que pretendía entonces atentar en Sevilla, coincidiendo con la celebración de la Cumbre Europea de Jefes de Estado).

El último de los etarras en dejar la prisión de Huelva, fue detenido en la localidad de Basauri, como integrante del Comando Vizcaya, junto a Guillermo Merino y Julen Uriarte, acusados de querer atentar contra un furgón de la Guardia Civil. Para perpetrar el atentado, robaron un coche a punta de pistola y abandonaron maniatado a su propietario. El coche-bomba que iban a hacer explotar los miembros del ‘comando Vizcaya’ iba a estallar al paso de un convoy de la Guardia Civil en el barrio bilbaíno de San Adrián.

La intención de los terroristas era hacer explotar el coche-bomba y huir en el segundo vehículo, un Opel Kadett robado. Los terroristas fueron identificados encapuchados y después de encañonar a los agentes fueron reducidos.