Ruibal comparte poemas y melodías desde el Castillo de los Zúñiga

El Castillo de los Zúñiga de Cartaya prosiguió en la noche del sábado con el ciclo Los Conciertos del Castillo de Cartaya. Un evento que se está celebrando durante el presente mes de agosto organizado por la empresa Arena del Rompido, propietaria de algunos de los más conocidos locales del litoral cartayero como el bar Luz de Mar, o el chiringuito Larena, en colaboración con el Ayuntamiento de Cartaya.

Y lo hizo con un cantautor mítico, el gaditano del Puerto de Santa María, Javier Ruibal, considerado por muchos como el mejor autor de canción de Andalucía, que ofreció ante las más de 400 personas que se dieron cita en el incomparable marco del Castillo de los Zúñiga de Cartaya, un recital acústico muy medido y cuidado.

Este conocido y reconocido cantante, guitarrista y compositor, no defraudó por tanto a los numerosos incondicionales que se congregaron en Cartaya para disfrutar de un concierto en el que como es habitual habló del amor arrebatado, el irrenunciable, de la hora inaplazable de los besos, de la urgencia de los cuerpos sin demora, de la lágrima más dulce o de la risa más hermosa.

Y es que Ruibal, a través de sus poemas cantados, demostró seguir siendo lo que siempre ha sido: un buscador de aromas, un perseguidor de la fábula y el ensueño, un explorador de la belleza, un acólito de la mística de lo profano y un sanador a través del éxtasis, en cuyas letras deja entrever sus enormes dotes como paisajista y retratista de perfiles al que importan de igual forma el personaje y el paraje exótico que lo rodea.

Del mismo modo, Ruibal ofreció en Cartaya lo mejor de su música, inspirada en distintas ramas del flamenco como los cantes de ida y vuelta, los tanguillos y las bulerías; el rock de la vieja escuela; o el jazz; y aderezada con ecos sefardíes y magrebíes, tonás y zambras, donde se dan la mano oriente y occidente, el ayer y el hoy, y la armonía del futuro y la alquimia del presente.

Las letras del repertorio que ofreció en Cartaya, como es también habitual en las canciones de Ruibal, estuvieron inspiradas en los poetas del veintisiete, en los trovadores americanos, en los cantores del Caribe y en el realismo fantástico, con el único propósito de emocionar.

Para muchos, es un delito no conocer su música y no haberse adentrado jamás en su mundo de fusión o en su laberinto de hermosas palabras porque Ruibal, con cada acorde de su guitarra y con cada letra, es capaz de transportar a su público a un mundo lleno de color, de historias de amor prohibidas, de tierras que parecen inventadas en el dibujo de sus textos, de anhelos insaciables o de almas perdidas.

Arena de El Rompido y el Ayuntamiento de Cartaya proseguirán el próximo viernes 20 de agosto el ciclo 'Los conciertos del Castillo de Cartaya' con un mano a mano entre los maestros del cante flamenco Duquende y Guadiana a partir de las 00:00 de la madrugada en lo que para muchos es todo un hito en el mundo del flamenco.