El Rocío

Un Rocío en crecimiento cualitativo

  • La visita de Juan Pablo II y el Año Jubilar de Benedicto XVI marcan la vida espiritual.

El Rocío ha experimentado un crecimiento cuantitativo que se vive de  manera especial en los ochenta, que es cuando pasa a tener un mayor interés en la piedad popular. Un crecimiento más cualitativo, al que se refiere el presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, Juan Ignacio Reales Espina:"Es más interior, se ha ampliado el horizonte que se tenía del Rocío, rompiendo el binomio Rocío-romería. Ahora se vive durante todo el año, con los jóvenes, en las hermandades, se ofrece a los devotos una vida interior durante los 365 días", señala.

El Rocío crece en un aspecto que se considera fundamental, "más allá de las fronteras del propio Almonte y sus hermandades para convertirse en referente mariano. Se muestra como una devoción atractiva de la Madre de Dios a gente que no tiene por qué mantener una vida rociera de hermandades y romería, pero ven aquí una cercanía espiritual, como puede ocurrir con Lourdes, Fátima o Guadalupe". Una devoción que trasciende más allá de su propia devoción puntual en unos días de romería, "es un camino de vida durante todo el año". Juan Ignacio Reales asegura que ese momento se vive ahora de manera muy especial por el Año Jubilar, con ocasión del Bicentenario del Voto del Rocío Chico:"Muchas personas, siendo ajenas al Rocío, acuden a ganar el jubileo, a escuchar misa, a rezar el rosario; vienen no sólo de las hermandades, sino grupos parroquiales, asociaciones y colectivos muy diversos".

La clave de este cambio está en la visita del Papa Juan Pablo II al Rocío, en 1993, en el marco del V Centenario de la Evangelización de América y tras la clausura de los Congresos Mariano y Mariológico. "Es el punto de inflexión -dice Reales-, hay un antes y un después de la visita del Papa Juan Pablo II. Es una forma distinta de ver El Rocío, una devoción universal que despierta alejándose de la leyenda de que no está muy purificada; todo cambia cuando se ve al Papa de rodillas, rezando ante la Virgen del Rocío". Un compromiso espiritual que queda reflejado en la invitación que hizo Juan Pablo II:  "¡Que todo el mundo sea rociero!". "Lo dijo desde el balcón de la marisma, no estaba previsto, no lo llevaba escrito, le salió  por lo que había vivido", señala el presidente. Asegura que El Rocío es hoy lo que el Santo Padre pedía, "una realidad de fe y una escuela de vida cristiana". Lo que ha supuesto un acicate y responsabilidad para la Hermandad Matriz, "para sus presidentes y juntas de gobierno y, por supuesto, para la parroquia de Almonte y la Diócesis y, también, para las diferentes iglesias de España, que desde sus máximos representantes, cardenales incluidos, todos han pasado por El Rocío y pudieron comprobar que es una realidad de fe auténtica. La cercanía de dos papas ha sido clave; primero Juan Pablo II, con su visita, y, más tarde, Benedicto XVI,  que concedió el Año Jubilar".

Con ocasión de este Año Jubilar, Juan Ignacio Reales ha dicho que este es un motivo de alegría y acción de gracias, por lo mucho que supone para cualquier realidad o manifestación de fe en el seno de la Iglesia y lo es para la devoción rociera, porque "Ella, la Virgen del Rocío, se convierte así en la puerta para alcanzar la gracia jubilar". Un motivo más para "sentirnos orgullosos de formar parte de la Iglesia que ha querido dedicar este Año Jubilar", señala. Para Almonte significa "una nueva ocasión de expresar nuestra plena fidelidad y adhesión al Santo Padre y a la Iglesia, en este año en el que nos sumamos igualmente a la celebración del Año de la Fe", destaca Juan Ignacio Reales Espina.

Una historia del Rocío de estos 30 años que se ha escrito junto a Huelva Información. Un tiempo clave en la vida de la Hermandad Matriz que encabeza como presidente en los ochenta, Angel Díaz de la Serna. Fueron trece años en los que cambia toda la perspectiva hacia el exterior. Santiago Padilla, secretario de la Hermandad Matriz e historiador de la devoción rociera,  señala que Díaz de la Serna "hace crecer institucionalmente a la Hermandad Matriz, gracias a su magnífico perfil de relaciones públicas". Se viven momentos únicos en la ermita, primero con los Reyes de España y, más tarde, el papa Juan Pablo II. Promocionar la presencia rociera en peregrinaciones a Roma o Tierra Santa, en las que hay una significativa presencia de jóvenes. Santiago Padilla destaca que "la Hermandad Matriz ya por ese tiempo se preocupa de manera muy especial de los jóvenes, ahora se va a celebra el XXV aniversario del Encuentro de Jóvenes Rocieros".

En esta expansión de la devoción hay que destacar la romería de 1986 con la presencia de todas las capitales de provincia con hermandades rocieras al incorporarse la de Almería. Un crecimiento que se irá notando especialmente en el número de filiales. Sevilla también cierra en esta década sus cinco hermandades, sumándose la Macarena, El Cerro y Sevilla Sur a las históricas de Triana y Sevilla.

En cuanto al patrimonio rociero, hay que destacar que se culmina el joyel que es la ermita con el nuevo retablo, "concluido en 2006 tras más de veinticinco años de ilusión y trabajo".

Hay otras iniciativas contemporáneas de gran interés como es la inauguración del trazado central del Camino Mariano Europeo del Rocío. "Un itinerario espiritual que abre nuevos horizontes devocionales al Rocío, una vez ya fundada una hermandad del Rocío en Bruselas en el año 2000", como destaca Santiago Padilla.

Uno de los grandes exponentes de la devoción rociera son las hermandades filiales que han crecido en estos treinta años de una manera significativa. Pasan de 63 a las 112 y se viven hechos que hoy son historia. La Hermandad de Huelva destaca en la actualidad por ser una de las grandes que llegan al Rocío. Aquel primer año de romería para Huelva Información, en 1984, lo hizo de la mano de una mujer, María del Carmen Suárez, la primera hermana mayor en la historia de la Hermandad de Huelva. Incluso Onofre López le hizo una sevillana: "Ponle los cinco sentíos y guardalos en tu memoria, que este año en El Rocío Huelva está haciendo una historia". Así lo cuenta Fernando de la Torre Suárez, hijo de María del Carmen y pregonero con una larga trayectoria rociera. Una romería que  cambia espectacularmente: de aquellos 17 carros se pasado a 48. "La figura del peregrino andando pues prácticamente no se conocía, eran unas 25 personas las que iban tras la carreta, las promesas que caminaban andando hasta El Rocío", señala. Hoy hay más tractores, se dejaron lugares como Bodegones, "que sí era  un auténtico poblado forestal".

Unos caminos que cambiaron "pero que no pierden su esencia, aunque se haya magnificado, ni tampoco el sabor de Huelva por las calles de la ciudad o entrando en la aldea, todo ha ido a más y a mejor en la devoción a la Virgen del Rocío", señala Fernando de la Torre.

No hay que olvidar los acontecimientos claves en la celebración de Pentecostés, en los que  la participación ha ido en aumento, con mejoras en la organización de los actos propios, que este año llevó a adelantar la entrada de las hermandades a la jornada del viernes, aunque se mantiene la tradicional llegada de las más antiguas a las 12 de la mañana del sábado.

La salida de la Virgen se mantuvo en torno a las tres de la mañana, una procesión que experimenta un cambio sustancial a partir de 2021, tras la rotura del varal el año anterior. Para algunos, un hecho quizás providencial pues sólo fue el gran susto y alertó de la necesidad de algunos cambios en la procesión que, siguiendo la tradición de siempre, introduce una nueva visión de la procesión.

Los tiempos en la devoción rociera se marcan por los traslados de la Virgen a su pueblo de Almonte; es el reloj de la vida y Huelva Información ha vivido ya con el pueblo de Almonte cuatro venidas.

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