La Ría: Marisquería, brasería y, ahora, freiduría
Ya hace trece años que Francisco Robles Salguero inauguró su primer negocio de restauración. Fue el 23 de agosto de 1997 cuando abrió sus puertas la Marisquería La Ría, un lugar donde se conjugaba a la perfección la calidad de las gambas, langostinos, etc... con un precio asequible, que contó pronto con el favor del público.
El éxito de la iniciativa, llevada a la práctica con una de las especialidades de Huelva, hizo que el espíritu emprendedor de Francisco le hiciera comenzar posteriormente una nueva andadura teniendo como guía otro de los tesoros culinarios de nuestra provincia, las carnes ibéricas de la sierra.
Así nació cuatro años después un nuevo espacio de restauración, la Brasería La Ría, en la que se podía degustar los mejores derivados del cerdo ibérico con un punto muy conseguido de elaboración, tratando siempre de alcanzar el gusto del cliente.
Los tiempos comerciales actuales no son los mejores, pero siempre queda un espacio para los más decididos, que llevan en su mente de empresarios un acicate de optimismo que les hace seguir creando aunque sea en contra del pensamiento general y, desde luego, de los patrones más rigurosos que imponen los momentos actuales.
"De los cobardes no se ha escrito nada", afirma rotundo Francisco Robles, quien no oculta la enorme oposición de quienes están más cerca de él: "me llaman loco por decidirme en unos momentos como los actuales a abrir un nuevo negocio, pero yo confío mucho en este nuevo camino. Creo que Huelva necesitaba un local como éste, como el popular 'En la Esquinita Te Espero', que ha sido un referente toda la vida hasta que desapareció. Y desde entonces no hay nada parecido, donde la gente pueda degustar unos fritos del pescado fresco de nuestra costa o llevárselos a casa para compartirlos". Lo que no cabe duda es que ambos locales, situados en esquina, guardan cierto paralelismo y la nueva Freiduría La Ría puede convertirse en poco tiempo en uno de los lugares carismáticos de nuestra ciudad.
Francisco Robles (todo el mundo le conoce como Francis Robles) no puede ocultar su ilusión por el nuevo proyecto. "Llevaba tiempo pensando en dar un revulsivo al negocio, porque se han abierto nuevos negocios en Huelva y convenía hacer algo. A este pensamiento se unió que tenía comprado el local y la idea de poner una freiduría, con la que podía completar un triángulo mágico con los productos más característicos de Huelva (mariscos, carnes ibéricas y pescado fresco de nuestra costa frito), pudo más que los pensamientos negativos de la coyuntura actual. Así que entre el revulsivo y las ganas me llevaron a abrir esta nueva etapa, en la que ofrecer pescado fresco y barato, para el bolsillo de todo el mundo".
El día 25 de julio, día de Santiago Apóstol, Robles hizo su particular jubileo con la apertura de la Freiduría La Ría, tercer brazo de un potente tridente que pone lo más caracerístico de nuestra gastronomía al alcance de los onubenses en un mismo espacio, prácticamente. "Lo bueno para el cliente es que tiene todo lo que puede desear en un espacio muy reducido: gambas, langostinos, carnes ibéricas, chocos, pijotas, boquerones, acedías, etc... de todo, y todo cerca".
Una de las cosas que llama la atención en las cristaleras de la amplia cocina son las leyendas. En una pone: "Amamos el frito de nuestra costa"; en otra, "Amamos el pescado más fresco". Ambas vienen a reflejar el espíritu con el que se abre este nuevo centro gastronómico, con el que se completa una plantilla cercana a los treinta trabajadores, "aunque el slogan no es mío", reconoce Robles. "Yo creé el de Marisquería La Ría, De Huelva, para Huelva, aunque hoy día lo utiliza todo el mundo", concluye. Otro de los alicientes que presenta Freiduría La Ría es la frescura y calidad de la cerveza, ya que se ha montado una cámara para que los barriles estén entre 7 y 10 grados, mientras que habitualmente los barriles están a temperatura ambiente y eso supone más de 30 grados. "De esta forma la cerveza te llena mucho menos y la disfrutas más", vino a resumir Robles, quien aprovechó la coyuntura para dotar de iguales instalaciones a la cerveza de la Marisquería La Ría.
"Aunque la situación no es la más agradable, la inversión ya está hecha y lo que deseo es que tengamos salud y suerte para contar con el favor del público y poder seguir dando trabajo a padres de familia", resumió un empresario valiente que cuenta con la gran colaboración de su hijo y la meritoria implicación del personal.
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