Foro Gerardo Rojas

Ría de Huelva: Un futuro esperanzador de la mano de la industria

  • La convivencia entre las plantas industriales y una Reserva de la Biosfera como Marismas del Odiel, plantea retos que pasan por el compromiso en la conservación de un espacio natural único

Luis Cobos Fernández, Pilar Miranda, José Usero García, Javier Ronchel, Álvaro Burgos, José Luis Menéndez, Manuela Parralo, Esther Cumbrera, Yolanda Rubio y Enrique Martínez Montes.

Luis Cobos Fernández, Pilar Miranda, José Usero García, Javier Ronchel, Álvaro Burgos, José Luis Menéndez, Manuela Parralo, Esther Cumbrera, Yolanda Rubio y Enrique Martínez Montes. / Josué Correa (Huelva)

Con la vista puesta en dónde venimos, pero sin dejar escapar la oportunidad de mirar hacia el futuro, la convivencia de la actividad industrial y del Paraje Natural Marismas del Odiel es la de una coexistencia pacífica y en búsqueda constante de la armonía. “Se ha hecho mucho, pero queda mucho por hacer”, fue el mantra que se repitió por parte de todos quienes intervinieron en el Foro Gerardo Rojas que, organizado por Huelva Información y la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (Aiqbe), tuvo lugar en en Centro de recepción Anastasio Senra y contó con la participación de Luis Cobos Fernández, responsable del Servicio de Dominio Público Hidráulico y Calidad de Aguas de la Delegación provincial de Agricultura, Ganadería y Pesca en Huelva; el catedrático de la Universidad de Sevilla y responsable del Estudio del Medio Receptor, José Usero García; y Enrique Martínez Montes, director conservador del Paraje Natural Marismas del Odiel y gestor de la Reserva de la Biosfera. Cada uno, desde su punto de vista, identificaron los problemas a resolver, pusieron sobre la mesa las soluciones a aplicar y, sobre todo, expusieron la confianza general de un futuro en mejores condiciones medioambientales, sociales y hasta económicas, tanto de la actividad humana como de la industrial.

De hecho, la transformación, el cambio en las condiciones de conservación de Marismas del Odiel, ha llegado de la mano de la propia industria, cuando ésta se ha adaptado a los cambios que la legislación le obligaba para cumplir los distintos protocolos en materia medioambiental. Es entonces cuando la margen en la que se asienta la Reserva de la Biosfera mejoró de manera notable las condiciones que vivió en décadas anteriores y cuando los responsables de la misma pueden mirar al futuro con mayores expectativas de continuar ese camino. La convivencia entre la actividad industrial y la conservación del medio en el que se asienta es una baza ganadora en Huelva, todavía con disfunciones que corregir, pero con la conciencia de que se está en el camino correcto.

Los ponentes en el turno de preguntas después de sus respectivas intervenciones. Los ponentes en el turno de preguntas después de sus respectivas intervenciones.

Los ponentes en el turno de preguntas después de sus respectivas intervenciones. / Josué Correa (Huelva)

Con los datos en la mano, el catedrático  detalló los datos del muestreo que se lleva a cabo en los últimos 25 años en varios puntos del estuario formado por el Tinto y el Odiel, lugar donde se toman muestras en hasta 15 puntos, tanto cauce arriba, donde la actividad industrial no tiene incidencia directa, como en la propia desembocadura de los mismos. Su diagnóstico se resume en que “el agua de ambos ríos presenta altos niveles de acidez, con valores de PH muy bajos río arriba que disminuyen de una manera más que notable cuando llegan al estuario, fruto de la mezcla con el agua del mar”. Estos resultados son fruto de la actividad minera, lo que se demuestra con “la concentración de metales que el agua lleva en suspensión, que en su mayor parte son de origen pirítico”. Esta disparidad de resultados dependiendo del lugar donde se tomen las muestras, hace que esas concentraciones metálicas “sean muy superiores en las cabeceras de los ríos a las contempladas en la legislación y muy por debajo conforme se acercan al mar”.

Uno de los diagnósticos que más repitió fue que la concentración de esos metales no depende tanto de la propia actividad que se desarrolla en sus márgenes, “sino del caudal que presentan”, ya que hay una gran disparidad entre las muestras que se toman en épocas lluviosas, con gran cantidad de agua, y en las que se llevan a cabo en etapas más secas. De hecho, esto le sirvió para explicar algún episodio de mortalidad en peces que se ha dado en el Odiel, algo que se debió “a que la cantidad de agua que bajaba por el río era muy grande, muy ácida, y al reaccionar con el agua del mar se produjo una alta concentración de CO2 que hizo que los peces murieran por asfixia”.

Luis Cobos Fernández apuntó directamente a la causa del problema. A su juicio, hay que buscar en las “explotaciones mineras abandonadas” el origen de la mala calidad de las aguas, más que en las actuales “que cumplen los parámetros medioambientales de una manera más que sobrada y en las que no se detectan alteraciones, a pesar de que se ha registrado un auge más que importante en los últimos años”. Fue él quien puso las expectativas de los asistentes al acto por todo lo alto, al desgranar los objetivos de un plan que tiene por objetivo el eliminar esos aportes de sedimentos para el año 2027, aunque trató de enfriarlos al sostener que “este tipo de proyectos son complejos y costosos, por lo que se pueden retrasar algo; lo importante es que ya se tiene el diagnóstico, se conoce cuál es el problema y estamos en implantar las soluciones necesarias para corregirlo”.

Participantes en el Foro que tuvo lugar en el centro Anastasio Serna. Participantes en el Foro que tuvo lugar en el centro Anastasio Serna.

Participantes en el Foro que tuvo lugar en el centro Anastasio Serna. / Josué Correa (Huelva)

Para Cobos, “desde los años 60, la calidad de las aguas de la Ría de Huelva ha mejorado de una manera más que notable y es previsible que lo vaya a seguir haciendo en el futuro”. A su parecer, “la necesidad de continuar con los muestreos es constante, ya que se aportan valiosos datos que corroboran, por ejemplo, que la calidad de las aguas del Tinto está determinada por un origen natural, mientras que en el Odiel procede de la minería pasiva y abandonada”. Todo ello dibuja un panorama en el que “la industria es pionera en todo el país en la preservación de la zona de mezcla, es decir aquella en la que se unen los cauces de los ríos con el mar; de hecho, Cádiz está empezando ahora a implantar esas mismas medidas y en Tarragona todavía no lo ha hecho. El Polo Químico está implicado desde el primer momento con la puesta a disposición de las empresas de las Mejores Técnicas Disponibles y va a continuar haciéndolo”.

Por último, Enrique Martínez Montes puso el acento en los valores que tiene Marismas del Odiel. “La foto inicial de la Reserva de la Biosfera en los años 80 movía a la preocupación por la mala calidad que presentaba, desde el punto de vista de vertidos, residuos, contaminación, pero también desde un punto de vista pesquero e incluso forestal. Desde ese momento se ha ido mejorando de una manera más que apreciable hasta llegar a un punto en el que somos pioneros en el contacto con el sector industrial, con el que mantenemos líneas de colaboración constantes”.

El entorno del paraje “viene determinado por la confluencia de esos dos ríos, junto con el aporte de Poniente que llega desde Portugal lo que conforma un lugar único”. Un buen ejemplo de la mejora de la calidad de las aguas y de todo el entorno medioambiental de Marismas del Odiel lo constituye el hecho de que “contemos con una colonia de flamencos, o con el mayor número de especies de águila pescadora de todo el país, o con hasta nutrias, lo que lleva a la conclusión de que el agua de todo el estuario ha mejorado muchísimo respecto a lo que teníamos desde hace unos años”.

José Luiz Menéndez, presidente de Aiqbe junto con Javier Ronchel, director de 'Huelva Información'. José Luiz Menéndez, presidente de Aiqbe junto con Javier Ronchel, director de 'Huelva Información'.

José Luiz Menéndez, presidente de Aiqbe junto con Javier Ronchel, director de 'Huelva Información'. / Josué Correa (Huelva)

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