Relajación y diversión en los hoteles
Los animadores turísticos ofrecen un amplio programa de actividades lúdicas y de ocio a los clientesl turismo Una persona extrovertida, simpática, sociable y con capacidad para motivar a los clientes es el perfil del animador turístico o sociocultural
Durante las vacaciones de verano, las personas que no cuentan con un apartamento en la playa suelen hospedarse en los hoteles. Más o menos lujosos, a pie de playa o no, los establecimientos hosteleros intentan ofrecer, además de una habitación, un conjunto de actividades complementarias para que los clientes pasen la estancia veraniega lo más amena posible.
Algunos complejos apuestan por actividades que fomenten la diversión, otros, la relajación y los propios clientes son, los que a veces comprueban que no hace falta salir del hotel para pasarlo bien.
Las playas onubenses cuentan con complejos hoteleros repartidos por toda la costa. Cada hotel ofrece su particular programa de animación y ocio en el que trabajan los llamados animadores turísticos. Estas personas, normalmente jóvenes, son las encargadas de preparar todo tipo de actividades recreativas y lúdicas para entretener a los clientes del establecimiento. El perfil de un animador turístico suele ser el de una persona extrovertida, simpática, capaz de conectar con los clientes y de motivarlos para que participen en las actividades. También es importante tener un buen nivel de idiomas puesto que en los hoteles se hospedan personas de todas las nacionalidades.
El Grand Hotel Puerto Antilla, de Islantilla, situado en primera línea de playa, ofrece en sus piscinas una amplia gama de actividades organizadas por los equipos de animación. En concreto, este hotel divide su programación de ocio en tres categorías: Miniclub (para niños de 4 a 12 años), Teeneagers (de 12 a 18 años) y adultos. En las dos últimas categorías se puede disfrutar de watervoley,waterbasket,waterpolo, aquagym o aquafit (este último deporte es para practicar la relajación).
Los más pequeños realizan, junto a los animadores, carreras de relevo o juegos populares en el Miniclub. Todas las actividades que se proponen son gratuitas, de manera que las personas que no se alojan en el establecimiento hotelero también pueden asistir.
En el Hotel Barceló, de Punta Umbría, se encuentra Elena Madero. Esta joven animadora turística cuenta que para acceder a estos puestos de trabajos se debe hacer un "título de Técnico Superior de Animación Turística, formación como animador sociocultural o también, monitor de gimnasia". Afirma además que "no es un sector laboral que esté en crisis pero sí es verdad que cuando se encuentra más trabajo es en verano ya que en invierno es más difícil". Sobre su trabajo en el hotel como animadora explica que "es un poco sacrificado pero gratificante y se trabaja con turno partidos". El Hotel Barceló, de Punta Umbría, es uno de esos complejos que, a través de sus actividades de ocio, fomentan la relajación antes que la diversión y por ello, sólo ofrecen por las mañanas aquagym para los adultos y por las tardes, coreografías acuáticas. "Es un hotel de descanso", asegura Madero.
Rafael de la Cruz se trasladó desde Tenerife a Huelva para trabajar como animador turístico en el Hotel El Rompido Golf. "Es una profesión muy gratificante porque haces felices a niños, adolescentes y a adultos. Tenemos una media de cien niños en el Miniclub y una media de quince adultos en las actividades deportivas", cuenta Rafael. Este animador estudió Relaciones Públicas, Escenografía y Técnicas de Presentación para desempeñar su labor de animador. "Cuando vemos la aceptación de los clientes y los puntos positivos que nos ponen en los cuestionarios nos sentimos muy bien", afirma.
Divertir a pequeños y a mayores, enseñar un nuevo deporte o organizar espectáculos nocturnos son algunas de las labores que desempeñan los animadores turísticos, personas que ponen todo su empeño para que los turistas pasen la mejor estancia hotelera posible .
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