Reina de la hemeroteca
Aguirre deja frases lapidarias y algunos arrepentimientos
Esperanza Aguirre se va del Gobierno regional madrileño dejando una ristra de frases lapidarias y otras no tanto, de algunas de las cuales se arrepintió o pidió disculpas, la más reciente este mes cuando dijo que "habría que matar" a los arquitectos madrileños.
La ex presidenta, aristócrata y angloparlante, es una convencida de que al triunfo se debe llegar con esfuerzo y convirtió en su lema la expresión "pico y pala", que ha repetido muchas veces para animar a sus compañeros y a sus colaboradores.
El pasado día 6, acudió a la localidad madrileña de Valdemaqueda, escenario de un incendio forestal, y al ver la sede del Ayuntamiento opinó que no había visto "nada más feo" y que "habría que matar a los arquitectos" porque "sus crímenes perduran más allá de su propia vida". Luego pidió perdón.
En abril de 2010, las redes sociales se deleitaron bromeando y parodiando a Aguirre después que ella pronunciase en el Parlamento regional la frase "yo destapé la trama Gürtel", al explicar que había negado la venta de un terreno al cabecilla de la trama corrupta homónima, Francisco Correa.
Hizo fama en otra ocasión, el 29 de enero de 2010, cuando comentaba con el vicepresidente de su Gobierno -y ahora su sucesor-, Ignacio González, sobre los cambios en Caja Madrid: "Hemos tenido la inmensa suerte de poder darle un puesto a IU quitándoselo a un hijoputa", acerca del ex directivo de la entidad Fernando Serrano, a quien después envió una carta de disculpa.
Entre las perlas de Aguirre destaca otra afirmación procedente del libro biográfico Esperanza Aguirre. La presidenta: "No tener pagas extras me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes; es que muchas veces no llego".
O la dirigida a Alberto Ruiz-Gallardón: "Él sabe mejor que nadie el aprecio que le tengo"; o cuando en julio de 2009 llamó "sindicalista retrógrado piquetero" al entonces presidente Zapatero. Al día siguiente le pidió disculpas.
A los indignados los llamó "camorristas y pendencieros", y el 22 de mayo de 2012, ante la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Athletic de Bilbao en Madrid, dijo que si los aficionados vascos y catalanes no respetaban al Rey, el partido debía ser suspendido y celebrado "a puerta cerrada en otro lugar".
Aguirre, que fue ministra de Cultura entre 1996 y 1999, dijo entonces que el siglo XX era "el siglo de las mujeres" y en 2008 en un discurso en Nueva Delhi contó que su abuelo le había dicho: "Que pena que no hayas nacido hombre. Si hubieras sido un chico llegarías a ministro".
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