Rehabilitan los edificios históricos del Bazar Europa y la Casa de la Renta

Tentación de optimismo (casi pesa ya una maldición sobre la expresión brotes verdes), en cualquier caso, una pátina de primavera en las calles. Dos visiones de recuperación de la arquitectura, contra esta hibernación de la crisis. En tiempos en los que el andamio es noticia, se acomete en el Casco Histórico de Huelva la rehabilitación del edificio del Bazar Europa y de la antigua Casa de la Renta, actuaciones del sector privado respaldadas por el Ayuntamiento.

En el número 11 de la calle Arquitecto Pérez Carasa se restaura el edificio del Bazar Europa, catalogado dentro del grupo de casas nobiliarias y de la alta burguesía. Una construcción con protección limitada a la fachada.

Con ese empaque exquisito, de azulejos y forjados, esta vivienda unifamiliar fue levantada en las primeras décadas del siglo XX. Su autor no consta en los archivos municipales y pocos datos se conocen, más allá de las trazas y los cánones compositivos que prosperaron en la zona más noble de la ciudad entre 1900 y 1940: mirador central con interesante cerrajería, huecos laterales en arco y balcones apoyados sobre ménsulas. Destaca el elaborado alero a base de pequeños arcos de medio punto y el revestimiento de azulejo en toda la fachada, a excepción del zócalo.

El Consistorio concedió licencia de obras a los propietarios en agosto y en diciembre pidieron una prórroga. Al conceder la autorización y tratarse de un edificio catalogado en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del Casco Histórico, se le impusieron los condicionantes habituales en estos casos de horarios, maquinaria, garantía ante posibles daños en el espacio público, según informaron a este periódico desde el Ayuntamiento.

En concreto, la actuación que se está ejecutando consiste en la reposición del forjado y la reparación de los vuelos y elementos de fachada deteriorados por la corrosión de metales.

Por otra parte, en la esquina entre la calle Palos y Arcipreste González García, donde actualmente tiene su sede el Colegio Oficial de Médicos y el de Veterinarios, han comenzado las obras para devolver a su imagen original la antigua Casa de la Renta, un edificio diseñado por Francisco Sedano Arce en 1951. Una construcción que fue concebida originariamente para viviendas de una misma familia en plantas superiores, con un uso comercial y de garaje en la planta baja y que, como en el caso anterior, en el catálogo del Consistorio cuenta con una protección limitada a su configuración exterior.

Aceptando la propuesta de los propietarios, el Ayuntamiento ha dado vía libre a la reforma para habilitar locales comerciales en los bajos del edificio, "ya que, a diferencia de los huecos cerrados que existen en la actualidad -explicaron desde el área de Desarrollo Urbano-, el proyecto originario preveía seis vanos con doble puerta en la planta baja".

En cuanto a las fachadas, la antigua Casa de la Renta exhibe un lenguaje de corte neoclásico con grandes pilastras entre huecos, incorporando la decoración en zócalos y jambas de cantería, estucado de piedra artificial y molduras en el balcón principal sobre la entrada principal del edificio. Precisamente estos elementos de la fachada son los que se protegerán en la intervención que se está acometiendo, remodelando los huecos disconformes con el proyecto originario, al incluir esta premisa como condicionante del Consistorio para permitir los usos comerciales propuestos. En esta línea, se autoriza la apertura de huecos respetando el proyecto original y limitando las dimensiones de las lunas y la cartelería a lo establecido por el PERI del Casco Histórico de Huelva.

Según apuntan desde la Concejalía que encabeza Francisco Moro, se ha reforzado la protección del edificio, con especial atención a las pilastras, puerta principal, peto de coronación y balcón principal de la fachada.

En el tintero quedan otras muchas enseñas de la arquitectura onubense, de diferente titularidad y común abandono, desde el Colegio de Ferroviarios, la antigua sede de Hacienda, el Banco de España o, entre otros, el Cuartel de Santa Fe. Están como el arpa de Bécquer, esperando la mano de nieve que sepa arrancar sus notas.