Raíces empresariales

Lleva en la sangre la inquietud emprendedora y cuando la mayor parte de su generación pensaba en seguir alargando su vida de estudiante ella se convirtió en empresaria. Tenía 17 años. Hoy tiene 38 y son tres los negocios que tiene repartidos por la provincia. Está casada, tiene dos niños y su trabajo le 'roba' diez horas al día, pero ella tiene la clave para disfrutar de la vida: aprovechar las catorce horas que le restan cada día para "hacer, estar y disfrutar con los tuyos". Asegura que ser mujer no le ha supuesto ningún esfuerzo extra para iniciar su etapa empresarial, aunque sí lo ha sido para compaginar la vida familiar. Tiene dos niños (de 3 y 8 años) y "cuando tenecesitan eres tú la que tienes que estar ahí".

Han pasado 21 años desde que abrió las puertas de su primera peluquería (Rayse's), en Palos de la Frontera. "Fue muy bien y no dudamos (ella y su pareja) en embarcarnos en una nueva aventura", así que siete años después inauguraron otro en Mazagón y once años después, en la capital. En este tiempo, la vida le ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo le ha demostrado que la gente vive "muy deprisa, no tiene tiempo para escuchar y tampoco a gente de confianza donde poder refugiarse". Y es que en sus peluquerías, la clientela "además de venir a ponerse guapa, llega para desahogarse".

Eso y su profesionalidad y ganas de trabajar han hecho posible que la crisis aún no se haya dejado sentir, "sino todo lo contrario". Y es que "en épocas malas "la gente se arregla más para animarse". Y "hay que estar ahí, trabajando e intentando tender, en la medida de lo posible, una mano".

En todos estos años son innumerables las anécdotas que esta joven onubense guarda en sus archivos, aunque quizá la más llamativa es la que propició uno de sus clientes (sus peluquerías son unisex) que le pedía que le perfilara en la cabeza el logotipo de los productos que vendía. "Cuando lo cambiaba, yo le volvía a rapar la cabeza y a dibujar una nueva silueta".