Rafael de la Corte y Delgado


Rafael de la Corte y Delgado es nombrado capellán del santuario de Nuestra Señora de la Cinta en 1887, momento en el que la parroquia mayor de San Pedro reclama el control de los actos anuales frente al nuevo capellán. Así lo dice en un escrito que envía, el 4 de julio de 1887, el párroco de San Pedro, Sebas Pérez Toresano, al secretario de cámara y gobierno del Arzobispado de Sevilla: "Habiendo sido presentado el título de capellán de la ermita de Nuestra Señora de la Cinta extramuros de esta ciudad por el presbítero don Rafael de la Corte y Delgado; y en evitación de disgustos y conflictos que puedan originarse sobre las atribuciones del párroco y del capellán; me tomo la libertad de molestar a V.S. para que se sirva manifestarme oficialmente; si el capellán puede por sí y sin intervención alguna del párroco celebrar funciones solemnes, cantar misas, presidir procesiones y presidir las reuniones de la hermandad establecida en dicha ermita; según parece entenderlo así el antedicho señor capellán". La respuesta desde el Arzobispado no es otra que las funciones de Rafael de la Corte son las que se le conceden a los capellanes de las hermandes, sin perjuicio del derecho parroquial ordinario y sin que el carácter de cura que ostenta vaya más allá del de capellán. Lo mismo se vuelve a contestar cuando insiste Ramón Lozano, el 23 de agosto de 1887, y se le remite a las Declaraciones de la Sagrada Congregación de Ritos, insertas en los boletines eclesiásticos.
Además, el 11 de septiembre de 1887, Rafael de la Corte solicita celebrar dos misas, una la de la parroquia de la Concepción y otra en el santuario de la Cinta, los días festivos "que sean compatibles con el curato". Quería atender a los muchos "colonos y trabajadores que alrededor de esta ermita se quedan sin oír misa los días festivos".
Lo cierto es que este conflicto lo alimentará más el hecho de que Rafael de la Corte pretende celebrar la novena en ese primer año de 1887 en la iglesia conventual de la Merced, aunque dice que aquí ya venía realizándose: "Hace varios años viene celebrándose en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, la anual novena de Nuestra Excelsa Patrona y deseando efectuarla este año, en el mismo templo". Asegura que "ha prestado su conformidad el señor capellán de la expresada iglesia", que "es muy gustoso en recibir durante esos días, la sagrada efigie de Nuestra Señora". La novena se celebraría como ahora, antes de la fiesta del día 8, siendo "trasladada a su ermita para celebrarse allí la función principal como es costumbre".
Sin duda esto refleja los conflictos que en diversos momentos de la historia tuvieron las parroquias de la Inmaculada Concepción y la mayor del Apóstol San Pedro, donde se encontraba el arcipreste, aunque con algunas excepciones este cargo lo ocupaba el párroco de la Concepción, como era en este caso con Antonio Pérez Córdoba; pero lo más importante es que la ermita siempre perteneció a la feligresía de San Pedro.
Lo cierto es que en 1886 los cultos se habían celebrado en la parroquia de la Concepción con la predicación de los curas de la Concepción, Antonio Pérez Córdoba y Rafael de la Corte y Delgado; y los de San Pedro, Sebas Pérez Toresano y Ramón Lozano y Guillén. Mientras que la razón por la que se debió solicitar en 1887 el traslado a la iglesia conventual de la Merced pudo ser por el hecho de que se había procedido a solar la nave del templo, se construyeron púlpitos, así como arreglo del presbiterio. También pudo influir que en el entorno de San Pedro se estaba procediendo por entonces al desmonte del cabezo del Molino de Viento, con todas sus incomodidades. No conocemos la respuesta que se le dio a Rafael de la Corte, porque no se incluye en el informe ni tampoco hay referencia a la celebración de la novena en la prensa en los meses de agosto a noviembre.
La de 1888 debió ser una novena muy especial, tanto que mientras se estaba celebrando se solicitó del arzobispo autorización para trasladar a la Virgen de la Cinta a la parroquia de la Concepción, lo que fue comunicado el 2 de septiembre. El conflicto parece que se soluciona. Aquel debió ser un año muy especial, la parroquia de la Concepción hermoseada y con un nuevo texto para la novena. Así parece que se desprende de lo que Antonio Pérez Córdoba cuenta al Arzobispado nada más concluir el traslado de la Patrona, por el buen desarrollo del mismo: "Acaba de terminar la procesión solemnísima de entrada de la Patrona, con un orden admirable, entusiasmo indispensable, llorando de alegría hasta las piedras sin que se haya turbado la satisfacción popular con el más leve incidente". Lo más importante es que señala que "han fraternizado las dos feligresías, asistiendo las cruces parroquiales de la Concepción y San Pedro, presidiendo esta última". Pérez Córdoba agradece la colaboración que vino desde Sevilla, "por haberme sacado de un grave compromiso".
Los cultos de la novena debieron mantenerse en la organización del capellán, al menos eso es lo que se desprende de un oficio de la parroquia mayor de San Pedro, en el que da cuenta del presbítero mayorquín que, en1904, viene "invitado por el capellán del santuario de Nuestra Señora de la Cinta y por la hermandad", "para predicar la novena". Aunque hay que dejar claro que quien se dirige al Arzobispado es la parroquia de San Pedro cada vez que había que dar cuenta del predicador, como se puede ver en la documentación existente de principios de siglo XX. Todo quedará atado y bien atado con la renovación de las reglas de 1923 donde especifica, en el capítulo octavo, que los cultos se celebrarán en San Pedro.
Muchos dolores de cabeza ha dado a los prelados tanto de Sevilla como de Huelva el lugar de celebración de la novena, por el interés devocional que despierta, llegando hasta nuestros días. Es el obispo José Vilaplana quien, después de las últimas polémicas con los cultos sí en la de la Merced o en la Concepción, deja en la actualidad establecida la libertad a la hermandad para elegir el lugar dónde celebrar la novena, optando en estos últimos años por la parroquia de la Concepción, al ser un templo de fácil acceso. Mientras se fija que la función de la Virgen de la Cinta del día 8 tendrá lugar en la Santa Iglesia Catedral, como primer templo de la Diócesis.
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