"Queremos ofrecer másteres que eviten que la gente se vaya al acabar el grado"
maría antonia peña. rectora de la universidad de huelva
La máxima responsable de la UHU hace un balance positivo al cumplir su primer año al frente de la institución
Para el próximo curso ve buenas perspectivas debido al aumento de la financiación
En escasos días cumple su primer año al frente de la Universidad de Huelva. Se siente satisfecha de cara al futuro de esta institución, que este año cumple los 25 años de su nacimiento
-¿Satisfecha por este primer año?
-Muy satisfecha, ya que ha sido un año intenso pero al mismo tiempo volátil. En lo personal, para mí ha sido un gran descubrimiento mi equipo de trabajo. En él había personas muy bien referenciadas que no conocía personalmente. He podido comprobar que son personas magníficas que no han faltado a ninguno de sus compromisos e incluso han ido más allá de las expectativas.
-¿Entonces no realizará ningún cambio en su equipo de gobierno?
-No está en mi pensamiento, si bien siempre les comenté que si consideran que están cansados o que compromisos familiares o de investigación les hacen considerar que no pueden seguir en el cargo, deben tener la libertad para tomar ese paso, pero insisto en que son personas que no me han fallado y que han superado las expectativas.
-¿Habrá mejoras en la financiación de la universidad?
-Aún no está cerrada la distribución del presupuesto de 2018. Estamos avanzando bastante. De hecho el jueves estuve en Málaga en una reunión de las Universidades Públicas de Andalucía (UPA) y creo que tendremos una mejora importante desde el punto de vista porcentual. En el caso de Huelva esto significa que será moderada, pero aun así será bueno. Si cerramos el presupuesto ahora nos vendrá bien, pues eso no solo implicará el dinero que tendremos para este año, sino que nos permitirá que el gasto sea eficiente; que ese aumento se dedique a cosas realmente importantes.
-¿Cuál sería ese gasto correcto?
-El capítulo de la infraestructuras. Hemos hecho un diagnóstico de las necesidades y vimos que no las podíamos cubrir ni en 2018 ni en 2019. Si tenemos ese dinero podemos adelantar las actuaciones que irán encaminadas a la internacionalización de nuestra universidad, que también tendrá un refuerzo. Además al vicerrector de Infraestructuras le he pedido el diseño de un proyecto de mejora de la digitalización que lo íbamos a dejar para el año que viene, pero si viene este dinero quizá lo comencemos a finales de año.
-Las universidades pequeñas siempre se han sentido agraviadas por las grandes.
-Hay ahora un buen clima en el que priman las buenas relaciones personales entre los rectores y eso ayuda. Hay que entender que las grandes universidades, por sus dimensiones, tienen mucho gasto, pero se busca un acercamiento que se dirige hacia la convergencia y creo que la Junta también está en esta línea. Lo que se quiere es fortalecer dos conceptos: la suficiencia, es decir, que todo el mundo pueda funcionar adecuadamente y la convergencia, o sea, que vayamos acortando las distancias, lo que no implica igualación, pues no se puede comparar una universidad de 25 años con otra de 500 y sus distintas dimensiones, pero la idea de convergencia es válida.
-Pero también sería bueno generar competitividad entre las universidades, ¿no?
-Hay que garantizar la suficiencia y apostar por una idea de convergencia pero todo esto es compatible con la competitividad, que nos hará mejorar y aprender unos de otros.
-Ustedes difundieron un documento interno en el que pidieron opinión sobre las futuras titulaciones. Se hizo gran énfasis en la oferta/demanda. ¿No cree que ese es un principio más acorde con una universidad privada que con una pública?
-Fue un documento reclamado por la Junta de Andalucía que no era para definir un mapa de titulaciones, sino para tener un diagnóstico de cómo están funcionando los títulos en cada lugar. En ese primer borrador salieron las aportaciones de la gente, pero nunca nos hemos planteado suprimir ningún título y sí reflexionar sobre cómo fortalecer aquellos que tienen menos demanda. Lo que se pretende es buscar vías de fortalecimiento de los títulos que están débiles y hacer una especie de elucubración sobre qué titulos podrían colocarse en Huelva. Aunque la demanda es importante también lo es que la podamos soportar económicamente. Desde la Junta se maneja que las ofertas que se planteen ya cuenten con profesorado. En esa línea hemos estado trabajando contemplando la viabilidad financiera, responder a la demanda y la innovación, es decir, abrir campos que no existan o no estén en otras partes y que hagan que Huelva entre con una cierta potencia.
-De lo que no hay duda es de que los másteres tendrán cada vez mayor importancia, ¿vamos hacia el 3+2?
-Ahora mismo no. Hubo un momento en que se discutió, pero eso está ahora muy callado. La CRUE tuvo una postura muy firme y el tema se arrinconó y no parece que esté en los intereses del nuevo Gobierno, pero trabajamos sobre lo que tenemos ahora. Tenemos un sistema en el que es difícil colocar grados nuevos, pues implica una apuesta presupuestaria importante y aquí los grados, salvo algunos, funcionan muy bien. Todas las universidades sin embargo están haciendo hincapié en el posgrado y en presentar una oferta independientemente del 3+2. Hoy en día casi ningún alumno contempla hacer solo un grado. Casi desde el principio sabe que hará un posgrado y tenemos que hacer un estudio para saber qué posgrados debemos tener, que especialicen, que cojan gente que no se tenga que ir fuera.
-¿Está satisfecha con las aportaciones realizadas a ese documento por la comunidad universitaria?
-No estábamos para hacer juicios de valor sino para recoger la sensibilidad, las posibilidades de cada centro para poder ofertar cosas nuevas. Lo bueno es que se han implicado mostrando mucha sensatez y presentando propuestas muy asumibles.
-Se comentó que no se ha podido cubrir la tasa de reposición del profesorado.
-Se ha cubierto al 100% y para este año vamos a pedir todas las plazas que también nos permita la tasa de reposición. De hecho, ya se ha realizado un estudio. El número de plazas será muy similar al anterior. Hay que tener en cuenta que nuestros márgenes son menores que los de otras universidades más grandes y antiguas y esa tasa la agotaremos.
-La tasa de reposición es del 100%, ¿no?
-En 2017 aún no estaba la del 100% aunque en este curso que va a terminar ya ha sido del 100% y todas las plazas que salieron ya están cubiertas. También hemos solucionado la situación de los contratados doctores interinos y este año haremos lo mismo: solicitar todas las plazas y aliviar esa enorme lista que tenemos de gente acreditada que no pudo tener opción a su plaza.
-¿La crisis ha hecho perder una década?
-No, pero ha ralentizado su evolución y no hemos retrocedido. Hemos superado con mucha dignidad la crisis. En momentos de mucha adversidad hemos seguido manteniendo la calidad, un alto nivel de investigación y los servicios administrativos con mucha decencia, pero el salto que se podría haber dado no se dio. Confío en que ahora que parece que la cosa está mejor, estemos a la altura de las circunstancias.
-¿No cree que esa mayor oferta docente irá en detrimento de la investigación?
-Cuando uno es profesor universitario, se es docente e investigador. Es docente en lo que comporta su contrato. La investigación debe ser asumida por todos los profesores independientemente de los créditos que tengan asignados. Forma parte de nuestras tareas. Esta universidad se puede preciar de profesores que tienen docencia de 24 créditos y han hecho su carrera investigadora.
-Algunos alumnos han protestado por los nuevos requisitos para la automatrícula.
-Hemos aplicado medidas correctivas, ya que antes no había regulación. Era una selva en la que el alumno se metía en internet e intentaba ser el primero para matricularse y eso colapsaba el sistema. Así, la matriculación dependía de algo tan aleatorio y tan discriminatorio como poder tener una mejor fibra optica y más tiempo para estar ante el ordenador. El año pasado nos topamos en septiembre con un problema enorme y muchos alumnos nos reclamaban una regulación. Vimos que era más académico y más objetivo regular en función de la nota del expediente.
-¿Entonces este año no se repetirán las colas en secretaría?
-En principio no deben repetirse. Ese problema se circunscribe a las grandes facultades. Conscientes de todos modos de que a algunos no les había gustado este sistema, se ha creado un grupo de seguimiento para analizar el funcionamiento del sistema a ver si falla algo. A veces no se entiende que la automatrícula asigna un turno, pero luego hay un plazo de permuta y de solicitud de turno. No es una condena sino que una vez hechas las preinscripciones los alumnos pueden solicitar cambios.
-¿Se impondrá la convocatoria de julio frente a septiembre?
-Nuestra intención es regularizar el calendario. Hemos intentado este año diseñar uno que lo llevara todo a julio, pero este cambio es complejo y siempre al principio será traumático. Este año era algo imprudente hacerlo y hemos mantenido septiembre. Empresariales ha entendido que era bueno igualarse con las demás, de este modo tendrá el mismo calendario, pero seguimos estudiando su mejora.
-¿Para cuándo podría aplicarse?
-A ver si se puede aplicar para el curso 2019/20 aunque no impondremos nada y todo será fruto de una negociación.
-Ustedes recibieron el tema del Capítulo 6 en el que se prevén unos despidos.
-Fueron unos despidos que se realizaron de mala forma y que han conducido a muchos pleitos. Nos mantenemos firmes en un par de ideas: el cumplimiento estricto de la ley y que no haya perjuicios para la institución y otros colectivos del PAS. Ahora no hay sentencias que digan que hay que despedir. Lo que tenemos son sentencias firmes de que el contrato es nulo, porque el último proceso lo que juzgó fue la forma de contratación. Tenemos una sentencia que nos dice que en determinado número de personas el contrato es nulo desde determinada fecha. Pedimos informe a la autoridad laboral para saber cómo proceder ante el contrato nulo y nos indicó que el despido no procede. Ese informe lo tiene nuestra asesoría jurídica para indicarnos qué vías legales tiene que aplicar la universidad.
-Es un tema que va para largo.
-Pensábamos que iba a autorizar los despidos pero no los respalda y tenemos que ver cuál es el nuevo escenario. Este tema será necesariamente largo porque hay mucha heterogeneidad de casos y no se pueden tomar decisiones en bloque. Exigirá responsabilidad, prudencia y no cometer nuevos errores que nos conduzcan a nuevos pleitos y nuevos gastos.
-Usted en la campaña electoral del año pasado hizo mucho hincapié en el lenguaje inclusivo. ¿Qué pasos se han dado?
-Del lenguaje y más allá del lenguaje porque no se puede limitar la igualdad al tema del lenguaje. La Dirección de Igualdad está trabajando intensamente en unas líneas de colaboración con los colectivos de la universidad que están preocupados por estas cuestiones. También se ha hecho un gran trabajo de formación en temas de género o violencia de género. Nos hemos incorporado a una red de atención a la violencia de género y se trabaja en las denuncias de acoso. Todas han sido abordadas y se han tomado las medidas oportunas. Por otro lado, se está haciendo un nuevo protocolo de acoso laboral, pues el que tenemos presenta algunas lagunas. Respecto al lenguaje, en todo lo que se redacta nuevo se aplica el lenguaje de género. No tiene mucho sentido que estemos elaborando un nuevo reglamento y que eso no se tenga en cuenta, por lo que ya estamos aplicando un lenguaje no sexista.
-Y por fin ya se va a poder contar con la ETSI.
-La obras que nos permitirían tener la licencia de ocupación ya están terminadas. Se ha sacado el pliego para la contratación para la mudanza desde La Rábida y en cuanto esté adjudicado se podrá hacer el traslado. Creo que éste se hará pronto para que en septiembre la gente esté ubicada. Todo va a buen ritmo y se normalizará una situación que se remonta 10 años atrás.
Una gestión que dio comienzo en la UNIA
María Antonia Peña es natural
No hay comentarios