Huelva de ayer a hoy

A la orilla de la Punta del Sebo

  • La Punta del Sebo es un lugar popular de los onubenses, el balcón que mira a La Rábida junto al Monumento a Colón que marca el entorno

Una imagen de la playa de la Punta del Sebo en los años sesenta del siglo pasado.

Una imagen de la playa de la Punta del Sebo en los años sesenta del siglo pasado. / Postal · Archivo Sugrañes

Muchos onubenses acuden en la actualidad al frescor de la playa y a tomar el sol. Muchos onubenses acuden en la actualidad al frescor de la playa y a tomar el sol.

Muchos onubenses acuden en la actualidad al frescor de la playa y a tomar el sol. / Josué Correa

La Punta del Sebo es de esos lugares con encanto de la ciudad. Los hitos que marcan la vida de un pueblo y su historia. Lo que a la gente le gusta sin que nadie se lo haya impuesto sino porque lo ha elegido.

Es el punto más extremo pero igualmente el más cercano a La Rábida, es el final del gran paseo que bordea la Ría de Huelva desde la primera década del XX.

Ni los malos humos ni las aguas contaminadas le han hecho a la ciudad olvidarse de este lugar, aunque durante un tiempo estuviese apartada obligadamente de ella.

La Punta del Sebo es un entorno que se pondrá en valor con la construcción del tren de la avenida Francisco Montenegro, en 1925,y el transbordador a La Rábida, pero igualmente con la construcción del Monumento a Colón en 1929.

Entre el coloso y el muelle se daba cobijo a una playa con arena dorada.

Se convirtió pronto en punto atractivo para los onubenses que fue jalonando por el paseo diferentes centros recreativos veraniegos en los centros náuticos.

La playa está abierta a todos y se hará muy popular, especialmente desde que llegara hasta ella la línea de autobuses con el Plus Ultra, para luego hacerse con el servicio de línea urbano.

La playa en pleno auge en los años cincuenta del siglo pasado, con su hilera de toldos. La playa  en pleno auge  en los años cincuenta del siglo pasado, con su hilera de toldos.

La playa en pleno auge en los años cincuenta del siglo pasado, con su hilera de toldos.

Esto la convierte en un punto para pasar las jornadas estivales, una alternativa a otras opciones veraniegas.La Punta del Sebo se va a convertir en la playa urbana de Huelva, con hileras de toldos e incluso con un magnífico balneario que levanta aquí el Ayuntamiento en 1957. Una alternativa a las casetas de baño de Bocanegra, que incluso alquilaba bañadores. Eran otros tiempos de más carestía.

Incluso en 1958 Alejandro Herrero proyecta ampliar la playa, a ambos lados del monumento y más allá del muelle embarcadero por la orilla del Tinto, aunque no se llega a acometer.

Hoy, sin embargo, sí haría falta recuperar la arena perdida la zona de playa, para evitar en la bajamar los fangos. Así como habilitar de nuevo la zona de toldos públicos.

La Punta del Sebo convocaba a Huelva en los días de verano hasta que en 1969 se prohíbe el baño en sus aguas, nada recomendada por los vertidos de las industrias recién instaladas del Polo Industrial.

Sin embargo, la Punta del Sebo no dejó de estar siempre en ese lugar tan especialmente vivido por muchas generaciones de onubenses. La Punta del Sebo no solo tiene un Monumento a Colón, sino una playa que ha estado ahí para el disfrute de los onubenses.

Ahora es lugar para el ocio y también para estar frescos junto a la Ría y pasar unas jornadas agradables en un día de verano tomando el sol. Muchos son los que se inclinan por esta opción.

El Puerto ahora va a continuar potenciando este entorno con un proyecto de remodelación ya adjudicado. La verdad que la mirada debe estar en esta playa para seguir disfrutando de ella.

Una playa de Huelva, una playa portuaria.

Jóvenes paseando estos días a la orilla de la playa de la Punta del Sebo. Jóvenes paseando estos días a la orilla de la playa de la Punta del Sebo.

Jóvenes paseando estos días a la orilla de la playa de la Punta del Sebo. / Josué Correa

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