Huelva

Pulso judicial por el derribo de un edificio histórico de la calle Palacio

  • La Gerencia Municipal de Urbanismo se niega a declarar 'ruina' un Monís catalogado de 1906 y los propietarios del inmueble recurren la decisión en los tribunales

Con la presión de la crisis, un conflicto de intereses pone en la picota el futuro de uno de los edificios que el arquitecto Francisco Monís y su impronta modernista legaron a la Huelva de principios del siglo XX. El número 2 de la calle Palacio, que en las últimas décadas ha albergado en régimen de alquiler el comercio Feminella de la cadena Raya SL-ahora en liquidación por cierre-, está siendo objeto de un pulso entre sus propietarios -que esgrimen no tener capacidad para mantenerlo y rehabilitarlo- y el Ayuntamiento, que ha tumbado la solicitud de expediente de ruina para esta edificación de 1907, cuya conservación, al menos a priori, está blindada en el Catálogo de Edificios Protegidos de la ciudad.

Con todo, a no ser que irrumpa en este escenario algún mecenasinesperado (otras administraciones, franquicias o particulares...) para asumir la costosa rehabilitación de este inmueble de más de 100 años, el procedimiento puede desembocar en una muerte por inanición. No sería la primera vez que la historia onubense acaba sucumbiendo, a base de abandono, a los expedientes de ruina, para acabar reconstruida por los promotores; así sucedió con el que se sitúa justo enfrente de este supuesto de la calle Palacio, o al del antiguo comercio Crisluis (ocupado por Sfera tras su reencarnación), al número 4 de la Plaza de Las Monjas o incluso al Hotel París arrendado por la Diputación que, en su versión original, fue obra también del prolijo arquitecto Monís.

El informe y dictamen y daños presentado al Consistorio sobre este número 2 de la calle Palacio -al que ha tenido acceso este periódico- da cuenta de un avanzado deterioro de su interior, aunque después de la inspección realizada por los técnicos de Urbanismo, las autoridades municipales han prohibido su demolición, desestimando los criterios económicos que alegaron sus dueños (en los preliminares de un expediente de ruina se hacen valoraciones de costes de rehabilitación y reconstrucción para cotejar opciones primando la conservación del inmueble protegido siempre que, a juicio de la Administración, no se encuentre en estado ruinoso, sin solución de continuidad).

En este nuevo estadio, la cuestión se derimirá, pues, en los tribunales, ya que los titulares de este inmueble de casi 1.000 metros cuadrados y cuatro plantas han interpuesto un recurso Contencioso-Administrativo.

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