El Puerto de Huelva batió el año pasado su registro de tráfico de mercancías por sus instalaciones y llegó a los 32,4 millones de toneladas en un ejercicio que el presidente de la Autoridad Portuaria, José Luis Ramos, no dudó en calificar como "histórico" y que marcará "el inicio de una nueva etapa" en las instalaciones onubenses. Un 5,92% fue el crecimiento durante los últimos doce meses, algo que queda pequeño si se compara con el 387% que aumentó el tráfico de contenedores, una apuesta por la diversificación portuaria que se va a convertir en uno de los ejes fundamentales en los próximos dos años.

El cierre del ejercicio coincide con la evaluación del Plan Estratégico que entró en vigor en el año 2012 y tiene visión hasta el 2022 y del que se han cumplido más del 75% de los objetivos marcados en un principio. Las inversiones que realizará la entidad en los próximos dos años será superior a los 140 millones de euros, en los que se basará una estrategia logística que tendrá en la ZAL de Punta del Sebo uno de los principales ejes de actuación, junto con la reurbanización de toda la fachada marítima desde el Puente del Sifón hasta el monumento a Colón como continuación del Paseo de la Ría en unas obras que se encuentran en plena ejecución en el entorno del Muelle del Tinto. La reordenación de la avenida Francisco Montenegro como complemento a la nueva superficie de actividades logísticas, será uno de los hitos palpables a lo largo de los próximos meses.

Por otro lado, José Luis Ramos se refirió a la nueva concesión temporal de los astilleros, después de que la Autoridad Portuaria haya extinguido la que hasta mediados de diciembre tenía la empresa Cotnsa. El presidente del Puerto señaló que "las ofertas que el Puerto tiene sobre la mesa son tres", ya que se añade el interés mostrado por una sociedad radicada en Canarias a la portuguesa de Policedencia y a la eslovena Puchra Mare, ya adelantadas por Huelva Información. La intención es proceder a esa adjudicación por un periodo de seis meses a finales del próximo mes de febrero, una vez que finalice el periodo de dos meses que se dio al propietario de los astilleros para desalojar las actuales instalaciones.