Un sistema de préstamos de bicicletas público podría tomar forma en Huelva. Así está recogido en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) del Ayuntamiento de la capital, el cual propone el proyecto de implantar un sistema municipal de bicicletas compartidas en los barrios de la ciudad, rutas turísticas y centros de transporte. 

El citado servicio se torna cada vez más habitual en el mundo y, según remarcan desde el propio Consistorio, "en general, ha tenido resultados positivos para el aumento del reparto modal en favor de la bicicleta". El mismo permitiría a los onubenses y turistas "un mayor acercamiento" a este medio de transporte y un cómodo recorrido por la ciudad.

El PMUS contempla la instalación de una docena de estaciones de bicicletas con 10 anclajes cada una, distribuidas a lo largo del núcleo urbano. Tales anclajes se ubicarían en "puntos donde se puede concentrar una mayor demanda, en puntos turísticos y en algunas dotaciones públicas de espacios libres y deportivos", de ahí "que se mejore la accesibilidad y se promueva la modalidad activa", tal y como expone el PMUS.

Las estaciones planteadas por el Ayuntamiento de Huelva serían las siguientes: Zafra, Estación de Ferrocarriles, Muelle de la Río Tinto, Campus del Carmen de la Universidad de Huelva, Oficina de Turismo en El Punto, Puente a la Marisma del Odiel, Paseo de la Ría, Parque Antonio Machado, junto al complejo deportivo municipal, Plaza del Templete, Parque Moret, Avenida Andalucía y Plaza del Tamboril de Isla Chica.

Mapa de sistemas de anclaje de bicicletas.

Respecto al funcionamiento del sistema, para el que aún no hay un nombre planteado, el PMUS establece que podría hacerse uso de las bicicletas mediante un registro y una cuota según el uso. El sistema tarifario se vertebra en dos opciones, una cuota anual para los usuarios habituales y otro tipo de cuota para los ocasionales; y un coste por uso, una alternativa que se fomentaría "con el impulso de una primera franja gratuita y, seguidamente, el establecimiento de tarifas por franjas de medias horas o cuartos de hora".

Sobre el precio, aún no hay propuesta por parte del Ayuntamiento de Huelva, pero el coste de este servicio público en Sevilla podría sugerir cuánto podrían pagar los onubenses para disfrutar de recorridos en estas bicicletas. El ticket para un solo día asciende a 2,59 euros en la capital andaluza, mientras que un abono para siete días de viajes ilimitados tiene un coste de 13,33 euros. Por un euro más en ambas opciones los usuarios disponen de un seguro de viaje.

La opción más económica es la anual. Un ciudadano paga 33,33 euros (seis euros más en caso de querer seguro) por viajes ilimitados en bicicleta durante un año, a excepción de aquellos en situación de desempleo (20 euros + 6 euros de seguro) o los mayores de 55 años (26 euros más 6 euros de seguro).

Una vez decida su opción preferida, el usuario se registrará vía telemática y, por ende, recibirá una tarjeta para usar un sistema. La misma sería necesaria para retirar la bicicleta del sistema de anclaje. 

Ya en la base destino, el usuario devolvería la bicicleta ubicándola en el anclaje y cerciorándose de que quede bien anclada para que no se le cobre más tiempo, en tanto que "sería necesario establecer unas normas de uso que fijen un límite máximo de uso de la bicicleta (unas dos horas aproximadamente)".

En cuanto al diseño, el Ayuntamiento contempla un boceto muy similar al del resto de ciudades españolas que ya han implementado el servicio. Por tanto, las bicicletas tendrían un diseño "robusto y único" para reducir los efectos del vandalismo y evitar el robo de piezas, una imagen corporativa que las identifique y un sistema de asistencia al pedaleo con ánimo de mejorar la accesibilidad en el casco histórico.

En relación a las características del sistema público de bicicletas compartidas, el PMUS sostiene que puede ser manual o automático, si bien este último es "más flexible", pues no necesita de personal y permite que el servicio funcione durante todo el día. En este sentido, una furgoneta aseguraría una distribución igualitaria de las bicicletas a lo largo de las bases para que no exista una descompensación.

Entre los puntos fuertes que el Ayuntamiento percibe en el mencionado sistema, figuran la eliminación de los inconvenientes relativos al aparcamiento y al almacenaje de una bicicleta en el hogar; el "significativo" incremento de la seguridad vial al aumentar el número de ciclistas en las vías y, por tanto, una mayor visibilidad ante el automóvil; el coste "asumible" para moverse por la ciudad; o la eliminación del factor disuasorio que supone la inseguridad ante el robo de bicicletas.