Procesión del Patrón San Sebastián: Huelva, la de los cinco sentidos

Las fiestas patronales viven su momento álgido con la salida de la devota imagen por su recorrido tradicional

Las mejores imágenes de la procesión

La imagen de San Sebastián en un momento durante su procesión.
La imagen de San Sebastián en un momento durante su procesión. / Alberto Domínguez
J. M. Lugardo

22 de enero 2023 - 22:08

Bajaba el Santo Patrón por Mackay Macdonald cuando se atisbaba que la fe en esta ciudad juega un papel diferencial. Es el corazón de los onubenses. Es Huelva en estado puro. Es la presencia de esta imagen en la calle, que escribe con letras castizas la historia de esta ciudad. Bajaba el Santo Patrón como si bajase del mismo cielo bajo el dintel improvisado del escudo de la capital en lo que es una icónica fotografía. De postal antigua. De un añejo blanco y negro, que todavía saborean aquellos privilegiados mayores y que hoy evocan en sus recuerdos. San Sebastián bajaba a la espera de que Huelva lo recibiese con los brazos abiertos para acunarlo en sus playas de terciopelo. A la vera de Miguel Báez Litri. Y mientras la Banda Municipal ponía la banda sonora de esta esquina del sur occidental. Es uno de los momentos que mejor resume lo que es Huelva. Quizá, el que más. Aunque es un melón por abrir.

Bajaba el Santo Patrón haciendo frente con elegancia una ola de frío que no dejó que calentase ni al mismo sol. Solo fue su luz, la que dio color a un vivo cielo azul que también coloreaba los cristales de la ventanas que se salpicaban entre los altos edificios. San Sebastián venía con elegancia porque es la elegancia de Huelva. La que reserva sus mejores galas para llorar con la mirada a ese paso de plata exornado de flores rojas. Sonaba Virgen de la Salud en las cornetas y tambores del Nazareno para soñar con la nostalgia de un antiguo barrio que sigue más vivo que nunca.

La procesión del Patrón San Sebastián es la de los cinco sentidos. Porque se disfruta con todos. Porque es la mejor manera de llenar el corazón. Quizá esta cita es una de las que más se parecen de un año a otro. El recorrido. Los momentos. Sus peculiaridades. Sus tradiciones. Y siempre es de matrícula de honor. Tan solo hay que utilizar la vista para comprobar la cantidad de onubenses que no se pierden ni un tramo de una comitiva integrada por representantes civiles, militares, sociales, religiosos y cofrade de la ciudad. Todos tienen una imagen fija en su mente de la procesión del Patrón. Y cada año la renuevan. Es la misma, sí. Pero siempre se renueva.

La procesión del Patrón San Sebastián también es la de escuchar Mi Huelva tiene una Ría como si fuera el mismo Padre Nuestro de cada día. Es la de escuchar a la Asociación de Vecinos de Santa Gema recibir a la imagen en Madreana. Que es la calle, donde, básicamente, ocurren las cosas importantes. Allí, una lluvia de pétalos tiñó un cuadro costumbrista en lo que parecía un renacer de la propia vida.

La procesión del Patrón San Sebastián es la de saborear los palmitos. Producto gastronómico imprescindible para que todo esté en su sitio. Es inevitable ver cómo el abuelo le explica a su nieto su historia para que éste, después, escoja el que más le haya gustado. Son esos puestos los que convierten este día en único e inigualable.

La procesión del Patrón San Sebastián es la de los olores. Ya en el ambiente, cuando uno se va acercando al centro, huele a día grande. Huele a esos aromas que retrotraen a un tiempo pasado. A una época que resucita este día y que vuelve a vivir en el corazón de los onubense durante un año entero. Y cómo no, la procesión del Patrón es la del tacto. La de la pareja que se abraza en un silencio sobrecogedor que solo ambos entienden mientras pasa San Sebastián. Cuánto en tan pocos sonidos. Cuántos recuerdos para tan poco tiempo. Cuánta vida vivida. Y cuánta por vivir.

Huelva fue más Huelva en un espacio de tiempo de apenas cuatro horas. Huelva, la de siempre. Huelva la de la luz. La del frío de enero en una mañana con San Sebastián. Huelva la que añora. Huelva la de sus vecinos. La que reza cantando. La que llora en silencio. Huelva, la de los cinco sentidos.

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