Muchas de las buenas ideas que ha desarrollado el ser humano han terminado convirtiéndose en herramientas de uso diario y esenciales. Muchos de estos inventos nacen con la intención de hacer la vida más cómoda a las personas e incluso tienen integrado una función saludable para prevenir molestias y hasta enfermedades.

En el año 2014 salió a la luz en Huelva lo que se llamó rampa saludable. Una iniciativa impulsada por el empresario onubense Cristóbal Guerrero, en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa de la empresa y con el objetivo de cuidar la salud de las personas mayores y de los clientes que realizan sus compras en los distintos supermercados. La rampa saludable, sencillamente, es una herramienta que evita que los consumidores que llegan hasta una caja de compra en un supermercado no tengan que agacharse para coger los diferentes productos de la cesta. De esta forma se permite que cualquier persona que llegue hasta la zona de pago suba la cesta por la rampa saludable y pueda colocar de una manera más cómoda todos los artículos en la cinta de la caja registradora.

Una sencilla manera para que las personas mayores, o con movilidad reducida, embarazadas... no sufran problemas ergonómicos a la hora de hacer algo tan simple como colocar los productos alimenticios en la cinta registradora. La idea patentada por Cristóbal Guerrero la fabricó en su día la Fundación Valdocco. Se presentó en la Federación Onubense de Empresarios y en el mismo año la implementó un supermercado en la calle San José. “Esta rampa es muy utilizada y valorada por los clientes mayores de este establecimiento”, se detalle en la página web de la rampa saludable. Ahí mismo se define el invento como un “mobiliario asequible, de fácil mantenimiento e incluso patrocinables, con un alto valor añadido para el usuario”.

Desde entonces esta patente no ha terminado de romper y formar así parte de la utilidad de los distintos espacios comerciales. “Atender demandas sociales y sugerencias dirigidas a mejorar la salud pública y trabajar en la prevención y ayuda a nuestros mayores es la llamada de atención solidaria que entendemos debieran considerar estas grandes cadenas de supermercados siendo el objetivo pendiente de cumplir como empresa solidaria”.

Esfuerzo a la hora de agacharse.

Este invento consiste en módulos fabricados a medida y permiten realizar su función en el mismo espacio. En esta línea existen actualmente tres modelos de rampa saludable. La estándar enteriza, en un solo bloque; la modular, donde se separa la rampa y el módulo de apoyo; y la motorizada, donde se sube automáticamente la cesta hasta el lugar correcto para coger los artículos de una manera saludable. La cuestión no queda ahí y la defensa para los consumidores mayores en supermercados se agranda desde esta iniciativa enumerando los problemas que pueden tener estas personas con “productos fuera de su alcance por altura, productos demasiado bajos, carros difíciles de manejar o el etiquetado complejo y difícil de leer, entre otros”.

En esta línea, a través de la iniciativa de la rampa saludable se continúa con esta defensa donde “el desarrollo de buenas prácticas para la prevención de riesgos de los usuarios y clientes de las grandes superficies, es una asignatura pendiente de las empresas del sector y del Estado como legislador y promotor de medidas que amparen sus derechos”. Por eso, “consideramos que cuidar de nuestros mayores y de los consumidores en general es un valor añadido para las empresas, pero también es un derecho y un deber, tanto de ellas como del Estado”.

Desde la propia página web www.rampasaludable.com se apuntan las características y los motivos que llevan a estas rampas saludables buscar su hueco en una sociedad que las necesita en busca de una manera más cómoda de comprar y de prevenir lesiones