El caso Madrid Arena -la macrofiesta en la que murieron cinco jóvenes el pasado Halloween- ha sentado un trágico precedente que está llevando a las Administraciones a extremar las medidas de control en estas fiestas navideñas. En el caso de la capital onubense, aunque por quinto año consecutivo no se han presentado solicitudes para la celebración de cotillones, el Ayuntamiento ha reforzado el protocolo policial para hacer un seguimiento especial de las discotecas y bares que han publicitado eventos para esos días, para comprobar que se cumpla con el aforo permitido y se habiliten los servicios de seguridad homologados. Así lo avanzaron ayer a este periódico desde el área municipal de Medio Ambiente, que ha comunicado a la Jefatura de la Policía Local la encomienda de controlar estas actividades especialmente los días 24 y 31 de diciembre.

Los criterios de actuación fijados desde el Consistorio -en coordinación entre las áreas dirigidas por los tenientes de alcalde Juan Carlos Adame y Carmen Sacristán- se centran, en principio, en cinco establecimientos de aforo elevado, fundamentalmente discotecas, que en su conjunto tienen capacidad para más de 1.800 personas.

La Junta de Andalucía ya anunciado una campaña de inspecciones de las instalaciones que habitualmente alberguen fiestas, eventos y conciertos, siendo de competencia autonómica el control de los establecimientos con aforo superior a 700 personas. Las discotecas onubenses no rebasan este umbral, entrando en la esfera de inspección municipal. Como indicaron días atrás desde el Gobierno andaluz, la Consejería de Justicia e Interior ha remitido una carta a todos los ayuntamientos de la comunidad autónoma para que refuercen los controles y velen por el cumplimiento de la normativa andaluza. Así, en lo que atañe a Huelva, como consta en la orden remitida a la Policía Local, la realización de actos publicitarios y expedición de localidades para el evento en las fechas señaladas deberá acatar el Reglamento de Admisión de Personas en los Establecimientos de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, de modo que en las entradas de la fiesta figure el número de orden conforme al aforo autorizado.

Asimismo, los agentes municipales comprobarán que los establecimientos cuenten con contrato de servicio de vigilancia suscrito con empresa homologada por el Ministerio del Interior cuando para su acceso se exija a los usuarios el abono de un precio. Por el citado reglamento, los locales que tengan un aforo de entre 300 y 450 personas deberán contar con una dotación de un vigilante como mínimo. Si el tramo abarca de 451 localidades hasta 750, el establecimiento deberá tener dos vigilantes; y, si la capacidad va de 751 a 1.000 personas, la cobertura debe ser de tres vigilantes. Además, estos locales deberán disponer de un sistema de conteo y control de afluencia.

Se sancionarán como infracciones "muy graves" tanto la admisión de más público del que permite el aforo como la carencia de los servicios de vigilancia "que disminuyan gravemente el grado de seguridad exigible para las personas o los bienes". En estos casos, advierten desde el Ayuntamiento que las multas podrán oscilar entre 30.050 y 601.012 euros, al margen de que como "sanción accesoria" proceda la revocación y suspensión de licencias o clausura del establecimiento.

La circular trasladada a la Policía da cuenta de otro aviso para navegantes: "También existe la posibilidad -recalcan desde Medio Ambiente- de prohibición expresa de la realización de la actividad o suspensión de las misma en caso de que de su celebración se derive un riesgo grave para los asistentes, no reúnan las condiciones de seguridad exigibles o se alteren las condiciones de la licencia".

Este protocolo reforzado trata de garantizar el cumplimiento de la normativa en los cinco negocios de la ciudad que cuentan con licencia municipal de apertura de discotecas y que, según la información facilitada por el Consistorio son los siguientes: Sala Ego, en la Gran Vía (con aforo de 404 personas en el semisótano y 197 en el Real Lion); discoteca Martina en la calle José Oliva, junto al club de tenis (con capacidad para 228 localidades); discoteca Buda, en Aqualon Puerto (324 personas); La Casona White, en Alameda Sundheim (con foro autorizado para 524 usuarios) y la sala Taller, en la Plaza de Toros (150).