Por cuarto año consecutivo, el Ayuntamiento congelará el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). De este modo, se bajará el tipo de gravamen en la medida en la que suban los valores catastrales. Para hacerlo posible, en el día de ayer se convocó un Pleno extraordinario que tendrá lugar el próximo lunes a las 10:00 horas.

En el mismo, los socialistas propondrán una modificación de la ordenanza fiscal reguladora de este impuesto que, según el informe emitido por el departamento de ingresos y gestión tributaria, al que ha tenido acceso este periódico, es "conforme a derecho".

El documento explica que la aplicación de este cambio en 2019 "no supondrá en modo alguno una disminución del importe global del padrón cobratorio respecto al del pasado año". Es más, aunque de forma leve, apunta a que se vería incrementado porque la reducción del tipo viene a compensar en la misma cuantía "el incremento del valor catastral del 3%" en un momento en el que el número de nuevas construcciones crece.

Como ejemplo, el informe apunta que aún manteniéndose de modo inalterable el número total de inmuebles de naturaleza urbana en el municipio, "frente a los 32.277.772 euros que ha supuesto el padrón cobratorio de este tributo en el ejercicio de 2018, en el presente de 2019 éste ascendería previsiblemente a un total de 32.435.225", lo que significaría un incremento de 157.452 euros.

Con esta iniciativa, el equipo de Gobierno busca que, dentro de las facultades del Ayuntamiento, la ciudad tenga cada vez "una política fiscal más justa y equitativa".