Municipal

La Plaza de las Monjas prueba un novedoso sistema de seguridad mediante iluminación led

  • Las 40 nuevas luminarias controlan intensidad y temperatura para responder a necesidades

  • Unas cámaras de videovigilancia reaccionarán ante grandes concentraciones de personas

Dos de las farolas de la Plaza de las Monjas que tendrán nueva iluminación.

Dos de las farolas de la Plaza de las Monjas que tendrán nueva iluminación. / Josué Correa

El alumbrado público se incorpora como instrumento de seguridad en la ciudad. Así será dentro de unos días en la Plaza de las Monjas de Huelva, donde se va a instalar un novedoso dispositivo que combina el equipamiento de última generación en materia de iluminación con un sistema de vigilancia mediante el que se detectarán anomalías en el viario.

El Ayuntamiento de Huelva ha apostado por esta tecnología pionera, primero como proyecto piloto que podría extenderse posteriormente al resto de las principales vías de la ciudad. El sistema basado en la inteligencia artificial centra su eficacia en los espacios urbanos de mayor afluencia de personas, como es el caso de la Plaza de las Monjas, ya que pueden presentar un mayor riesgo potencial de sucesos extraordinarios que deban ser gestionados.

A priori, la nota más visible para la población es que las farolas van a incorporar luminarias de tipo led regulables tanto en intensidad como en temperatura. Esto permitirá, por ejemplo, que la luminosidad se adapte en tiempo real a las condiciones del espacio público, también en cuanto al tono irradiado, que podrá ser más cálido o frío, siguiendo las necesidades del momento.

Es en ese punto en el que entra en juego la característica más destacada de esta tecnología, que se vale de un sistema de videovigilancia para detectar el aumento de la concentración de personas en un área concreta, la existencia de un suceso extraordinario que requiera de una intervención en el lugar o el seguimiento de una masa en eventos determinados.

La respuesta, en esos casos, se puede automatizar o accionar directamente a través de la propia iluminación, por ejemplo, cambiando una luz tenue en todo el alumbrado por una luz blanca con intensidad al cien por cien, en lo que se consideraría una acción antipánico para favorecer la visibilidad en la zona y permitir, entre otras cosas, una correcta evacuación de las personas.

La concejal de Hábitat Urbano e Infraestructuras, Esther Cumbrera, ha asegurado a preguntas de este periódico que detrás de la implantación de este sistema está “garantizar la máxima seguridad en la ciudad como objetivo prioritario”. Por ello, confirma, se ha centrado esta prueba en la Plaza de las Monjas como espacio “muy versátil para la celebración de todo tipo de eventos, que, además, concentra un alto número de personas de manera habitual”.

Esta actuación no ha supuesto un desembolso extraordinario para el Gobierno municipal, y se enmarca dentro del contrato de mantenimiento del alumbrado público en la ciudad a petición del propio área de Infraestructuras, conocedor del servicio integral que presta este tipo de luminarias.

Durante tres o cuatro jornadas de trabajo, previsiblemente la semana que viene, se procederá a la sustitución de los focos de 40 faroles por los nuevos led, con el sistema Lecology para la regulación en intensidad y temperatura.

Esto puede hacerse de forma manual sobre cada luminaria individual, pero también en un sistema automatizado mediante las cámaras que también se instalarán con software de inteligencia artificial para establecer un perímetro de seguridad en el que cuantificar los movimientos de entrada y salida, mediante el reconocimiento de las rutas de peatones, y la detección del movimiento de las personas para controlar, por ejemplo, estampidas. Ante eventos de este tipo se envía una orden a las luminarias para variar la temperatura a un blanco brillante con máximo de intensidad para aumentar los niveles lumínicos y facilitar la evacuación de personas o la intervención de los operativos de seguridad.

El sistema, con tecnología LoRa, puede también generar alertas en redes de comunicaciones críticas (Policía y Bomberos) e interactuar con cualquier dispositivo de telegestión. Las propias autoridades podrán controlar las luminarias en caso de necesidad, por detección también de vías ocupadas en procesos de evacuación, como también de personas corriendo y vehículos en zonas restringidas al tráfico.

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