Plaza Houston: El latido del antiguo estadio Colombino

Huelva/El corazón jamás se olvida. Aún se delatan los latidos del antiguo estadio Colombino en la Plaza Houston, una zona asentada en el barrio de Isla Chica que nunca se deshizo del bullicio y el dinamismo inherentes a lo largo de su vida. Su historia es corta, apenas 50 años la narran. Pero ha vivido como si fuese eterna.

La Plaza toma el nombre del histórico centro espacial. No fue cabezonería de Federico Molina, alcalde en aquellos años. Huelva tuvo presencia en la ecuación que dibujó la llegada del primer hombre a la Luna en 1969. Jesús Hermida, el periodista español que narró en televisión este hito, nació en la provincia onubense y tejió los hilos que cosieron el hermanamiento entre Huelva y Houston. De ahí el nombre de la Plaza.

La Plaza Houston y el antiguo estadio Colombino, que data de 1957, forjaron un vínculo muy especial desde que se conocieron. Se abrazaban entre sí. De la Plaza emanaba la energía del que ha sido considerado históricamente como el segundo foco comercial de la ciudad y el estadio irradiaba la vivacidad de los aficionados que acudían a su asiento para animar a su Recre. Ambos espacios eran incapaces de ocultar el cariño y el apego que se profesaban. Una pasión impecable.

Las relaciones tienen fecha de caducidad. Aunque no lo tuvo el amor que ambos espacios se juraron desde el primer día que se vieron. El estado en desuso del estadio en 2001 y la posterior demolición del mismo en 2007 truncó todos los planes que juntos habían confeccionado a lo largo de más de 30 años.

Hay vida más allá del estadio pensó la Plaza Houston. Y razón no le faltaba. Sus vecinos, trabajadores y humildes, le brindaron todo el amor que merecía. Desde el corazón, reproducen los latidos del antiguo estadio que en su día hacían palpitar a la barriada.

Un pequeño paseo por la Plaza Houston y sus alrededores acomoda los recuerdos de los onubenses. El ocio era un vecino más. Las salas de cine Fantasio y Odiel eran los rincones favoritos de aquellos que se inclinaban por el mundo cinematográfico, pero ¿quién no se tomó una copa en los pub Iris e Ipanema?, o ¿quién no disfrutó de sus compras en Abart o Arcos?. La nostalgia es palpable. Fotos Rodri, Tejidos Castilla o Calzados Odiel también alimentaban de dinamismo la barriada onubense y hacen evocar la memoria de la zona.

La Plaza Houston actualmente se halla inmersa en un proceso de cambio. La peatonalización de la zona se traducirá en un incremento de la actividad hostelera y comercial, arterias siempre ligadas a su corazón. El aumento de los veladores y de las tiendas imprimirán un mayor dinamismo, aún si cabe, a este histórico espacio de Isla Chica, que acostumbra a disfrutar del ajetreo de la vida en la ciudad. Los abuelos, los padres y los niños se citan cada día para dotar de vida a la barriada. Los primeros desgranan sus recuerdos con un fugaz vistazo a su alrededor, los segundos forman familias en el barrio y los últimos regalan sus sonrisas mientras disfrutan de los parques y las atracciones de la plaza del antiguo estadio.

Burguer Manuel Corral, la Boutique del Pan, la churrería Hermanos Núñez, la pescadería Yubi, el bar Texas, la frutería Florin y Cocinas Houston son ahora algunos de los grandes dinamizadores de la emblemática Plaza, que se nutre de vida desde el que sol toca las ventanas de los bloques de viviendas dispuestos a su alrededor.

Uno de los elementos que también ha aportado vida a la zona es el centro de salud de Isla Chica. Este viejo anhelo de los vecinos se cumplió el pasado año y, además de dar respuesta asistencial a todos los que residen en la zona, proporciona bienestar y calidad de vida.

Tampoco pasan desapercibidos los toldos de llamativos colores que dan ahora sombra en este transitado enclave de la capital. Una petición de los comerciantes de la zona, que deseaban un nuevo elemento que embelleciese la plaza del antiguo estadio.

Son tales el encanto de Isla Chica y el agradable carácter de sus vecinos, que las plazas Houston y del antiguo estadio se han convertido en todo un atractivo para desplegar en ellas actividades. Sucede así con las Colombinas de Día, con las pasarelas de moda o iniciativas deportivas.

Los vecinos son los grandes culpables de la prosperidad de una Plaza Houston y alrededores que se han sabido reponer a una gran pérdida con la mejor de las sonrisas. La vida de esta barriada solo acaba de comenzar.